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Seis años de la masacre y desplazamiento de las comunidades de la cuenca del río Naya

JUANA BAUTISTA ANGULO

Todos estábamos tranquilo, sin saber lo que pasaba

pero haya en el alto Naya a la gente asesinaban,
120 eran los hombres que entraron al Naya,
armados hasta los dientes como si fuera batalla,
Todos salimos con poquito que comer
en las lanchas y potrillos sin tener nada que ver.
Nosotros somos concheños y siempre lo vamos a ser
Hoy por nuestros derechos los vamos a defender.
(Coplas jóvenes de la concepción-Naya)


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Desde el 9 de abril de 2001, “civiles” armados y uniformados de la estrategia paramilitar del “Bloque Calima”, con la omisión y complicidad de tropas del Batallón Pichincha de la Brigada 3 del ejército, incursionaron a la región del Alto Naya, por el municipio de Santander de Quilichao ruta que conduce a Timba en el departamento del Cauca y de allí a la zona del alto Naya. A su paso fueron sembrando terror y muerte, más de 100 habitantes indígenas, mestizos y afrodescendientes fueron desaparecidos forzadamente, asesinados y cientos desplazados forzadamente.

La ruta de la muerte continúo hacia el Bajo Naya, el 13 de abril del 2001, alrededor de 130 paramilitares bajaron por el río hasta llegar al sitio conocido como “El Saltillo”. Tres paramilitares se dirigieron al caserío de La Concepción a buscar embarcaciones para bajar al resto de la tropa. Varios pobladores reconocieron a los tres paramilitares y ante el conocimiento de los asesinatos y desapariciones de la parte alta a través de emisoras locales, se vieron forzados a desplazarse antes que llegaran el resto de las unidades de la estrategia militar encubierta.

Al final del día, llegaron los demás paramilitares y encontraron el caserío desocupado, pocos pobladores quedaban aún sin desplazarse. Los paramilitares robaron alimentos y pertenencias de los pobladores. En el sector de Cascajito del caserío La Concepción, violaron y asesinaron a JUANA BAUTISTA ANGULO HINESTROZA, una mujer con limitaciones mentales. Igualmente agravaron la enfermedad de Fidelina Garcés de 70 años que padecía de asma y murió días después en Buenaventura, a causa de los sufrimientos vividos durante el desplazamiento.

Seis años después de estos hechos, los pobladores recuerdan que entre los uniformados observaron a varios con insignias del Batallón Pichincha, de la Brigada 3 del Ejército. Hoy, seis años después, se sigue aseverando por el Estado colombiano que la responsabilidad de los hechos es solo de los paramilitares. Hoy se pretende volver realidad, a través del eco que los medios de información, que los únicos responsables fueron las estructuras paramilitares del “Bloque Calima” al mando de Diego Murillo conocido como “DON BERNA” y de Éver Veloza o Hernán Hernandez conocido como “H.H.”, capturado el 3 de abril del presente año en Antioquia. Hoy, las investigaciones solo reconocen a 43 víctimas, de más de un centenar. Hoy las investigaciones transitan el camino de la impunidad.

Seis años después de estos Crímenes de Lesa Humanidad, pobladores del Naya se encuentran a conmemorar, a exhumar la memoria y afirmar los derechos como pueblo afrodescendiente a la verdad y a la justicia. Al caserío de La Concepción llegaron pobladores de los caseríos de La Marucha , San Francisco Naya, Corriente, La Bartola , Dos quebradas, Redondito, Juan Núñez, Juan Santos, San Lorenzo, Las Pavas, San Francisco adentro, Aguaclara Golondro, Cascajito y Guadalito, pertenecientes al Territorio Colectivo del Consejo Comunitario del río Naya. Hombres y mujeres, niños y niñas, jóvenes, reunidos para conmemorar el sexto aniversario del desplazamiento y del asesinato de JUANA BAUTISTA ANGULO HINESTROZA, al ritmo de los tambores, los guasás y las palmas cantando: “venimos, venimos de diferentes lugares a rescatar la cultura sacramento de unidad, esta identidad nos une para poder celebrar con el dueño de la vida el banquete de hermandad. Jesús negro nos da fuerza en nuestro gran caminar, son sus palabras de vida, garantía de verdad” (canto de bienvenida a los hermanos de la cuenca)

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El 13 de abril, la comunidad unió sus pasos y su memoria para recorrer con un sentido de dignidad y resistencia en la defensa de la vida y el territorio los lugares que recuerdan la tragedia: el sitio donde se encontró el cuerpo sin vida de Juana, la casa de donde salió con vida Fidelina y nunca regresó, la casa de Juana, el embarcadero de la Concepción , la plaza principal, el paso del río frente a Guadualito por donde llegaron los desplazadores, el cementerio donde reposan los restos de Juana y el templo donde estaban celebrando el desprendimiento de Jesús cuando llegó la noticia que venían los paras y salió corriendo toda la gente.

El alabao, canto fúnebre tradicional, convocó a comunidad a la celebrar la memoria en el lugar donde fue asesinada Juana.
Uno de los pobladores, dio la bienvenida a la conmemoración: “ en nombre de Dios creador nos hemos reunido para conmemorar los seis años del desplazamiento y el acontecimiento de nuestra hermana Juana y como proceso de comunidades negras… todos como etnia negra debemos estar en los sufrimientos y las penas, Juana se encuentra viva y presente.” El día del desplazamiento estaba lloviendo, hoy también esta lloviendo, la Palabra de Dios dice: “La lluvia y la nieve bajan del cielo, y no vuelven a subir sin antes mojar y alimentar la tierra…Lo mismo pasa con mi Palabra” (Is 55,10-11) ¿Qué quiere Dios que brote de esta tierra, de esta comunidad, cuáles son los frutos que la Cuenca quiere y debe dar? Con esta pregunta comenzó la celebración.

Otro de los pobladores recordó los hechos: “Un día de tragedia de dolor, una tarde angustiosa, la gente salio despavorida dejando sus pertenencias tiradas, el río estaba crecido, llovía duro, la noche muy oscura, y la gente buscando donde refugiarse, no sabíamos cuando podíamos regresar…Al regresar la tristeza mas profunda y dolorosa, no encontramos con vida a nuestra hermana Juana Bautista. Los violentos hicieron de la suya, habían asesinado a nuestra hermana Juana Bautista Angulo, ella era una mujer que sufría de trastornos mentales y no les importo nada hicieron lo que quisieron, ni siquiera tuvieron compasión.

Más tragedia y mas dolor para nosotros, por eso desde el momento en que sucedió esto, vivimos recordamos la memoria de Juana Bautista y cuando recordamos la tragedia que tuvimos…esto nos sirve para impulsarnos, para las fuerzas, para no desfallecer, nosotros vemos que la vida de nosotros es de Dios, pero hay otras personas que disponen en momento en que uno ni siquiera lo espera En esta cuenca del río Naya somos los más amenazados por la fuerza armada porque estamos descobijados de ella y los violentos hacen de la suya.

En cada momento… Y cada vez que llega el 13 de abril, debemos tener presente lo que nos sucedió… Recordar nuestros fracasos, dolores, nuestros fracasos… pero debemos unirnos verdaderamente, la unión hace la fuerza, pero si no nos unimos verdaderamente fácilmente nos pueden defraudar… Todos estamos unidos para sacar al Naya adelante y que así el enemigo no pueda combatir contra nosotros, pero si nos desunimos es muy fácil sacarnos. Les pido a las comunidades que cada día tengamos fuerza, paciencia, participación en las reuniones… El día de la tragedia nadie se acordó que tenía que trabajar por eso les pido que todos estemos unidos y sacar nuestro Naya adelante… no dejemos las cosas para atrás, no dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy”

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En la casa de Fidelina la comunidad se detuvo para hacer memoria de lo que pasó con ella desde el día del desplazamiento hasta su muerte en Buenaventura: “Ella estaba un poco enferma, padecía de asfixia, cuando fue el desplazamiento hacia las cinco o seis de la tarde le toco salir huyendo con tremendo aguacero… La señora permaneció toda la noche con el mojado… al siguiente día se complico y no tuvo mas recalma hasta que se fue a la tumba… había podido tener solución pero con el desplazamiento se le acumulo mas la enfermedad… las hijas la controlaban con drogas pero en el momento del desplazamiento no tuvieron tiempo de recordarse de la droga y no tuvieron como controlarla, la enfermedad mas se le agrando y ya no hubo solución para ella…”

La hija de Fidelina, expresó con un poema sus sentimientos: “…Adiós madre querida y no te olvido, que te llevo por doquiera en mi memoria, por doquiera te busco y te has perdido, donde te encontrare sino en la gloria”
En el camino hacia la casa de JUANA BAUTISTA los pobladores reflexionaban desde la palabra sus vidas, los hechos padecidos, la resistencia de estos años, el compromiso en la defensa de la vida, del territorio, del agua y de la biodiversidad.

En la casa de JUANA BAUTISTA, la memoria para repartir la pepa de pan que tanto le gustaba a ella, para resaltar el espíritu de solidaridad entre las comunidades y para recordar que JUANA BAUTISTA iba con frecuencia a la mina, a los canalones. En la cuenca del Naya hay muchos canalones del tiempo de la esclavitud, muchos años antes que Bolívar le diera a la Universidad del Cauca autorización para la explotación de la mina, estos canalones son prueba que los ancestros estaban aquí trabajando desde antes dejando su sangre, su sudor, su humillación en los canelones… Los antepasados estuvieron aquí, vinieron por las malas, esclavizados pero labraron a punta de sudor y sangre este territorio para sus hijos, nietos y toda su descendencia.

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Hoy las comunidades hacen memoria de los hechos, para los afrodescendientes las celebraciones por sus difuntos son muy importantes, en ellas participa toda la comunidad, por esta razón la forma como les tocó hacer las exequias de JUANA BAUTISTA fueron dolorosas: “Nos toco velarla solos y enterrarla sin la presencia de la comunidad. Nos mataron y no sabemos porque…Uno acá en su Naya entierra a su gente con la colaboración de toda la comunidad porque uno lleva el banano, otro una librita de azúcar, otro una librita de café, las mujeres hacen su mortaja y los hombres el ataúd…y teníamos la tristeza del desplace y se nos encima la soledad de enterrar a nuestros seres queridos sin compañía, eso es duro… esos paras eran malos, ellos mataron a la señora Juana, ella era loquita pero no le hacia mal a nadie, el día del desplace nosotros le decíamos que nos fuéramos, ella no sabia lo que pasaba y no nos hizo caso.

El 16 que regresamos del desplace pensamos que estaba viva, entonces la buscamos y la llamamos pero ella no respondía, entonces alguien grito acá hay un muerto y si era ella, estaba tapada con una maca, tenia un balazo, le entro por debajo de la axila y le salio por la otra, la cabeza estaba desprendida, apenas tenia un hilito de carne que le pegaba, ella tenia el cabello largo y se lo habían cortado y lo habían enredado por todo el cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, ella tenia un pantalón cortico de jean y lo tenia bajado hasta las rodillas, tenia una blusita azul y también la tenia arriba de los senos, tenia las manos llenas de monte como si hubiera estado haciendo fuerza, ya estaba tiesa y olía mal, a un lado de ella estaban unas balas descargadas.. La levantamos y la velamos esa noche…con las poquitas personas que habían esa noche… los paramilitares hicieron cosas muy malas esa noche en este río toda la gente huía, nosotros hemos sido gente de paz y no entendemos porque nos hacen estas cosas…nosotros queremos morir en estas tierra, porque en ellas hemos vivido muchos años, porque estas tierras nos las dejaron nuestros antepasados.”

En el recorrido hasta el puerto en la Concepción las comunidades cantan alabaos y hacen memoria de lo que afecta su vida, de lo que le impide avanzar, de la importancia del territorio del Naya y sobre la forma de continuar organizados para defender la vida y el territorio

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El río fue el escenario del acto penitencial, allí se pidió luces y fuerzas a Dios para despojarse de todo lo que rompe las relaciones con la naturaleza, con la comunidad y con Dios, para evitar que los sufrimientos de las comunidades afrodescendientes se repitan. En medio del río y la naturaleza se pidió sabiduría para organizarse e impedir que estas tierras pasen a manos de quienes no las merecen porque no las han trabajado. El río es una bendición para la comunidad, es vida, en él las personas renuevan su compromiso de ser mejores y servir a una comunidad que quiere defender la vida y el territorio.

En la plaza central con danzas y cantos, expresión y riqueza cultural de los pueblos afrodescendientes, desenterraron y presentaron la Palabra de Dios que da vida y palabra del pueblo. Junto a ella la ley 70 instrumento de las comunidades afrodescendientes para la defensa de la vida, el territorio y la búsqueda de la justicia a través de la organización comunitaria.

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La palabra de Dios leída, comentada y relacionada con los hechos que se conmemoraban le dio un sentido profundo y trascendente a la conmemoración y al proceso organizativo de la comunidad. “Dios continuo diciendo: ‘! Gente malvada, qué mal les va a ir a ustedes! Al acostarse hacen planes malvados; al levantarse los llevan a cabo, porque tienen el poder para hacerlo. Si quieren terrenos, los invaden; si quieren casas, se adueñan de ellas; maltratan al dueño y a su familia, y con engaños los echan fuera… Escúchenme ustedes jefes y gobernantes de Israel: Ustedes deberían hacer justicia, pero hacen todo lo contrario prefieren hacer lo malo, en lugar de hacer lo bueno. Maltratan mucho a mi pueblo; se lo están comiendo vivo… Ustedes rechazan la justicia y no respetan ninguna ley. En Jerusalén y en mi templo los crímenes y la violencia son cosas de todos los días. Los sacerdotes, profetas y jueces enseñan, predican o dictan sentencia por dinero. Y para colmo se atreven a decir: No tenemos nada que temer, Dios está con nosotros” (Miq 2,1.2; 3,1-3.9-11)

Un coplero conserva la memoria de los hechos y lo relaciona con la fe.

“Juana Bautista Angulo vivía en la concepción
y el día 13 de abril se formó la tentación
esos paramilitares no tuvieron compasión,

Es lamentable esta historia llevémosla en oración
Juana Bautista Angulo hoy ya se encuentra en la gloria,

Esto me lo contó un amigo y se quedó en mi memoria
hoy se la digo al público para que quede en la historia”

Comentando las palabras del profeta Miqueas y relacionándolas con la vida, la comunidad caminó hacia el cementerio. La caminata llegó al cementerio cantando albaos, al son de los cantos la comunidad fue escribiendo en piedras mensajes que dejaron en la tumba de JUANA BAUTISTA. Los asesinos no pensaron que al matar a JUANA BAUTISTA, la convertían en soporte para la construcción de una comunidad organizada, afirmando la memoria, la vida, el territorio, la dignidad.

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Al regresar del cementerio, en el río se dio gracias por el agua, fuente de vida abundante, transparente y rica, además se asumió el compromiso de cuidar el río y toda la biodiversidad. “Desde que comenzamos, hemos venido adquiriendo unos compromisos sociales con nuestra comunidad y con Dios, y una de las cosas con las que nos hemos comprometido es defender este territorio. Recuerden que en todas las oraciones hemos dicho que queremos defender este territorio y también le hemos pedido a Dios que nos ilumine en este propósito, pedimos también a Dios que nos ayudara a defender el río, a veces creemos que el río es algo insignificante pero, hoy la guerra y las intenciones sobre nuestro territorio parte de eso es porque tenemos la fortuna de tener un río es el tan grande y caudaloso y con capacidad de agua pura en el pacifico.

Dios nos cumple siempre y cuando nosotros cumplamos… nosotros hemos dicho que de nuestro territorio no nos vamos, que lo vamos a defender que nuestros ancestros entregaron sus vidas hemos escuchando la historia, cómo algunos pagaron la libertad de sus hijos y murieron siendo esclavos, nosotros no queremos ser esclavos, obviamente hoy no vamos a estar atados con cadena, con grilletes, pero cuando no tenemos salud, educación, no tenemos vivienda digna, saneamiento básico digno esa es una forma de esclavitud del sistema, La constitución y la declaración de los derechos humanos dice que todos tenemos derecho, …lo peor de la esclavitud es que nos genera un pobreza mental, que pensamos que nunca podemos llegar a lograr lo que prometemos, creemos que no somos afortunados…

Entonces que este trabajo que hemos comenzado, lo sigamos valorando, sigamos defendiendo el territorio no solo de palabra,…cuando arrojamos basura y deforestamos la naturaleza estamos en contradicción con lo que le pedimos a Dios

La causa generadora de la violencia son los megaproyectos que a través de nosotros mismos los hacen implementar, como los cultivos de palma aceitera, de caucho, el cultivo de coca, el mismo sistema busca que nosotros mismos nos destruyamos…… el gobierno ha dicho que después de fumigar en la frontera con Ecuador…y vienen ha hacer lo mismo en este territorio, tenemos que seguirnos preparando y fortalecernos para garantizar la vida y permanencia en este territorio.”

Al llegar al templo las palabras del Evangelio mostraron el camino para la comunidad:

“Si ustedes obedecen mis enseñanzas, serán verdaderamente mis discípulos; conocerán la verdad y la verdad los hará libres” (Jn 8.31). Este texto llevó a pensar que hoy no hay esclavos con cadenas, pero hay nuevas formas de esclavitud. Para ser libres hay que conocer la verdad, sabiendo que quienes están dejando las comunidades sin tierra ocultan la verdad, engañan y mienten pero hacen creer que dicen la verdad, por esto hay que preguntar ¿Cual verdad? La verdad del progreso que quieren los victimarios o la verdad de las personas y comunidades victimas?

Ha terminado esta caminata de la memoria , pero el camino aun no se ha terminado de recorrer, faltan muchas huellas por dejar, muchos pies por caminar, muchos pasos que dar, es infinita la esperanza, son infinitos los sueños, el horizonte esta allí llamando a continuar en la búsqueda de la anhelada Justicia.

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La banderita blanca, con la fecha del 13 de abril 2001, elaborada por niños, mujeres, jóvenes y hombres adultos de las comunidades, estuvo presente durante el recorrido; los alabaos, arrullos, cantos tradicionales con los tambores y guasás, que identifican al pueblo negro, amenizaron este caminar; JUANA BAUTISTA ANGULO, la mujer más sencilla y débil de la comunidad , hoy es el signo de esperanza y fortaleza para este pueblo que se mantiene en pie, afirma sus derechos y reivindica su lucha en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación integral.

Al caer la tarde, las poesías, las coplas, los cantos, la danza, el tambor, el guasa, la marimba; estas expresiones autóctonas que caracterizan al pueblo afrodescendiente, dejaron manifiesta su alegría, la energía con que se disponen siempre para el trabajo y los sueños por construir, y la lucha por la perpetuidad de su dignidad y descendencia.

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La historia del 13 de abril del 2001 en coplas
Todos estábamos tranquilos sin saber lo que pasaba
Pero allá en el alto Naya a la gente asesinaban.

Un día viernes por la tarde un caso que sucedió
Saliendo del desenclave la Concha se desplazó.

Con la noticia de los paras toda la gente corrió
Eran las cinco de la tarde cuando la gente corrió.

Allí estaban las monjitas celebrando la pasión
Con el susto de los paras terminaron su misión.
Con el susto de los paras terminaron su misión

Todos salimos corriendo con poquito que comer.
En las lanchas y potrillos sin tener nada que ver

Quien tenía su protrillo con este se desplazó.
Quien tenía su motor mucha gente socorrió.

Chuchito y Nilocasito gracias que le digo yo.
Porque con su motorcito también nos colaboró

A Laercio y a Gambita también yo te pido a Dios.
Porque con su motorcito la familia nos llevó
Tomacito y manzanito por su colaboración.

Cuando los paras venían mandaron acompañando
Llegaron a Guadualito a la gente invitando
Llegaron a Guadualito a la gente invitando
Que subieran al Saltillo que había gente llorando

Que subieran al Saltillo a traer a los muchachos.
Unas mujeres preñadas pero eran los paracos

Y bajaron a Concha muchas casas destaparon.
Y los que tenían mercado ellos se lo acabaron.

Con las cosas que cogieron mucha gente arruinaron
Y robaron y robaron con la Concha acabaron.

Robaron plantas y equipos, también un televisor
Y bajando a Dos Quebradas por comida la cambiaron.

En la esquina de don Eliécer una loca se violaron
Y después que la violaron también la asesinaron

Y su nombre era Juana así todos la llamaban
Pensamos que por enferma los paras la respetaban

Ella era de Cascajito un pueblo de allí abajito
Y por su estado inconsciente no huyó con su hermanito

Iban a prender las casas porque la gente huyó
Pero algunos que quedaron ellos no los dejaron

Urbanito y Luís Felipe muchas viviendas salvaron
Estaban para explotarlas y por ellos los dejaron

Esta es una historia triste y yo no puedo mentir
Los paras después de todo dispusieron a partir

Hicieron sus fechorías las tareas terminaban
Obligaron a don Pedro para que el los guiara

Los metió por San José a salir a San Lorenzo
Allá agarraron la lancha a bajar a Dos Quebradas

Y de mi pueblo pa bajo todos se iban desplazando
Toda mi gente lloraba y los niños iban temblando

Ciento veinte eran los hombres que llegaron al Alto Naya
Armados hasta los dientes como si fuera batalla.

Caminaban día y noche aprovechando la luna
Y los campesinos del Naya no tenían ni una aguja

Todo tiene su principio y también tiene su fin…
… Buscando la salvación la gente se desplazó.