Y la palma y los palmeros, continúan ahí.
Operaciones paraempresariales desconocen fallo de restitución de tierras.
Después de 45 días del fallo del Tribunal Superior del Chocó 0073, que ordena a las empresas palmeras, ganaderas la suspensión de sus actividades ilegales dentro del territorio Colectivo de Curvaradó y Jiguamiandó este continúa siendo desconocido.
Las 13 empresas palmeras, entre ellas Palmadó, Palmas de Curvaradó y la Extractora Bajirá, y la ganadera “La Tukeka” y la del Coronel ® Felipe Molano, beneficiarias del paramilitarismo y de financiamiento de entidades dependientes del Ministerio de Agricultura, continúan en su operación normal con la limpieza, extracción del fruto de la palma y su procesamiento, acompañados por efectivos de la brigada 15 y ex o paramilitares.
En Caño Manso, territorio comunal, el ocupante de mala fe Molano, continùa desplegando actuaciones contra derecho contra lo habitantes de la Zona Humanitaria, destruyendo las siembras de pan coger y el espacio de protección de la población civil.
Entre tanto, los paramilitares amenazaron de muerte y tienen un plan para asesinar a Oscar Moncada, lider de este espacio humanitario. Paramilitares y sus beneficiarios continúan la deforestación en Caño Manso, desconociendo que son predios comunitarios.
La familia Argote, propietaria de “La Tukeka”, no cesa de hostigar, de amenazar y de destruir las siembras de pan coger de los habitantes de la Zona Humanitaria de Caracolí. Al mismo tiempo se desconoce las actuaciones institucionales para que cesen las operaciones empresariales y se logre la restitución.
De acuerdo con testigos y observadores nacionales e internacionales de derechos humanos, los habitantes de las Zonas Humanitarias y Zonas de Biodiversidad, paramilitares desmovilizados o que forman parte de la “Aguilas Negras” en medio de la presencia de la brigada 15, continúan intimidando, amenazando de muerte, acompañando el repoblamiento y las operaciones empresariales.
Mientras algunos efectivos de la brigada 15 realizan operaciones de apoyo a las actuaciones ilegales de los trabajadores en las siembras de palma, otros señalan las Zonas Humanitarias como espacios de la guerrilla.
En Curvaradó se constata el desconocimiento del Derecho y la ausencia de medidas efectivas para lograr la restitución de la propiedad.
Mayores detalles Constancia y Censura Ética
Bogotá, D.C. Noviembre 25 de 2009
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz