Se anuncia Incursión Armada de tipo paramilitar – Persiste Operación Militar contra CAVIDA
HOSTIGAMIENTOS, INTIMIDACIONES, SEÑALAMIENTOS
Desde el 13 de mayo se inicio un operativo militar en la Cuenca del Cacarica, bajo Atrato, departamento del Chocó, por parte de unidades militares del Batallón Voltígeros de la Brigada XVII. En desarrollo de la actuación militar se han presentado actuaciones que han ilegitimado la actuación estatal. En ella han participado paramilitares, las unidades oficiales han proferido amenazas de muerte contra los integrantes de CAVIDA, entre ellos menores de edad, han hecho graves señalamientos a los Coordinadores de la organización afrodescendiente, a los miembros de la comunidad internacional y nuestra Comisión Justicia y Paz. Las unidades militares han usado indebidamente propiedades de la población civil, han anunciado que van a capturar a miembros de CAVIDA y de JUSTICIA Y PAZ en un proceso de judicialización reflejando la absoluta ausencia de independencia del aparato de justicia del militar, han desarrollado técnicas de operación psicológicas de intimidación.
Hoy un mes después de iniciada la actuación militar se continúa percibiendo que las actuaciones psicológicas de intimidación y de señalamientos configuran una persecución. Su sistematicidad indica que se está ambientando una operación contra las comunidades, que controladas socialmente – a través de la amenaza de judicialización de coordinadores de CAVIDA e integrantes de Justicia y Paz, de la violación de derechos humanos con daños irreparables, de la implementación de “cooperativas” y testaferratos – hacer posible abrir la expansión de la siembra de Palma Aceitera y de Coca, y la explotación de las machas de árboles de cativo, sin ningún costo legal, ni ético ni político, produciendo un nuevo desalojo y una nueva modalidad de colonización
Cada vez más las informaciones recaudadas en el municipio de Riosucio, las afirmaciones expresadas por los funcionarios de la Alcaldía, la actitud de las Fuerzas Militares en desarrollo de sus operaciones armadas, la ausencia de una confrontación militar y desmantelamiento de las estructuras armadas encubiertas de tipo paramilitar, ubicadas a menos de dos horas del lugar, de los operativos regulares, la dilación en las actuaciones preventivas de parte del Gobierno central y la negativa adoptar medidas administrativas, muestran a todas luces el desarrollo de una estrategia de control que sobre la filosofía de la “Seguridad Democrática” y “Estado Comunitario”, está justificando los abusos, la negación del derecho a la libre asociación, a la supervivencia y existencia como comunidad en un Territorio Colectivo con la finalidad de imponer un modo de desarrollo económico y social
° Martes mayo 27 en horas de la mañana un integrante de las estructuras militares encubiertas de tipo paramilitar que operan en el casco urbano del municipio de Riosucio en el Chocó, informó a algunos pobladores que, durante las próximas semanas se produciría una incursión armada a las Zonas Humanitarias del Cacarica. La operación militar tendría como objetivo controlar las actuaciones de CAVIDA, neutralizar la actuación de Justicia y Paz, evitar las presiones que se han desarrollado por la seguridad brindada a la empresa Maderas del Darién dentro del Territorio Colectivo, amparados y apoyados por los paramilitares con la base paramilitar que se encuentra en La Balsa, a menos de dos horas de las Zonas Humanitarias.
De acuerdo con la fuente, al parecer el llamado Comandante MARIO, expresó a las unidades paramilitares que es necesario controlar el proceso de CAVIDA, “ es preciso hacer algo con los de Justicia y Paz, y ojalá en el momento de la operación, ellos se encuentren allí”. Agregó el testigo que la planeación de la operación armada no tendría mayores dificultades, pues todo está controlado hacia la frontera con Panamá.
° La empresa Maderas del Darién ha iniciado una recolección de firmas en el casco urbano del municipio de Riosucio en las que quiénes suscriben el documento manifiestan que las denuncias de Justicia y Paz son falsas, pues no es cierto que se estén desarrollando aprovechamientos forestales de modo ilegal.
° Jueves 5 de mayo, en el periódico municipal “SELVA HUMEDA”, mes de mayo, edición Nro. 1, “Publicación Institucional”, contiene un artículo titulado: “Secretaria de Gobierno denuncia: CAMPO DE CONCENTRACION EN CACARICA”
Con extrema preocupación ven las autoridades de Riosucio el tema de las comunidades de paz en Cacarica. El Secretario de Gobierno, Benjamín Palacio, aseguró que la problemática se presenta en límites con Cacarica, donde la ONG Justicia y Paz tiene a la comunidad en lugares muy
parecidos a guetos que a una verdadera comunidad de paz. Según el funcionario la gente vive encerrada con alambres y no tiene comunicación con el mundo exterior. Añadió que son personas que han sido malogradas en su cultura, en su idiosincrasia y que hasta las autoridades civiles
tienen que pedir permiso para poder ingresar a ellas.
“Quisiéramos que el Estado, a través de la fuerza pública, hiciera presencia porque tenemos conocimiento que en esos asentamientos hay guerrilleros infiltrados”, dijo.
Aseguro que dirigentes de la región han sido amenazados por denunciar dichos atropellos, que de 400 viviendas que se tenían proyectadas construir solo se hicieron 40 y que el resto del dinero no aparece. Incluso, aseguro que una lancha, cuyo costo fue de 17 millones de pesos,
fue varada y aparece en tierra para que los habitantes de las comunidades no salgan a denunciar las anomalías que se presentan”.
° Viernes 6 de mayo, en el casco urbano del municipio de Riosucio, se realizó la presentación de los primeros soldados campesinos del municipio y las políticas de Frontera con Panamá, por parte de la Ministra de Defensa MARTHA LUCIA RAMÍREZ, la Ministra de Relaciones Exteriores CAROLINA BARCO y con la presencia del Comandantes de las Fuerzas Militares del Estado Mayor Conjunto. En desarrollo de dicha actividad funcionarios de la Alcaldía de Riosucio expresaron que en el Cacarica era necesario intervenir, pues allá se encuentra un campo de concentración, y se refirieron en términos similares a los contenidos en la comunicación escrita en el periódico “Selva Húmeda, sobre el proceso de CAVIDA y nuestra Comisión Justicia y Paz.
° Jueves 12 de mayo, entre las 15:20 horas y las 16:15 se produjo el sobrevuelo de dos helicópteros militares. Uno de ellos aterrizó e uno 500 metros de la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios” , mientras el otro sobrevolaba las Zonas Humanitarias “Nueva Vida” y “Esperanza en Dios”.
En “Nueva Vida” desde el helicóptero militar arrojaron papeles en los alrededores de la Malla de Vida, que delimita la propiedad privada de carácter colectivo de CAVIDA, y algunos que cayeron en el interior de la Zona Humanitaria.
En los papeles dice textualmente en una de sus caras:
“Mientras ellos se enriquecen y gozan de comodidades, usted arriesga su vida y pasa necesidades. ¿qué está esperando? ¡Vuélese!”.
A la derecha aparece un dibujo de unos hombres de uniforme, uno dice a los demás: “La misión de ellos es dar la vida para protegernos, ja ja ja…”
En la parte posterior dice: “Sus jefes no se preocupan por su vida. No luche más por ellos. Solamente esta ayudando a llenar sus bolsillos. ¿Qué está esperando?¡Vuélese! ”
A la izquierda un dibujo de un campesino y detrás de él varios cadáveres. El campesino dice: ” … Están muriendo por que causa? ”
Hacia las 16:30 horas, 2 jóvenes de CAVIDA, que regresaban de trabajos en las siembras de pan coger, fueron abordados por militares que les expresaron: “ ustedes deberían entrar al servicio militar (…) Debiéramos dejarlos aquí amarrados esta noche, aguantando zancudos (…) “De hoy a mañana entramos en esa Zona Humanitaria, estamos esperando que venga el Mayor”. Luego de requisar los costales de yuca, les dijeron “sigan, nos vemos pronto”
* Viernes 13 de junio, dos militares saltaron la Malla de Vida que delimita la Zona Humanitaria de “Esperanza en Dios” caminaron unos treinta metros al interior de la Zona Humanitaria, se regresaron y volvieron a saltarla
Nuestra Comisión Justicia y Paz, conoció del desarrollo de una operación del Gobierno Panameño en el río Tuira, en donde se encuentran más de 200 colombianos, entre ellos, algunos pobladores del Cacarica, quienes desde el 2000 debido a las operaciones militares contra CAVIDA buscaron refugio en el vecino país.
Todo los miembros de la comunidad internacional, humanitaria y solidaria, las religiosas y religiosos de la iglesia católica, los pastores y miembros de iglesias presbiteriana, metodista, menonita, los humanistas que han estado presente en el Cacarica durante este año, viviendo, compartiendo por semanas y por meses en las Zonas Humanitarias, hoy comprenden la capacidad de invención, la capacidad de engañar, la capacidad de mentir del poder Local, del poder Regional y del poder Nacional.
La verdad oficial se derrumba ante la verdad de las víctimas que como sujetos de derechos afirman su derecho a la Verdad, al Justicia, a la Reparación Integral. Por supuesto, es una verdad moral porque la capacidad de la mentira que destruye social, mediáticamente y hace carreras en los círculos de decisiones humanitarias se hace verosímil. Se cree la verdad del poder como la verdad real
Los afrodescendientes del Cacarica, como sujetos de derechos territoriales han construido propuestas alternativas de defensa del Territorio y de la Vida. Criticados y cuestionados por los poderes armados, abiertos y encubiertos, más de 85 asesinados y o desaparecidos, puestos en la lápida de sus victimarios por los poderes civiles que operan en la lógica militar.
Hoy los alcances de una propuesta de población civil en Defensa de la Vida y del Territorio construida por las comunidades del Cacarica continúa siendo sometida a una ambientación negativa que está justificando la muerte, el exterminio, la judicialización del justo … Hoy es insoportable en el modelo de políticas públicas de Derechos Humanos, proponer el respeto al principio del Derecho de Distinción que contempla el Derecho Internacional. Hoy la exigencia de una Fuerza Pública que se ajuste en los marcos de actuación del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, es ser parte del bando enemigo. Hoy afirmar la verdad, exigir justicia y reparación integral es ser guerrillero, por eso, con pasmosa simplicidad se acusa de estar infiltrado de guerrilla a las zonas humanitarias, se acusa a los acompañantes nacionales y a la comunidad internacional.
Hoy detrás de tan perversas técnicas de ejercicio del poder, se oculta la podredumbre de la corrupción, de la desviación de los intereses del servicio público para el poder privado. Hoy la defensa del Derecho a existir, sin que el territorio sea saqueado por empresas privadas, sin que se impongan autoridades que no representan a las comunidades que usan de los métodos del testaferrato, la compra de dignidad por necesidades materiales, el uso de la fuerza para sustentar un modo de sociedad y de aprovechamiento de los recursos naturales, se consolida y sigue su curso.
Hoy se evidencia que los instrumentos legales, que el Derecho, que alguna vez, pretendió limitar el uso de la fuerza, y proteger a los ciudadanos, que la Participación Descentralizada, que se concibió como profundización de la democracia es una formalidad, es una entelequia, es una quimera pues los Derechos realmente consagrados son los de la fuerza.
Ni los derechos ambientales, ni los derechos a la vida y a la Integridad personal, ni los Derechos a afirmar alternativas no violentas en Defensa de la Vida y del Territorio pareciera que no tienen hoy posibilidad de existir.
Hoy lo que se vive es otro momento en el Cacarica, la cualificación de una estrategia criminal que pasó de lo simplemente militar a copar los ámbitos propios de lo civil para intentar asegurar los proyectos agroindustriales, las propuestas de Palma Aceitera y de Coca, la explotación industrial de los últimas reservas de cativo en el bajo Atrato. Hoy el Proyecto de Vida de la Comunidad fundamentado en la experiencia de torturados, de asesinados y desaparecidos, de los bloqueos económicos, en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, en el Derecho Humanitario, en los Derechos de los Pueblos, en la ley 70 pretende ser exterminado o cooptado. Las actuaciones combinan objetivos indiscriminados y diferenciados. Se ataca a la totalidad de CAVIDA, pero al mismo tiempo se ataca a los Coordinadores. Se ataca a los acompañantes nacionales pero también a los internacionales. Se ataca a los defensores de Derechos Humanos pero también a quiénes desde la institucionalidad ejercen su deber.
Todo lo que hoy sucede se fortalece, se anima, se impulsa en la Impunidad en que han quedado los señalamientos, las falsas acusaciones, el desplazamiento de febrero de 1.997 a través de la operación militar de la Brigada XVII, la “Operación Génesis”; la impunidad en que han quedado las torturas, los desaparecidos y los asesinados; la impunidad en que han quedado los aprovechamientos ilegales de empresas madereras como Maderas del Darién, que abren paso a la Palma y a la Coca; en la complicidad expresada en el Gobierno Nacional de no asumir decisiones administrativas frente a lo militar y lo ambiental. Hoy las Zonas Humanitarias están siendo cercadas psicológica, moral, militar – la Brigada XVII a “Esperanza en Dios”, los armados encubiertos de tipo paramilitar a “Nueva Vida”, política y socialmente. Hoy el Proyecto de Vida está enfrente de un Proyecto de Muerte con mucho dinero, con mucha fuerza, con mucha presión, con mucho apoyo.
Detrás de esta guerra de mentiras, de esta guerra psicológica se pretende acabar una de las pocas experiencias de retorno que han logrado sobrevivir en el bajo Atrato., quieren el alma, el corazón, las palabras de CAVIDA, a su lado, el lado del poder, perverso y corrupto.
Bogotá, D.C. junio 14 del 2003
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ