Séptima Razón
comprendemos que algunas experiencias de comunidades afrodescendientes, mestizas y mulatas han surgido en Colombia como un ejercicio de afirmación integral de sus derechos en la guerra como pueblo, y frente a sus causas.
En relación con la dimensión militar de la guerra, estas experiencias organizativas, que afirman integralmente sus derechos como población civil, han construido prácticas y contenidos normativos que concretan propuestas inéditas y originales del derecho humanitario, no contempladas necesariamente en los tratados de Derecho Internacional Humanitario, en relación con sus vidas y la protección debida por el Estado, y en relación con sus espacios, sus territorios y sus identidades socio culturales.
En relación con la dimensión socio política de la guerra, estas experiencias organizativas, que afirman integralmente sus derechos sin el uso de las armas, son expresiones legítimas de objeción y desobediencia al modelo de sociedad existente, a la globalización del mercado y sus mecanismos de exclusión, y de transformaciones estructurales en el escenario de la confrontación militar entre Estado y Guerrilla.
Las afirmaciones organizativas de la población civil están construyendo alternativas democráticas populares en lo económico, en lo político, lo socio cultural, lo comunicativo, lo jurídico, lo ambiental, de defensa y de afirmación de sus derechos a la vida y al territorio, a la justicia y a la reparación integral y se unen a las expresiones de resistencia a la globalización excluyente. La concreción de fórmulas en la Humanización del Conflicto Armado o de Reducción en la Intensidad del Conflicto armado interno, y del conflicto social y político, debería reconocer este tipo de iniciativas que viabilizan propuestas humanitarias y de paz con dignidad.