Ricardo Guaraona Vidal

El mes de marzo en el departamento del Chocó está marcado por una trágica historia. Los ríos están limpios y cristalinos, se da la subienda del pescado, las tierras que el resto del año son fangosas en ese momento están secas y permiten que las comunidades puedan realizar la cacería necesaria para alimentar a sus familias, los arboles dan frutos, las comunidades preparan los terrenos para la siembra de Arroz y Maíz. Es verano y la vida está por todos lados.

El 31 de marzo de 2004, en el lugar conocido como La Pemada ubicado en el territorio colectivo de Jiguamiandó, Choco, fue asesinado Ricardo Guaraona, un niño de 3 años, los acontecimientos se produjeron durante un operativo militar, en el que además amenazaron y maltrataron a los pobladores del lugar, obligándolos a mantenerse sentados o acostados durante 15 horas, aproximadamente.

Durante todo ese mes en el territorio del Jiguamiandó departamento del choco se vio la presencia constante del Ejercito Nacional de Colombia y durante este tiempo se presentaron diferentes violaciones a los Derechos Humanos por parte de los militares. Torturas, detenciones arbitrarias, saqueos, amenazas y señalamientos a personas de la comunidad  fueron vividos por los habitantes de este territorio.

El 31 de Marzo del 2004 varios pobladores pertenecientes a seis familias salieron a  sus labores de cosecha cuando vieron un grupo de personas armadas y vestidas de camuflado, esto los hizo regresar a una   vivienda de la comunidad y ocultarse por el miedo que les produjo ver a estos hombres. Minutos después pasaron milicianos de las FARC vestidos de camuflado con armas de corto y largo alcance. Un tiempo después un grupo de alrededor de 50 uniformados pertenecientes al Ejército Nacional empezaron a disparar y lanzar morteros en este caso 3, por un tiempo prolongado de 15 minutos.

Mientras se realizaba el  cruce de disparos los militares gritaban a los  pobladores que vivían en la comunidad  “tírense al suelo que ustedes los tienen aquí”.

En medio del tiroteo un militar grito “un niño está muerto” y luego de esto dejaron de disparar. RICARDO GUARAONA VIDAL de 3 años de edad se encontraba en el suelo sin vida, su madre Pastora Vidal se acercó al lugar donde estaba el cuerpo sin vida de su hijo, lo levanto y regreso junto a los demás integrantes de la comunidad. Los otros niños lloraban y los militares ordenaron a una de las mujeres de la comunidad que sirviera comida a los niños.

Los militares ordenaron a los pobladores permanecer recostados en el suelo mientras otros requisaban los bolsos de todas las personas, anotaron los nombres de los menores y adultos con su respectiva cédula o tarjeta de identidad, preguntaron quiénes eran las cabezas de familia y se dispusieron a anotar toda la información recolectada.

Aproximadamente a 20 minutos del lugar Ricardo Guaraona padre de RICARDO GUARAONA VIDAL al percatarse que cesaron los disparos se dirigió de inmediato a la Pemada, pero fue detenido por un grupo de Militares quienes le expresaron “tírese al piso hijueputa guerrillero, donde tiene el fusil” “si no se queda quieto lo mato” Ricardo manifestó ser un campesino y que lo único que tenía eran sus manos para trabajar. Fue golpeado por los militares, Ricardo manifestó que quería ir a ver su familia y lo militares le preguntaron si tenía hijos a lo que Ricardo manifestó que sí, un niño de 3 años “como que ese es el que mataron” manifestó uno de los militares. Minutos después Ricardo encontró a su hijo sin vida.

A las 10:30 a.m. un militar le manifestó a Ricardo “ya la embarramos, matamos a su hijo, ¿pero que le vamos a hacer?” Ricardo exigió que dejaran velar el cuerpo del niño, pero el militar se negó y dijo que nadie podía salir. Posteriormente, los militares llevaron a los familiares del menor de edad a un lugar donde era posible el aterrizaje del helicóptero militar. Luego de caminar durante 30 minutos con los familiares del menor. Allí dos delegados de Fiscalía y un médico, le tomaron varias fotografías al niño, tomaron medidas, luego fotografiaron a su madre y padre.

Hacia las 9:00 de la noche, trasladaron los restos sin vida de Ricardo y otros dos hombres asesinados que según los militares eran guerrilleros muertos producto de un enfrentamiento en Caño Seco.

El 1 de abril de 2004, el niño fue velado en una sala costeada al parecer por la décimo séptima Brigada del Ejército.  De acuerdo con algunos testimonios, antes de las exequias mientras la familia era transportada uno de los militares tomó la denuncia del asesinato, este mismo militar les planteó a que fueran a denunciar el caso a la Personería, a la Defensoría a ver qué hacían. El efectivo regular les entregó $100.000 pesos agregándole “nosotros hasta ahí llegamos. No se preocupe por el ejército, ellos ya saben y no les va a pasar nada”. Posterior a los hechos ocurridos el día 2 de abril se realizó las exequias Ricardo Guaraona Vidal.

Si estos hechos se apartaron de la realidad Ricardo Guaraona Vidal sería una persona el cual junto a sus padres estaría viviendo bajo el seno de una familia, construyendo la esperanza junto a ellos, viviendo cada verano del mes de marzo en su territorio, disfrutando de los ríos claros, pescando para ayudar r a su familia como es costumbre y sembrando sus cultivos.

En el año 2006 la familia de Ricardo Guaraona regreso al Curvaradó  de donde fueron desplazados en el año 1997.

Hoy la familia Guaraona recuerda a su hijo y enciende una vela para que él desde el lugar que se encuentre los siga acompañando en la protección de la vida y el territorio.

 

Ricardo Guaraona en la Memoria. 

Ricardo Guaraona SIN OLVIDO.