Segunda verificación en el Resguardo Santa Rosa de Guayacán, comunidad Nonam
Horas y más horas, hasta sumar cuatro días. Entre el 9 y el 13 de julio, luego de once meses y cinco días del desplazamiento forzado, 28 integrantes de la comunidad Nonam realizaron su segunda entrada de armonización, práctica medicinal, dignificación y verificación.
AFIRMACIÓN, ARMONIZACIÓN Y DIGNIFICACIÓN
Los efectos del desplazamiento causado por la operación paramilitar, en medio de una significativa presencia de la Brigada Fluvial de Infantería de Marina No.2 entre los ríos San Juan y Calima han sido profundos. Por eso, la entrada desde el lugar de desplazamiento en Buenaventura fue orientada por sus médicos tradicionales para restablecer su relación vital con el territorio, recuperar vida, sanar el cuerpo y el alma.
Reencuentro físico y espiritual en su espacio vital en el que fueron a escuchar a la pacha mama su sentir ante las decisiones que están tomando para exigir y afirmar las condiciones dignas para el retorno definitivo al territorio.
A los niños-as, jóvenes, adultos hombres y mujeres de la comunidad indígena, se les sumaron 34 personas más. Organizaciones internacionales, Peace Brigades International, PBI: International Peace Observatory, OIP; Proyecto de acompañamiento y solidaridad con Colombia del Canadá, PASC; y las nacionales como la organización JUBCA – Jóvenes unidos por el bienestar de Calima – y la Comisión de Justicia y Paz
Los indígenas testimoniaron lo que sucedió hace casi un año y la ausencia de respuesta eficaz en el orden local y nacional del gobierno.
Han pasado nueve meses desde la presentación de su pliego de exigencias al gobierno nacional y distrital buscando su retorno al territorio cinco meses de compromisos del comité distrital de Buenaventura; tres meses de la sentencia por fallo de tutela en la que se ordena su atención integral y diferencial inmediata y nada, absolutamente, nada pasa.
Su muerte física, cultural y la del alma es lenta pero asegurada con la inacción institucional. Dos niñas, su futuro han muerto por la no atención integral y diferencial. Las amenazas paramilitares se han reiterado. De regresar serian asesinados, algunos de sus líderes. Las amenazas se producen en el Calima y en Buenaventura.
Las autoridades y médicos tradicionales iniciaron la armonización territorial, luego de solicitar a la Pacha Mama, el permiso para pisar de nuevo el territorio el ingreso colectivo fue permitido.
El contraste de las viviendas dignas que levantaron con lo que parecía un poblado llevado por la vejez abandonada con el paso de la hora se convirtió en un lugar de la esperanza. 17 casas lograron ser limpiadas.
Cada familia con el ritual se acercó al espacio de su intimidad. Al ingresar a las viviendas vinieron las lágrimas, brotaron los recuerdos de ese doloroso día de agosto, pero también el sentimiento del arraigo. Cada grupo familiar limpió su vivienda, evalúo el estado de su nicho y calculó cuanto tiempo requería para volver hacer de aquel lugar lo que fue, pasaron los minutos, las horas y los días, y ese lugar de ensueño volvió aparecer.
En la minga Nonam, los extraños, se hicieron propios, apoyaron la habilitación de espacios para la dormida, la alimentación, el baño… y por supuesto la recreación.
La esperanza no se muere, a pesar de los niños muertos en el desplazamiento, las horas permitieron ubicar los lugares donde serán construidas las viviendas de los nuevos hogares conformados.
Una y otra mano lograron con el paso de las horas limpiar los hogares de bienestar familiar, las aulas de clase, la biblioteca, lo que queda del trapiche comunitario, el área del galpón y las cocheras, y los sistemas de recolección de agua lluvia. .
Unas horas de ese día de trabajo abrieron el camino que conduce a la quebrada de agua transparente. Allí los 62 cuerpos vibraron de alegría en el alma.
La armonización orientada por el médico tradicional, el segundo día se concentró en el inventario vital de la medicina ancestral, de la sabiduría médica
Durante varias horas se prepararon con distintas plantas mezcladas algunas muestras de medicamentos preventivos. También el biche, producción etílica artesanal. Para los Nonam la naturaleza es el poder preventivo y curativo.
Esa medicina preventiva es para salvaguardar la vida y el territorio. El apoyo mutuo afros e indigenas son una fórmula. Desde el desplazamiento se fortaleció la unidad en torno a la defensa de vida y del territorio con las comunidades negras, con los mestizos en el Calima y de otras regiones de Colombia y el mundo.
Pero, no solo fue la medicina, también la recuperación de semillas nativas de pan coger. Sin comer no se resiste, no se armoniza y no se retorna. En esas mismas horas, se avanzó en la siembra de papa china, banano, yuca, piña, caña y algunas plantas medicinales
Hoy la persistencia de la amenaza de estrategias criminales de tipo paramilitar, la continuidad del conflicto armado en la región, les ha llevado a resignificar la forma de habitación. Hoy hablan de un Resguardo humanitario.
La violencia rompió su armonía. Hoy necesitan de ese espacio territorial para que sea posible la unidad en su vida.
Así, instalaron dos nuevas vallas donde visibilizan que la guerra existe, que los civiles como ellos tienen derechos, que su territorio es consustancial a sus posibilidades de vida.
Días atrás sobre el bajo Calima en la comunidad del Km 2 o Villa Stella, sector del Gallinero dos policías murieron con arma de fuego. Antes de estos hechos habían aparecido panfletos anunciando limpieza social, contra ladrones, consumidores de droga, prostitutas y quienes se encuentren en la calle en horas no autorizadas.
Nada de lo sucedido será sancionado. Desde hace más de un año su desplazamiento fue denunciado y nada ha pasado en materia de investigación. La impunidad asegura la repetición de nuevos hechos de violencia
Los represores, saben muy bien de eso, y cuando se trata de proteger a los inversionistas, así estos lo hagan de mala fe, la violencia se justifica.
En el Km 9, luego de la quema de los ranchos y la prohibición por parte de la fuerza pública para realizar las prácticas tradicionales en su territorio ancestral, avanzan las obras del gran proyecto portuario de Agua Dulce.
En la comunidad de La Colonia, un atentado con arma de fuego de una líder educadora, parte de la junta del consejo comunitario y luego el asesinato de un joven cuando se encontraba en su lugar de residencia. Los abusos militares son recurrentes y recientes sobre el sector de la Quebrada Ordoñez. Allí los efectivos regulares cercaron a los nativos y les impidiendo su salida, lo mismo que el ingreso de familiares o vecinos al lugar.
Las amenazas, los temores cunden. Se escuchó en esas mismas horas, en esos mismos días que la guerrilla de las FARC EP distribuyó volantes en caseríos distantes a varias horas. Muchos temen y dudan, La última vez los volantes tenían el nombre de un grupo y eran del otro. En la guerra también se miente.
Horas y horas hasta completar cuatro días, lo derruido, la armonía perdida, vuelve aparecer y encontrarse. Entre cantos, entre rimas, entre rituales, cuando el cuerpo es el alma y el alma es el cuerpo, cuando el cuerpo es comunidad que se indigna y se dignifica. Las últimas horas fueron de alegría, de expresiones diversas, de los sentimientos y de las razones por las cuales volver.
Al regreso a Buenaventura una vez más la inacción del gobierno se volvió razón para el regreso. Los compromisos asumidos días antes por la administración municipal para instalar tanque para el almacenamiento de agua potable, adecuación de baños y duchas, instalación de energía, acondicionamiento de cocina, espacio de atención a niños y niñas de guardería, escuela y condiciones de habitabilidad en el albergue no se cumplieron
La armonía del alma indígena no es la mentira y dilación institucional. Es algo que va más allá de los cálculos de rentabilidad. No es injusticia, ni la mentira, ni la corrupción ni la violencia institucional. La armonía es la dignidad reconocida.
Vienen nuevas horas y nuevos días donde la dignidad será reconocida por la decisión propia de regresar al lugar del inició, donde todo ha sido armonía.
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz