Uriel Gutiérrez Restrepo – Día del Estudiante Caído
“Que vivan los estudiantes – que marchan sobre las ruinas – con las banderas en alto – va toda la estudiantina” Mercedes Sosa
Porque somos la levadura del pan, los pajaritos libertarios dispuestos con su ciencia a transformar el corazón colombiano. Hacemos memoria porque es una necesidad para saber quienes somos, porque las paredes de la universidad gritan lo que los medios de comunicación callan, en los pasillos se oye la voz de Gonzalo Bravo Pérez y Uriel Gutiérrez.
El espíritu estudiantil es una historia con muertos y torturados, de las clases en las calles. Cada caído es una razón mas de seguir siendo un frente por la educación publica y la paz. Luego de 60 años, seguimos conmemorando en medio de la censura y el orden, el día del estudiante caído.
El día del Estudiante caído se remonta al 7 de junio de 1929, fecha en que los estudiantes se tomaron las calles para manifestar su repudio a la masacre de las bananeras y el nombramiento del General Cortez Vargas durante el gobierno conservador de Miguel Abadía Méndez.
Durante la protesta es asesinado Gonzalo Bravo Pérez, estudiante de Derecho de la Universidad Nacional de Colombia, quien se dirigía hacia un café cuando fue alcanzado por un disparo de la Guardia Presidencial. El 9 de Junio de 1929, gran cantidad de personas asisten a su entierro y la Universidad Nacional se mantiene en paro exigiendo investigación sobre los hechos.
25 años después, en medio del conflicto bipartidista, se impone la dictadura del General Gustavo Rojas Pinilla ; el 8 de Junio de 1954, nuevamente los estudiantes en un acto de sin olvido, deciden protestar en las calles recordando a Gonzalo Bravo Pérez, el saldo fue de una arremetida violenta por parte de la fuerza publica.
Cuando los estudiantes se devolvían hacia la institución universitaria, llego la policía y dio orden de desalojo, a lo cual la comunidad universitaria se rehusó a acatar, minutos después llego un camión del ejercito y disparo una ráfaga sobre los estudiantes acabando con la vida del compañero Uriel Gutiérrez.
El cuerpo de Uriel fue llevado a la Facultad de Derecho, donde los estudiantes solicitando una investigación del caso por el gobierno, la destitución de las directivas de la Universidad
Al día siguiente, mas de 10000 estudiantes de distintas universidades sin ningún temor frente a lo ocurrido, volvieron a las calles en respuesta del asesinato, deciden tomar la calle 26, luego la carrera séptima y llegar a la actual avenida Jiménez.
El entonces Batallón Colombia del ejercito, reconocido por haber participado en la guerra de Corea, detiene la marcha y comienza a abrir fuego contra el movimiento estudiantil, asesinando 11 personas, entre ellas los compañeros Álvaro Gutiérrez, Elmo Gómez Lucich, Hernando Morales, Rafael Chaves Matallana, Jaime Moure Ramírez, Hernando Ospina López, Hugo león Vásquez y Jaime Pacheco.
Luego de lo sucedido, Gustavo Rojas Pinilla declara Estado de Sitio y prohíbe cualquier tipo de movilización, se declara el cierre de la Universidad Nacional y se detienen a mas 500 personas.
Desde entonces los Movimientos obreros, campesinos indígenas y juveniles nombraron el 8 y 9 de Junio como el día del estudiante revolucionario caído.
Esa misma tarde, Luciano Pabon Nuñez, ministro de la dictadura, afirmo que lar marchas habían sido infiltradas y supuestamente los tiros iniciaron contra los soldados dejando dos muertos y siete heridos. El 9 de Junio de 1954, marco el inicio de un Movimiento estudiantil aguerrido que seria protagonista de la caída de Gustavo Rojas Pinilla.
Hechos como el de esta fecha, o como el 16 de Mayo de 1984, quedan escritas en todas las universidades, en cada pupitre del territorio nacional, aquellos tristes hechos no pueden seguir a la sombra deshonesta del Gobierno, sin investigaciones realmente exhaustivas, la única forma de no olvidar es la movilización social, seguir en la pelea por una educación digna, por un país en paz.
Por nuestros muertos ni un minuto de silencio!!!
Uriel Gutiérrez y los estudiantes caídos en la memoria.
Uriel Gutiérrez y los estudiantes caídos sin olvido.