Seguridad “democrática”… Ejercito destruye visibilización de Zona Humanitaria y protege la siembra ilegal de palma aceitera
Amenazas a denunciantes de la ilegalidad de la palma, a acompañantes nacionales e internacionales
“Dame apoyo, ¡ oh Dios ¡, porque el hombre destruye,
todo el día nos atacan, nos oprimen.
Los ambiciosos nos pisan sin cesar:
Innumerables son los que me atacan…
Todos sus pensamientos son en daño nuestro;
Se conjuran, se ocultan espían nuestras pisadas,
Tratando de atrapar nuestras vidas” Salmo 56, 2-3, 6
RESUMEN
Mientras el Presidente URIBE desarrolla en Bogotá un cuestionado consejo comunitario con delgados de algunas comunidades indígenas, en la que ha reiterado, ante la negativa de muchas organizaciones y comunidades indígenas de asistir, que la política de seguridad no es destrucción si no construcción, que es para la protección y las garantías de todos los colombianos, hoy mismo en horas de la mañana, las comunidades afrodescendientes y mestizas del Jiguamiandó han sido víctimas de la destrucción de la Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho”, con el arrasamiento de todas las cuerdas de nylon y de las maderas que constituyen la Malla de la Vida por parte de unidades de la Brigada 17, cuyo máximo comandante es el Presidente URIBE
A pesar de las dificultades de comunicación por lo aislado de los lugares humanitarios, nuestra Comisión de Justicia y Paz, recibió un reporte inicial que da cuenta del comportamiento hostil de los efectivos regulares de la Brigada 17, en los últimos 8 días, contra la población civil. Las actuaciones estatales a través de las Fuerzas Militares han ido creciendo en agresión contra las comunidades afrodescendientes, lo que requiere una actuación inmediata del poder ejecutivo a fin de evitar daños irreparables.
Desde el 9 de septiembre, día nacional de los Derechos Humanos, los pobladores afrodescendientes, sus acompañantes internacionales de Estados Unidos delegados de – Fellowship de la Universidad de Collegeville en Minnesota y congregaciones religiosas católicas – y delegados de Canadá que forman parte del PASC e integrantes de nuestra Comisión de Justicia y Paz, han observado al menos 300 militares en un operativo militar en el que se ha amenazado de muerte y con actuar como paramilitares, se ha intimidado, se ha torturado psicológicamente, se ha sitiado a la población, se han consumido abusivamente bienes de supervivencia de la población civil y se ha destruido toda la Visibilización de las Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho”, se ha amenazado a los acompañantes internacionales y nacionales.
La propuesta de Zona Humanitaria que es un mecanismo de concreción del Derecho Internacional Humanitario, que posibilita la distinción territorial de pobladores civiles de los combatientes por ser un espacio perfectamente visibilizado, de propiedad comunitaria-familiar, en el que se habita, se trabaja – siembras de pan coger en su interior o su entorno -, se estudia – desarrollo de propuestas de etno educación -, se previene -el desplazamiento forzado, y las violaciones de derechos humanos- , que se ubica en lugares que no son estratégicos en los modelos de guerra estatal ni guerrillero, que es reconocido por la Corte Interamericana de Derecho Humanos en sus resoluciones, ha sido nuevamente desconocida por el Estado colombiano con su destrucción
Mientras esto ocurre con los pobladores afrodescendientes, en el caserío de Andalucía, Bijao, Cetino, Las Menas, mejoras de los Territorios Colectivos, de las que sus pobladores fueron desplazados forzadamente en desarrollo de estrategias paramilitares desde el 2001, de acuerdo con reportes de testigos, las unidades militares de la Brigada 17, continúan acompañando con un significativo destacamento militar, la adecuación de propiedades para la siembra de palma por parte de empresas privadas.
Igualmente, nuevas amenazas de muerte por paramilitares se han proferido sobre los pobladores cobijados con medidas provisionales de la Corte Interamericana que se han atrevido a denunciar la apropiación ilegal de mejoras para la siembra de palma dentro de los Teritorios Colectivos.
La actuación militar se encuentra en contravía de todas las Recomendaciones, Resoluciones emitidas por entidades referidas al problema agrario o los derechos de los afrodescendientes, aunque se pretenda legitimar con el discurso de la seguridad “democrática” y el supuesto cumplimiento empresarial de la legalidad. En particular los compromisos asumidos por la Vice Presidencia de la República respecto al respeto a las Zonas Humanitarias por parte del Gobierno Colombiano y la resolución oportuna de la problemática generada por la siembra de palma dentro del Territorio Colectivo del Curvaradó y Jiguamiandó están siendo sistemáticamente incumplidos.
Situación similar se presenta en Caño Claro, Territorio Colectivo del Curvaradó, donde los propietarios de sus mejoras sin ningún consentimiento están siendo sometidos al arrasamiento de recursos forestales, canalización de las aguas, y las presiones para vincularse al proyecto agroindustrial de Palma Aceitera al que estos se han negado.
La actuación militar es coherente con los principios de un ESTADO DE HECHO, obra en consonancia con una política de seguridad que defiende, que protege los derechos de unos pocos por encima de grupos vulnerables, en este caso, de los afrodescendientes. Política de seguridad que desconoce la Constitución y la ley interna y las recomendaciones y resoluciones del sistema interamericano de Derechos Humanos, amparándose en el silencio de las máximas instancias de mando de las Fuerzas Militares.
Mientras la actitud de animadversión contra el proyecto de vida de las comunidades, quienes afirman integralmente sus derechos a la vida y al territorio, es evidente que se protege a las empresas palmicultoras que ilegalmente siembra palma y destruyen ecosistemas de altísima biodiversidad. Entre tanto, en Llano Rico, a pocas horas de ahí, en Mutatá, Barranquillita, Belén de Bajirá continúa el control de la estrategia paramilitar. En el casi de Llano Rico, ellos son la autoridad pública que sanciona amarrando, golpeando, castigando y golpeando a los campesinos que consideran tienen conductas disfuncionales, ellos mismo fueron los convocantes a una reunión del Plan Colombia
SOLICITUDES
A los grupos de solidaridad con las comunidades del Bajo Atrato, a la comunidad de derechos humanos comunicarse, en lo posible telefónicamente con la
Vice Presidencia de la República 571 3344507 / 57 3107720130 / 57 3152100467 / 57 3104812772
Expresando,
1. que conocen la situación que están viviendo las comunidades de agresiones militares desde hace 15 días, entre ellas la destrucción de la VISIBILIZACION DE LA ZONA HUMANITARIA “BELLA FLOR REMACHO”, la AMPLIACION DE LA SIEMBRA ILEGAL DE PALMA Y LA PROTECCION A LOS EMPRESARIOS, las AMENAZAS DE MUERTE Y DE EXPULSION A ORGANIZACIONES INTERNACIONALES Y NACIONALES DE OBSERVACION Y DE DERECHOS HUMANOS y LA CONVERSION DE MILITARES EN PARAMILITARES PARA ATENTAR CONTRA LA VIDA
2. su preocupación por el incumplimiento sistemático de las medidas resueltas por la CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS.
Solicitando con carácter URGENTE
1. El respeto a los derechos a la vida, a la integridad personal de los integrantes de los Consejos Comunitarios del Jiguamiandó y Curvaradó y sus Zonas Humanitarias y el debido respeto a la asistencia humanitaria de organismos internacionales y nacionales
2. La convocatoria EXTRAORDINARIA de una reunión con la participación de la Vice Presidencia de la República, Ministerio del Relaciones Exteriores, Ministerio del Interior, Ministerio del Medio Ambiente, Defensoría Nacional del Pueblo, Procuraduría General de la Nación, Oficina del Alto Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Organismos humanitarios internacionales a fin de conocer la CONSTANCIA DE LAS COMUNIDADES Y LAS PROPUESTAS INMEDIATAS DE ACTUACION.
HECHOS EN DETALLE
* Sábado 17 de septiembre 3 campesinos de los Consejos Comunitarios que salieron del caserío Santa Fe de Churima fueron abordados por 6 militares, quiénes expresaron: “ustedes no se confíen de que somos el ejército nosotros somos lo paramilitares”. Dentro de los uniformados se encontraba un exguerrillero de las FARC EP, que dejó este grupo desde hace más de 2 años, apodado El Moño, y quien al parecer hizo parte de las estructura militares encubiertas de tipo paramilitar
* Domingo 18 de septiembre, hacia las 8:00 a.m. un helicóptero militar aterrizó en Santa Fe de Churima con nuevos destacamentos militares, que se suman a los más de 300 que se encuentran en la cuenca del río Jiguamiandó.
* Lunes 19 de septiembre hacia las 12:20 p.m. 8 militares llegaron a Santa Fe de Churima a preguntar por la existencia de una tienda de abarrotes, minutos después cuando los pobladores se dirigían a sus lugares de trabajo a recolectar la cosecha de yuca, fueron impedidos por integrante de la Brigada 17 a salir. Los militares expresaron que se había expedido una orden del mando del operativo en el sentido de que no podían ir a trabajar si no hasta el siguiente día.
* Martes 20 de septiembre, pobladores testimoniaron a nuestra Comisión de Justicia y Paz, que el empresario JAIME SIERRA, continúo transportando semillas hacia el punto conocido como LAS MENAS, dentro del Territorio Colectivo.
Otros campesinos manifestaron que en PLAYA ROJA y LLANO RICO los mismos “civiles” armados de la estrategia paramilitar continuaron promoviendo la siembra de palma
De la misma manera en Caño Claro, trabajadores de las empresas palmicultoras continúan intimidando a los pobladores o presionando para que entreguen sus tierras, mientras las parcelas se encuentran abandonadas estos deforestan, entre ellos un hombre conocido como DIOMEDES
* Jueves 22 de septiembre otros 3 campesinos de los Consejos Comunitarios que se dirigían hacia el caserío de Caño Seco se encontraron con uniformados en el sitio llamado “Puente de Tilín”, quiénes les preguntaron por su lugar de destino, y luego cuestionaron a los acompañantes nacionales e internacionales, expresando: “ustedes no crean las cosas que esos gringos y esos de las ong les dicen, no se dejen engañar” (…) “Por qué están en esa zona y no en sus fincas, vayan a sus lugares ?
Este día los soldados se robaron un marrano de propiedad familiar de una habitante de la Zona Humanitaria “Bella Flor- Remacho”
Este mismo día, un helicóptero particular aterrizó en el lugar conocido como Bracito, en el que al parecer, alguno de los sectores empresariales de la palma anunciaron el inició de la siembra de 6000 hectáreas de palma
* Viernes 23 de septiembre un integrante de los Consejos Comunitarios de los afrodescendientes que salió de Santa Fe de Churima hacia la Zona Humanitaria Bella Flor-Remacho fue abordado por un grupo de militares adscritos a la Brigada 17, quienes lo interrogaron, lo sindicaron falsamente de estar siguiendo al ejército, luego de requisarlo totalmente y de esta afirmar ser poblador civil, lo dejaron ir diciéndole: “lárguese que usted no sirve para mierda”
Hacia las 11:45 a.m. un militar de la Brigada 17 con el apellido LOPEZ en su uniforme ingresó a la Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho”. El militar se saltó los distintivos de protección y de identificación de la propiedad humanitaria ante lo cual los pobladores insistentemente le exigieron retirarse del sitio, de respetar los derechos de la población y la propiedad privada. Este uniformado nunca respondió, y solo preguntó por la presencia de los acompañantes nacionales y los “gringos” –refiriéndose a Fellowship de la Universidad de Collegeville en Minnesota y congregaciones religiosas católicas- que se encontraban en el lugar. Debido a la exigencia de la población y cuando observó la presencia de los acompañantes se retiró de la Zona Humanitaria. El militar permaneció por 5 minutos en el interior del espacio humanitario.
A las 12:20 p.m. llegaron 12 militares nuevamente, pero se ubicaron en el entorno de la Zona Humanitaria de “Bella Flor-Remacho”, entre ellos se logró identificar en sus uniformes los apellidos MARTINEZ y ROMERO. Los militares ante la actuación de los acompañantes nacionales e internacionales expresaron que “habían matado un cerdo por equivocación, que recibieran la plata”. Los militares permanecieron en el lugar hasta la 1:20 p.m. requiriendo los botes de la comunidad, a lo que los pobladores se negaron.
* Sábado 24 de septiembre hacia la 9:00 a.m. aproximadamente, 4 jóvenes afrodescendientes de la Zona Humanitaria “Bella Flor-Remacho” fueron detenidos por militares de la Brigada 17, cuando regresaban en canoa por el río Jiguamiandó de recolectar plátano para la alimentación de la comunidad.
Los efectivos regulares le gritaron a los jóvenes: “deténgase o les disparamos”. Luego de acercarse a la orilla en que se encontraban los uniformados, estos les exigieron el bote para transportarse, los jóvenes se negaron a aceptar la petición. Los militares entonces amenazaron a los jóvenes con quitarles el bote. Minutos después los dejaron continuar su navegación hacia la Zona Humanitaria.
A las 10:00 a.m. un grupo de mujeres que iban en un bote a recoger sus productos de pan coger para alimentarse, fueron retenidas por militares de la Brigada 17. Los uniformados les solicitaron el bote, a lo que estas se negaron por que iban en búsqueda de alimentos, y las intimidaron manifestando: “Bueno, ustedes no nos pasan, pero con el tiempo, el joven motorista tendrá que venir por nosotros, todos van a hacer lo que digamos, y vendrán aquí a llorar hasta su presidente-refiriéndose a las autoridades de los consejos comunitarios-”.
Militares abordaron a varios niños que venían por el camino a pie hacia la Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho”, les entregaron unas fotos, que los militares han tomado del saqueo de viviendas, ordenándoles recibirlas y mostrarla en el espacio humanitario, con el siguiente mensaje: “dígale a los gringos y a los acompañantes que recojan sus corotos que no tienen nada que estar haciendo aquí, que se larguen de aquí, que se vayan pronto”
Entre las 12:20 p.m. y la 1:00 p.m. se escucharon 12 tiros de fusil.
Pobladores de la cuenca del Jiguamiandó observaron entre Santa Fe de Churima y la Zona Humanitaria de “Bella Flor Remacho” militares de a Brigada 17 con dos encapuchados.
A las 2:00 p.m. a un poblador del Consejo Comunitario en su mejora ubicada a 20 minutos de la Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho”, lo encañonaron, lo intimidaron y lo amenazaron. Luego tomaron varios de sus productos de pan coger y los consumieron.
A las 7:30 p.m. nuestra Comisión de Justicia y Paz conoció que en Llano Rico en donde ha habido un despojo de tierras, o la compra ventas por presión de paramilitares, durante la semana, los “civiles” armados de esta estrategia continúan con abusos sobre los pobladores obligándolos a participar en los programas de Plan Colombia y ejerciendo mecanismos de castigos sobre personas a las que ellos conciben como disfuncionales al orden, amarrándolos de las manos, sometiéndolos a castigos públicos de aleccionamiento
* Domingo 25 de septiembre 7:00 a.m. aproximadamente, 180 militares de la Brigada 17, entre ellos un encapuchado, luego de destruir la Malla de la Vida, hecha en cuerdas de Nylon, con maderas cruzadas, banderas y signos de las comunidad nacional e internacional, ingresaron a la Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho”.
A pesar de la exigencia de los acompañantes nacionales, quiénes recordaron los derechos de la población, las medidas provisionales de la Corte Interamericana, el carácter de lugar privado que el Gobierno se comprometió a respetar, los militares arrasaron con la visibilización de lugar y permanecieron 30 minutos en el sitio, luego del cual salieron. Los militares expresaron: “Ustedes no saben un culo, cuando nos volvamos paras vamos a volarle la cabeza a esos gringos y a esos acompañantes nacionales”
5 minutos después, un bote que bajaba con habitantes de la Zona Humanitaria “Nueva Esperanza”, hacia la Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho” los militares lo obligaron a detenerse, el integrante del Consejo Comunitario les expresó: “si quieren quedarse con el bote, tómenlo, pero yo no hago lo que va contra nuestros principios”.
Los militares entonces tomaron el bote, como se les dificultó el uso de la embarcación de madera, tomaron al joven, lo amenazaron y lo obligaron a cruzar a un grupo de militares
A las 8:30 a.m. los 200 militares con el encapuchado pasaron por la Zona Humanitaria de “Nueva Esperanza” minutos después, 50 metros más arriba, del lugar de la población, se hicieron en la orilla del río Jiguamiandó costado derecho aguas arriba, allí detuvieron dos embarcaciones pequeñas de madera que bajaban de la Zona Humanitaria de “Pueblo Nuevo”. A los afrodescendientes les quitaron las embarcaciones y empezaron a cruzar el río Jiguamiandó.
Cuando los acompañantes nacionales se acercaron y les reiteraron el respeto debido a la población civil y sus bienes de supervivencia ante los daños en varias mejoras que se han cometido, los militares de la Brigada 17 expresaron: “esos gringos h.p y acompañantes, mejor que se vayan a Cuba, mientras estén estos internacionales y ong esto va a ser un mierdero, vamos a ir por los extranjeros, vamos a las embajada para que los saquen de nuestro país, y a los otros ya se verá”.
Hacia las 11:00 a.m. terminaron de cruzar el río Jiguamiandó
Entre tanto, este mismo domingo 25 de septiembre, entre las 10:00 a.m. y las 11:00 a.m. en Belén de Bajirá, algunos “civiles” armados de la estrategia paramilitar en varios establecimientos públicos expresaron entre las 10.00 a.m. y las 11:00 a.m. que iba aparecer por ahí un muerto, de esos que hacen reclamos por lo de las tierras, que informan a las ong de todo lo que pasa, “vamos a salir raspando a alguno, a ver si se callan y dejan de joder todo”
LINEAS DE INTERPRETACION
No importa si se trata de niños o de mujeres. No importa si se trata de afrodescendientes. No importa si se trata de patriarcas y matriarcas. No importa si se trata de Territorios Colectivos. No importa si se trata de Derechos consagrados en la Constitución y la Ley. No importa si existen compromisos suscritos con la comunidad de derechos humanos. No importa si existe observación internacional. No importa si existe presencia de iglesias cristianas y de derechos humanos.
Nada importa, solo importa la aplicación de una política de seguridad así se destruyan los derechos, así se coloque en altísima vulnerabilidad la sobrevivencia de un pueblo afro. No importa la vida, solo importa el progreso, la siembra de la palma, el “desarrollo” y la “reconciliación” a la fuerza, la legitimación de la apropiación ilegal, el silencio total.
Los hechos arriba descritos muestran por si mismos, que la política de seguridad es la reingeniería de la Doctrina de la Seguridad Nacional. Los abusos son parte de la lógica que legitima el comportamiento militar. Se impone la política de seguridad a partir de los abusos, de las amenazas, de la destrucción de las propuestas humanitarias de la población.
La propuesta de Zona Humanitaria que es un mecanismo de concreción del Derecho Internacional Humanitario, que posibilita la distinción de pobladores civiles de los combatientes, que previene violaciones de derechos humanos e infracciones al Derecho Humanitario, son desconocidas por las fuerzas militares que obran en consonancia con la política de seguridad.
La actuación militar se encuentra en contravía de todas las Recomendaciones, Resoluciones emitidas por entidades referidas al problema agrario o los derechos de los afrodescendientes, aunque se pretenda legitimar con el discurso de la seguridad “democrática” y el supuesto cumplimiento empresarial de la legalidad.
En particular los compromisos asumidos por la Vice Presidencia de la República en el seno de la Corte Interamericana respecto al respeto a las Zonas Humanitarias por parte del Gobierno Colombiano y la resolución oportuna de la problemática generada por la siembra de palma dentro del Territorio Colectivo del Curvaradó y Jiguamiandó están siendo sistemáticamente incumplidos.
En menos de 8 días, la actitud de animadversión contra el Proyecto de Vida de las comunidades afrodescendientes que habitan en la Zonas Humanitarias, y los habitantes del Jiguamiandó es creciente, en lo cuantitativo y lo cualitativo. A quienes afirman integralmente sus derechos a la Vida y al Territorio solo la agresión. A los que afirman sus derechos ante el poder arbitrario, bárbaro y excluyente empresarial paraestatal represión, restricción de derechos. A los que acompañan como signo de solidaridad internacional y sentido de fortalecimiento del Estado de Derecho amenazas de muerte.
A los que actúan desde el poder de la ilegalidad, absoluta y total protección a lo mal habido, a las estructuras criminales armadas encubiertas de tipo paramilitar. La actuación militar es coherente con los principios de un ESTADO DE HECHO, obra en consonancia con una política de seguridad que defiende, que protege los derechos de unos pocos por encima de grupos vulnerables, en este caso, de los afrodescendientes. Política de seguridad que desconoce la Constitución y la ley interna y las recomendaciones y resoluciones del sistema interamericano de Derechos Humanos, amparándose en el silencio, en la sordera o en la complacencia de las máximas instancias de mando de las Fuerzas Militares.
Política de seguridad que ampara la destrucción de la biodiversidad, el aniquilamiento de los territorios que por su riqueza por hectárea cuadrada en especies y aguas es salvación para la humanidad. Política de seguridad de unos, los más deben ser extinguidos, destruidos, expulsados, controlados, encarcelados o aniquilados, igual ya se les amenazó de muerte. Tanta soberbia, tanta prepotencia no comprende de límites ni de derecho, solo comprende obsesivamente de la muerte, de la destrucción, del instinto egoísta. No hay alma no hay sensibilidad humana. Solo existe la fuerza, el poder, la protección de los intereses de unos pocos.
Bogotá, D.C. Septiembre 25 de 2005
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ