Tras 15 años Indigenas Sikuani visitan espacio sagrado Capaluanai, afectado por siembra de palma aceitera de la empresa Poligrow
Tras 15 años el sábado 9 de octubre 30 personas del resguardo Caño Ovejas del pueblo Sikuani entre mujeres, niños, niñas, jóvenes y adultos realizaron recorrido ambiental y ancestral al sitio sagrado Capaluani.
Este espacio posibilitaba la conexión y fuerza espiritual, ancestral de los Sikuani con sus espíritus mayores a través de rezos y ritos. Así mismo confluía la abundante flora y fauna del ecosistema amazónico, antes de ser afectado ambientalmente por la empresa Poligrow.
Hubo danza, cantos, rezos, y ritos ancestrales para poder reconectar y encontrar de nuevo los equilibrios y armonizar estos espacios con sus espíritus mayores. La alegría regresó a este sitio sagrado que un día albergó bosques y aguas y hoy es solo un resquicio rodeado por palma.
Desde hace 14 años, la empresa Poligrow inició operaciones en el municipio de Mapiripán desde ese momento las comunidades indígenas han denunciado las fuertes afectaciones producidas por el desarrollo del proyecto empresarial inconsulto.
Las comunidades Sikuani vieron restringido el derecho al territorio, la empresa Poligrow con respaldo institucional, prohibió recorridos sobre los lugares tradicionales, aparecieron letreros que impedían el tránsito, la pesca, y caza.
Además señalan afectaciones a su salud desde la llegada de la palmera, enfermedades respiratorias, estomacales, de piel y dolores de cabeza son causados por el desarrollo del proyecto empresarial. Las mujeres de la comunidad manifiestan existencia recurrente de casos de desnutrición y abortos espontáneos.
Dentro del recorrido se instalaron vallas, esta vez no prohíben, sino que evocan la memoria y afirman su derecho sobre el territorio “Lugar sagrado Capaluani, origen del territorio ancestral. Derecho mayor, Derecho Natural, Pacto natural, kikito, agua, aire y cerro.
“Queremos volver al territorio, reconectar con nuestros espíritus y mayores, necesitamos nuestro territorio libre de palma y así poder volver a ser sikuani” palabras de un joven de la comunidad, que exige al gobierno la restitución del territorio y se garantice su derecho fundamental a la consulta previa sobre la continuidad o no del proyecto palmero.
La alegría volvió para quedarse, y quedo impregnada en este sitio sagrado y el corazón de quienes pudieron volver y recordar ese amor a la vida y a la casa común que debemos proteger.
Mientras logran seguir sanando, sus cuerpos, almas y se armoniza la sanación de los territorios, las comunidades Sikuani continúan esperando un fallo por parte del juez segundo de restitución de tierras de Villavicencio que ha tardado más de siete años.