Si hubo capturas, esto no es suficiente.
El Gobierno colombiano informó de capturas en plantaciones de coca en Santa Rosa del Limón, consejo comunitario de Vigía de Curbaradó, lo que puede ser un avance pero no resuelve el problema de fondo de la siembras y del procesamiento de cocaína. La comunidad está desprotegida, se mantienen cultivos y otros laboratorios en Curbaradó y Jiguamiandó…
Diez días después de constatar por parte de organizaciones nacionales e internacionales la existencia de cultivos de hoja de coca y de laboratorios entre Bella Flor Remacho, Jiguamiandó y Santa Rosa del Limón, Vigía de Curbaradó, se produjó una operación militar.
En el día de hoy, viernes 24 de febrero, manifestó el Programa Presidencial de Derechos Humanos, que se trató de la captura de 6 personas y la inhabilitación del laboratorio que se encontraba en el lugar.
La Zona de Biodiversidad de Santa Rosa de El Limón donde habitan miembros del Consejo Comunitario de Jiguamiandó y de Santa Rosa del El Limón, que de manera abierta se han opuesto a las plantaciones de hoja de coca y los laboratorios, se encuentran desprotegidas por parte del gobierno y se teme que los paramilitares tomen represalias contra ellos. Cerca la Zona de Biodiversidad han transitado desde el mes de abril del año anterior, paramilitares que se han identificado como “Rastrojos”, quienes ejercen control y protegen la siembras y laboratorios de coca.
Los paramilitares operan en esta región con la omisión de la brigada 17 del ejército que tiene su puesto de control a menos de 10 kilómetros del lugar. Por los cuatro puestos de control militar y policial ingresan los insumos y la coca procesada en cocaína.
Dos días después del aterrizaje del helicóptero militar, ninguna acción se ha adelantado por parte de las fuerzas militares, ante por lo menos tres laboratorios más que se encuentra en la zona y frente a las plantaciones ubicadas en inmediaciones del consejo menor de Apartadocito y del Consejo Menor de Buena Vista, lugar donde han permanecido, también, los paramilitares al mando del conocido como “El Mono”.
Sin saneamiento de la propiedad, el enfrentamiento a las estructuras paramilitares, la depuración de la brigada 17 y policía de Urabá de sus lógicas de operación paramilitar, no habrá garantías para la devolución de tierras colectivas.
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz