Zoa Braunwarth
La hermana Zoa Braunwarth trascendió de esta historia hasta la casa del padre el 2 de agosto de este año. Ella, religiosa franciscana de Nuestra Señora de Lourdes de Rochester Minessota, dio este paso el día de la Porciúncula, aquella pequeña capilla con la que Francisco de Asís simbolizó la reconstrucción de la iglesia Católica en la que se empeñó.
La hermana Zoa estuvo siempre vinculada a los movimientos globales de construcción de la justicia y la paz siempre estuvo informada y preocupada por la situación de violación de los derechos humanos en Colombia.
Cuando se comenzó a conocer la situación de la palma aceitera y la vinculación con las violaciones a los derechos humanos en Colombia indagó por las vinculaciones de este agronegocio con su propio país.
Encontró que las famosas galletas de las niñas Scout en EEUU contienen aceite de palma y ella escribió varias cartas a Kellogs y al gobierno Colombiano sobre el impacto y la vinculación de la siembra y extracción de la palma aceitera en violaciones a los derechos humanos. Siempre firmó y apoyó las acciones de justicia en Colombia. De un gran sentido del humor y una mente aguda y maravillosa su memoria nos sigue inspirando.
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz