Sobre la actual situación de violencia
Trujillo en el Valle del Cauca , ha sido un municipio a lo largo de sus casi 80 años de fundado un lugar de múltiples violencias, que parte desde los años treinta y cuarenta en la lucha por la tierra y pasara a mediados del siglo pasado a la ya conocida y conceptualizada “Violencia”.
Violencia partidista de la que fueron gestores e incitadores las dirigencias de los partidos conservador y liberal respectivamente y en la que los campesinos y pobladores de esta región se vieron enfrascados en una lucha fratricida que dejo como herencia, una cadena de conflictos que se han venido desenvolviendo violentamente hasta nuestros días.
En los años 60 la economía del café tomo un auge inusitado y creo todo un entramado social y político que sentó las bases de una cultura alrededor de este cultivo y de las formas y relaciones de poder alrededor de la figura de lideres o patrones llamados “gamonales”.
Los años 70 y ochenta marcan la emergencia de la economía del narcotráfico con cultivos y procesamientos de la hoja de coca, que trajeron consigo bonanzas continuas que hicieron aparecer al café como no rentable, aunado esto a las caída constante de los precios internacionales, que dejo en la ruina a cientos de campesinos de la región . La llegada del narcotráfico trajo consigo toda una cultura de consumo de bienes y servicios modernos y el desarraigo de ese carácter de trabajo y esfuerzo tan recurrente en la moral o ética paisa.
Desde los años noventa y principios de este siglo, la lucha territorial por esta región y por lo que significa como pasaje entre el litoral pacifico y el interior del país acrecentó la necesidad de controlarla, además de ser sitio de cultivos de coca y amapola y de las llamadas “cocinas” o laboratorios que producen la cocaína, esto ha llevado a confrontaciones violentas entre los diferentes grupos de poder que luchan por controlar la siembra, producción y salida o distribución del alcaloide. En esta “interminable” lucha las principales victimas han sido los mas humildes de esta historia, los campesinos , aparceros, cosechadores , jornaleros , pequeños propietarios, artesanos , jóvenes desempleados, etc.
El caso Trujillo es una muestra de ello, donde sistemática y calculadamente fueron asesinadas mas de 300 personas en el lapso de 6 años , teniendo el año de 1990 como el mas cruento y terrible por la sevicia y crueldad como fueron asesinados y por el numero elevado de victimas.
La aquiescencia y complicidad de los organismos de seguridad del estado que fue revelado clara y contundentemente ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y por la cual fue condenado el estado colombiano, ha continuado siendo un factor determinante en que se sigan produciendo crímenes contra la población civil y la descarada impunidad a la que son sometidos los hechos.
Los paramilitares o integrantes de la estrategia paraestatal, siguiendo los lineamientos de la “guerra contrainsurgente”, que se resumen en el concepto de “dejar al pez sin agua”, se han aliado con grupos armados de narcos, haciendo victima de este accionar a las poblaciones que se encuentran en el área de influencia de la guerrilla de las Farc, como han sido La veredas La Playa, el corregimiento de El Naranjal, vereda La Debora, La Sonora, Puente Blanco, Chuscales, Cristales, corregimiento de Venecia etc.
HECHOS Y TESTIMONIO
La estrategia paraestatal ha tenido su asiento en esta región desde el año 2000 cuando empezaron hacer presencia y a controlar la vida publica y cotidiana de las gentes de Trujillo. Muchos pobladores se aliaron por voluntad o necesidad a esta estrategia y terminaron siendo cómplices de mas de una decena de muertes y desapariciones que dejaron los tres años en que dominaron descarada e impunemente el panorama social, económico y político del municipio.
En el mes de noviembre del año pasado el asesinato de dos de sus comandantes , conocidos con los alias de “Pablo y Pacho” en el mismo casco urbano del Trujillo, produjo la retirada del grueso de paramilitares y durante el 2004, se respiro con algo de alivio hasta hace 1 mes en que fueron asesinados el concejal—Walter Acevedo y el mecánico Argemiro Corrales.
El concejal fue asesinado a la salida de la finca “La Rochela” donde se desempeñaba como administrador junto al trabajador de la misma , de nombre Gustavo , el día martes 14 de septiembre a las once de la mañana cuando se dirigían en una volqueta hacia el casco urbano de Trujillo.
El mecánico Argemiro Corrales , fue asesinado el día lunes 4 de octubre en horas de la mañana en el taller de su propiedad en el barrio La Cumbre del municipio de Trujillo por dos hombres que le dispararon repetidas ocasiones desde una moto en la cual emprendieron su huida por la vía a la vereda el Alto.
Luego, saldrían heridos de sendos atentados cometidos contra ellos el comerciante Jaime Cano, dueño del supermercado La Economía y el señor Jairo Claros, administrador de la cafetería “Mana Spress”, atentados estos ocurridos en el casco urbano en el mes de septiembre.
De estas acciones fue señalado el frente de las Farc que opera en la parte alta de la cordillera .Corroborar lo anterior es imposible en la realidad pues el clima de miedo y desconfianza hace que familiares, amigos y testigos no recurran a ninguna instancia institucional o no, para denunciar , narrar o exigir justicia, pero los nexos de las anteriores victimas con la estrategia paramilitar presupone que fueron “ajusticiados” por su colaboración al paramilitarismo .
Durante estos 5 meses de acompañamiento han ocurrido cerca de 13 crímenes entre homicidios , desapariciones y atentados , informe este que entregue a la Comisión a finales del mes de agosto. Relacionar estos hechos en un hilo conductor con la guerra territorial que libran los actores del conflicto, seria especulativo, pues de cada caso surgen las versiones que se quieran , solo el tiempo aclara las motivos, como se ha podido comprobar en esta región por crímenes del pasado que en su momento no se establecieron causas, pero que hoy se sabe a ciencia cierta autores y causas.
Desde finales de septiembre , se vienen viendo movimientos de tropa paraestatal en la vía Trujillo-Desquebradas en el sitio denominado Las Pineras a 20 minutos del casco urbano, donde según una fuente de entera credibilidad , existe un campamento de mas 300 hombres, que volvieron hacer su aparición ante la arremetida de la guerrilla de los últimos meses. A lo largo de estas tres semanas , han venido copando espacios veredales que tienen entrada a la parte alta de la cordillera, entre ellas , El Alto , San Isidro, La Marina, finca Las Pineras , vereda Palermo en donde se asienta otro grueso de tropa con cerca de cien hombres , según campesinos que viven en la zona.
He constatado personalmente que en las veredas La Sonora y Puente Blanco están cerca de treinta hombres con armas de corto y largo alcance que mantienen un reten permanente en esta ultima, y han retenido en el transcurso de estas dos semanas varias personas dejándolas en libertad varios días después. Entre ellas a Arnoldo Mejia y su esposa a los que retuvieron por mas de 48 horas (ellos son integrantes de AFAVIT) y dos jóvenes mas.
Siendo las cuatro de la tarde del jueves 14 de octubre, me dirigí a la vereda en mención y pude ver a dos jóvenes que estaban retenidos, estando sentados en el piso, amarrados, con signos de deshidratación y de haber hecho necesidades fisiológicas en el mismo lugar, luego recibiría información de que llevaban mas de 24 horas allí por indocumentados, fueron dejados en libertad esa misma tarde , según me informo vecina del lugar.
En horas de la mañana del día sábado 16 de octubre en la vereda La Sonora , fueron asesinados dos jóvenes que se encontraban en las oficinas de Telecom. Fueron sacados a golpes e improperios acusándolos de ser guerrilleros. Delante del pequeño poblado y de las personas que se encontraban allí, fueron torturados en el salón comunal, uno de los asesinos, conocido con el alias de “Acacio” pidió un balde de ropa a la señora Arnobia Ortiz, que tiene un local de enseres al frente del salón en mención, y luego procedieron a llenarlo de un liquido al que le agregaron jabón Fab., aguardiente y agua, los rostros de los jóvenes fueron sumergidos continuamente en el balde mientras sus torturadores les pedían nombres, lugares etc, siendo quemados además con cigarrillos y encendedores en diferentes partes de sus cuerpos, repetidamente.
El estupor y pánico fue general por los gritos de auxilio y suplica de los muchachos y la mayoría de gente se encerró en sus viviendas. Uno de los jóvenes que estaba siendo torturado, era vecino del lugar, su nombre, Héctor Saldarriaga Vélez. Una tía del muchacho no ceso en su intento de explicarles y suplicarles que su sobrino nada tenia que ver con la guerrilla, que ellos se equivocaban de persona, pero la amenazaron que le pasaría lo mismo que a su sobrino y le recriminaban su “mala crianza”. Luego procedieron a sacar dos palas de la misma tienda he hicieron caminar dos kilómetros arriba del poblado a los muchachos y los obligaron a cavar en la tierra dos tumbas donde posteriormente los asesinaron. El arma con que fueron asesinados era llevada según fuentes, por el otro joven N.N y de la cual no pudo dar cuenta ante los paramilitares y pudiendo ser esta la causa de este crimen.
Este caso fue contrastado por cuatro versiones, dos de personas que se encontraban en el lugar de los hechos y dos por personas que transitan constantemente en la zona.
Un tío de Hector Saldarriaga, el joven asesinado es vecino del casco urbano de Trujillo, motorista y conocido como el “Morado” , guarda total hermetismo y lo poco que se sabe es que no irán por el cadáver de su ser querido , para no poner en riesgo sus vidas y que si lo hacen lo harán hasta que “pase la tormenta”.
Se vive una tensa calma y en las veredas en mención el miedo ha acorralado a sus habitantes, no saben quien será la próxima victima, pues el “modus operandi” en esta ocasión ha sido entrar a estos espacios y comenzar a hacer parte del paisaje sin “molestar” a nadie, algo así como no “espantar” o hacer desplazar a la población civil, como si esto no fuera el propósito de lo que buscaran en esta nueva arremetida paraestatal. Como se puede ir previendo el asesinato selectivo será su mecanismo de posicionamiento estratégico.
También he recibido información de una persona que fue asesinada y enterrada en un finca de la vereda Riochiquito , ubicada entre La Betulia y La Sonora por estos mismos hombres. Esta versión no ha podido ser confirmada ni desmentida, la persona que informo fue escueta aunque la posición de la tumba se sabe que es junto a un gran guadual que existe en aquella finca.
El control de la vía hacia el corregimiento de Venecia , el segundo casco urbano mas importante después de Trujillo, y demás veredas que circulan esta importante vía del municipio, esta totalmente controlada por la estrategia paraestatal teniendo como base la hacienda Buena Vista a 10 minutos de Trujillo.
Mientras el casco urbano de Trujillo esta totalmente militarizado y hay retenes en la vía Riofrío-Tulúa tanto de la Policía como del Batallón Palace, hacia la cordillera el conturbenio Fuerzas Armadas –paramilitares es explicita y mas que evidente pues diferentes personas, cercanas a los miembros de la policía asentados en el municipio han expresado el “agrado” y casi bienvenida que le han dado los policías a la llegada de estos paraestatales , entre otros “detalles” haciéndoles retenes para informarles quien sube hacia los lugares donde se encuentran, además de facilitarles sus continuos desplazamientos libremente por el pueblo en carros particulares o públicos “tomados” por ellos para sus desplazamientos. Entre ellos un carro chevrolet samurai doblecabina, color azul oscuro, de placas GNJ-362, (la ciudad no se nota) perteneciente a Epsa, Empresa de energía del Pacifico, retenido hace mas de un mes por la guerrilla y “recuperado” por los para estatales.
Existe una lista “negra” o de personas que serán asesinadas por esta estrategia y que ha circulado, haciendo que varias personas estén saliendo del municipio. La Comisión comenzó un acompañamiento de protección a Andrea Romero López , ex integrante de los grupos paraestatales que se ha visto amenazada por los “recién llegados”. Hemos tramitado por el momento estancias temporales fuera de Trujillo, mientras la Comisión, hace las averiguaciones y constataciones del caso, por lo delicado y comprometedor. Algunos miembros y colaboradores de la Comisión hacen ingentes esfuerzos por dilucidar la situación y proponer el mejor camino pero la situación no es nada clara a la hora de escribir este informe acerca de las verdaderas causas de este caso.
TRUJILLO, 20 DE OCTUBRE DEL 2004.