16 años de la Zona de Reserva Campesina Perla Amazónica
Entre las evocaciones del ayer, los sueños construidos, ganancias y pérdidas que permitieron la consolidación de apuestas concretas en la defensa de las vidas en el territorio las y los campesinos rememoraron aquellos primeros días cuando todo era apenas un sueño, una apuesta por defender la vida, porque para ellos La Perla Amazónica es eso, la vida, la madre.
El mágico río Putumayo testigo perenne de las historias de vida y de las ausencias, una vez más acompañó a más de setecientas personas, entre hombres y mujeres, niñas, niños, jóvenes y adultos mayores que se dieron encuentro el pasado 10 de diciembre para celebrar el 16avo aniversario de la Zona de Reserva Campesina Perla Amazónica (ZRCPA).
“Durante 15 años conmemorando en medio del conflicto armado y hoy, el 16avo aniversario, con la firma del fin del conflicto”
Entre las evocaciones del ayer, los sueños construidos, ganancias y perdidas que permitieron la consolidación de apuestas concretas en la defensa de las vidas en el territorio, las y los campesinos rememoraron aquellos primeros días cuando todo era apenas un sueño, una apuesta por defender la vida, porque para ellos la Perla Amazónica es eso, la vida, la madre.
Hoy, los jóvenes organizados como Juventud Raíces de Dignidad de la Perla Amazónica (JURADIPA) fueron los responsables de escenificar las vivencias de sus mayores, con puestas en escena de danzas tradicionales y teatro recrearon el trabajo de líderes y lideresas que acompañados de la comunidad son los forjadores de lo que es y será la Zona de Reserva Campesina.
También hubo espacio para las solidaridades e intercambio de saberes, con la participación del grupo de danzas Ritmo Latino del municipio de Puerto Asís, posibilitó avances en el fortalecimiento cultural y la recuperación de la memoria.
Como toda actividad que se respete dentro de la Zona, debe estar acompañada de un campeonato de fútbol, donde al final todas y todos son los vencedores. El deporte se convirtió en otra estrategia para construir comunidad.
Por primera vez las autoridades administrativas del municipio aceptaron la invitación que año a año ha extendido la Zona; también hicieron presencia representantes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En el marco de la celebración, se presentó el resultado final del ejercicio de cartografía social realizado con el acompañamiento de ACNUR, trabajo que será el punto de partida para el proceso de revisión y actualización del Plan de Desarrollo Sostenible de la Zona y la formulación del Plan de Manejo Ambiental.
Por primera vez en 16 años el miedo no hizo presencia, el silencio de los fusiles hace tangible la posibilidad de seguir desde sus formas la construcción de una paz con justicia socioambiental, pero también reconociendo que es necesario seguir trabajando en aquello que hoy se cierne como incertidumbre sobre el territorio, la ausencia de la voluntad política del Estado en dar cumplimiento a los acuerdos en materia de sustitución gradual y concertada en el marco de lo acordado en el punto 4 del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera.
Por ello fue recurrente escuchar la siguiente expresión:
“No vino más gente, porque la gente está preocupada. Esta navidad será triste, no sabemos que pasara con nuestros cultivos de coca y la gente no sabe de qué va a vivir”
El encuentro abrió la posibilidad de seguir reflexionando sobre su hacer como organización, recrear las formas de fortalecer la Zona desde todas las dimensiones y posibilidades para seguir aportando y construyendo escenarios de paz como hasta ahora lo han venido desarrollando.
Equipo Putumayo Comisión Intereclesial de Justicia y Paz