Reacciones de la Conferencia de religiosas de EEUU ante intervención del Vaticano

Comunicado de la Junta directiva de LCWR como respuesta a la intervención impuesta por el Vaticano a esta organización que integra mas de 50.000 religiosas católicas de los Estados Unidos.


La Junta directiva de LCWR se reúne para revisar el reporte de la
Congregación para la doctrina de la fe.

Junio 1, de 2012

Comunicado de Prensa

Washington, D.C

La junta nacional de la Conferencia de Religiosas de los Estados Unidos llevó a cabo una reunión especial en Washington, DC del 29 al 31 de Mayo para revisar, y planear una respuesta al reporte expedido a la Conferencia de religiosas por la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Los miembros de la junta expresaron su preocupación tanto por el contenido de la valoración doctrinal como por el proceso mediante el cual dicho documento fue preparado. Los miembros de la junta concluyeron que la valoración está basada en acusaciones sin fundamento y que fue el resultado de un proceso defectuoso que careció de transparencia. Aun más, las sanciones impuestas fueron desproporcionadas a las preocupaciones planteadas y pueden comprometer su capacidad para llevar a cabo su misión. El reporte además ha causado escándalo y dolor en toda la comunidad de la iglesia y ha creado gran polarización.

La junta estableció que la conferencia llevará a cabo los siguientes pasos:

El 12 de Junio la Presidenta y la Directora Ejecutiva de LCWR regresarán a Roma para reunirse con el prefecto para la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal William Levada y el delegado apostólico el Arzobispo Peter Sartain para presentar y discutir las preocupaciones de la junta. Seguida a la conferencia en Roma, la Conferencia de Religiosas reunirá a su membrecía tanto en reuniones regionales como en su asamblea en Agosto y determinará su respuesta al reporte de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

La junta reconoce que esta situación ha tocado a los Católicos y no-Católicos alrededor del mundo como ha sido evidenciado a través de los miles de mensajes de apoyo y la docena de vigilias de oración que se han llevado a cabo en numerosas partes del país. La Conferencia cree que los temas de fe y de justicia que cautivan el corazón de las hermanas Católicas son claramente compartidos con muchas personas alrededor del mundo. En este tiempo en el que la Iglesia y la sociedad enfrentan gran conmoción, la junta considera que es imperativo que estos temas sean tratados por la toda la comunidad de la iglesia en un ambiente de apertura, honestidad e integridad.

A continuación artículo que explica las razones de la intervención, la postura de las religiosas implicadas.

Mensaje de Solidaridad
con las Religiosas del LCWR en los EEUU intervenidas por el Vaticano

Presentación de la Situación

¿Qué es la LCWR?

Es la Conferencia de Líderes (Superioras) de las congregaciones femeninas religiosas en los Estados Unidos. La organización comenzó en 1956 – entonces ha ofrecido casi 50 años de liderazgo al servicio de las congregaciones de religiosas en los EEUU. Es una organización con estatutos canónicamente aprobados, con nexos directos con el Vaticano.

En la época de su creación, nuestra Superiora General, la Madre Alcuin McCarthy, fue instrumento de su desarrollo en los primeros años, ofreciendo nuestra Casa Madre en Rochester, Minnesota (EEUU) como el lugar para una de sus primeras reuniones. En el transcurso de la historia de esta organización, cuatro de nuestras Superioras Generales han servido como Presidentas del grupo regional de LCWR al que pertenecemos como Congregación, lo que ha implicado su servicio en la Junta Nacional de dicha organización.

Yo personalmente, siendo parte de nuestro Equipo de Liderazgo por 12 años – primero como Vice-Presidenta o Vicaria y después como presidenta o Superiora General – fui miembro de LCWR durante estos 12 años…y estuve no solamente MUY agradecida sino también honestamente muy orgullosa de ser parte de esta organización. Participé en todas las Asambleas nacionales anuales y las reuniones regionales de esta época (1988-2000), y serví como miembro de un comité nacional – es decir, me identifiqué profundamente (y hasta ahora!) con este grupo.

Nuestra congregación ha recibido MUCHO apoyo, formación, educación e INSPIRACIÓN durante estas décadas por medio de las asambleas, presentaciones, talleres, red de comunicaciones y publicaciones…y más que todo, la experiencia de una SOLIDARIDAD entre miles y miles de religiosas en todo el país y más allá. Fue obvio – y sigue siendo así – que la organización está claramente enraizada en el Evangelio y la contemplación, expresándose en SERVICIO y compromiso, especialmente a los pobres y marginados. Realmente, es ¡una MARAVILLA compartir esta experiencia!

Es importante que ustedes entiendan que este grupo de LCWR representa la gran mayoría de las religiosas en los EEUU – en mi época, más del 95% de todas las religiosas estadounidenses. (Los religiosos tienen otra organización paralela que se llama el CMSM – la Conferencia de Superiores Mayores de Hombres.) Sin embargo, con la onda neo-conservadora que apareció a fines de los ’80, surgió, gracias al Vaticano mismo, una segunda organización que se llama CMSWR, que representa las Congregaciones femeninas más “tradicionales”, con hábitos, horarios y obras parecidas a nuestro estilo de vida en los ’50. Este grupo actualmente representa tal vez hasta el 20% de las religiosas en el país (un número que ha crecido bastante en los últimos años y que refleja esta nueva onda conservadora en la Iglesia de los Estados Unidos).

La situación actual

Es obvio que el Vaticano NO ha estado contento con la forma como ha evolucionado la vida de la mayoría de las religiosas estadounidenses en estos últimos tiempos. Parece que se ve como un desarrollo inapropiado que necesita “corrección” y “reforma”. Esto, a mi modo de ver, es muy irónico, dado que, si uno evalúa la historia de la Iglesia en los EEUU, y aún el desarrollo del país mismo desde sus orígenes, uno descubre el gran IMPACTO de la contribución de las religiosas en toda esta historia. Actualmente, hay una exposición circulando en las grandes ciudades del país que se llama “Mujeres y Espíritu: Religiosas Católicas en América” que muestra de una forma impresionante e innegable el rol de esas mujeres en la fe y la formación de la Iglesia y el país, por medio de sus miles de colegios, clínicas, orfanatos, centros de servicio social y pastoral y su gran testimonio de coraje, cuidado, creatividad e innovación que ha marcado la vida de todo el país (no contando con su influencia en otras partes del mundo).

Volviendo al tema, lo que ocurrió fue que el Vaticano inició varias investigaciones sobre la vida religiosa femenina en los EEUU:

1) Una instigada por la Congregación de Institutos de la Vida Consagrada (CICLSAL), que se llamaba una “Visitación Apostólica” de las congregaciones en sí (con visitas “oficiales” a un grupo representativo de ellas)

2) La otra conducida por la Congregación para la Doctrina de la Fe, que propuso una “Valoración Doctrinal” de esta organización de las líderes de las congregaciones por medio de su organización, la LCWR.
La primera fue iniciado en 2008, y la segunda oficialmente en 2009.
El proceso de la “Visitación Apostólica” recibió una reacción bastante fuerte y variada entre las Congregaciones femeninas; la mayoría escogió responder en términos muy generales, NO entrando en la parte que pareció realmente invasiva de su vida interna. La CICLSAL hasta ahora no ha publicado los resultados de esta “evaluación”.

La investigación a la LCWR, por otra parte, es bastante preocupante. Comenzó en 2008 cuando la Congregación para la Doctrina de la Fe informó a las líderes del LCWR, en su visita anual en Roma, que había tres razones principales para entrar en esta investigación doctrinal:

• El contenido de las presentaciones en sus Asambleas anuales, que supuestamente evidenció “grandes errores” al poner en duda varios elementos fundamentales de la doctrina de la Iglesia.

• Las políticas de disensión corporativa, refiriéndose a cartas recibidas por la Congregación para la Doctrina de la Fe de parte de varias superioras cuestionando algunas acciones de la Santa Sede en temas como la ordenación sacerdotal de mujeres o la respuesta de parte de la Iglesia a los homosexuales.

• El uso de temas de lo que se llamaba un “feminismo radical” en sus programas, talleres, etc.

En estos últimos años, el Equipo de la Presidencia de LCWR ha estado respondiendo a la Congregación para la Doctrina de la Fe, y presentando su propia posición frente a los asuntos en cuestión.
Por esta razón, cuando el Equipo de la Presidencia de LCWR tuvo su reunión anual recientemente con los oficiales de esta Congregación (el 18 de abril de este año), estaba bastante consternado con los resultados de la “Valoración” que se convirtió en “Mandato”, y que fueron presentados por medio de un documento de 8 páginas que citaba la necesidad de una “reforma” de la organización. Este proceso estaría dirigido por un delegado (el Arzobispo Peter Sartain de Seattle, WA) y otros dos obispos (uno de ellos, el Obispo Leonard Blair de Toledo, Ohio, quien fue el responsable de hacer el resumen de los dos años de investigación entregado a la Congregación).

El Mandato de esta comisión interventora incluye:

1) Una revisión de los Estatutos de LCWR.

2) Una evaluación de todos sus planes y programas, incluso sus Asambleas, presentaciones y publicaciones.

3) La creación de nuevos programas y materiales (especialmente relacionados con su programa de formación) que mostrarán un “entendimiento” más profundo de la doctrina de la Iglesia.

4) Una revisión de las normas y textos litúrgicos de sus miembros.

5) Una evaluación de las organizaciones más relacionadas con LCWR, notablemente NETWORK (grupo fundado por las congregaciones religiosas femeninas para hacer presión y cabildeo en busca de políticas federales y leyes que promuevan la justicia social y económica) y RCRI (un Centro de Recursos legales y financieros sirviendo a las comunidades religiosas).

Este Mandato está proyectado para un tiempo de hasta 5 años.
El impacto de este anuncio fue fuerte. Lo más desagradable de todo esto fue el hecho de que, al mismo tiempo que se daba la reunión en Roma entre la Congregación para la Doctrina de la Fe y la presidencia de LCWR (las cuatro religiosas líderes de esta organización), la Congregación envió estas noticias a los obispos de los EEUU, quienes lo divulgaron antes de que la presidencia de LCWR tuviera tiempo de asimilar la noticia y comunicarla directamente a su membrecía, antes de conocerse nacionalmente.

En un mensaje del Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, William Levada, habló del desarrollo de “una renovación paciente y colaboradora de la Conferencia para promover una fundación doctrinal más fuerte” y “ayudar a LCWR a implementar una eclesiología de comunión” con las enseñanzas de la Iglesia.
Las reacciones en los EEUU han sido inmediatas y fuertes.

Obviamente, desde la perspectiva conservadora, se ha mostrado gratitud por que el Vaticano está por fin manejando esta situación con estas monjas “fuera de control”. Pero por otro lado, se ha expresado rabia e indignación con la jerarquía por lo que parece como un ataque directo contra un grupo tan importante en la vida de la Iglesia del país y el mundo.

Una cosa es cierta: ha habido una GRAN expresión de apoyo y solidaridad con esta organización – hay muchos individuos y grupos que han expresado su consternación con la manera como se ha manejado la situación, y su deseo de defender y respaldar a las religiosas en su posición.

¿Qué hay detrás de todo este furor?

Un artículo en los medios lo expresó como un intento de “encontrar un equilibrio entre la libertad de consciencia y la autoridad del Magisterium de la Iglesia.” Pero las preguntas reales que surgen ante esta situación son:

 ¿Qué derecho existe para cuestionar o estar en desacuerdo con una posición “oficial” de la Iglesia?
 ¿Y realmente quién es la Iglesia?
 ¿Cómo crece y se desarrolla la Iglesia?
 ¿Quiénes pueden participar en esta evolución de su pensamiento?
 ¿En qué consiste la vida consagrada?
 ¿Qué tipo de testimonio puede ofrecer? y ¿cuál no?

En algunas de sus respuestas a la Congregación para la Doctrina de la Fe en años recientes, la Conferencia de Religiosas habló del rol “profético” de la vida consagrada… pero la Congregación dijo que su comprensión de la profecía es errónea. Cuando los miembros de LCWR expresaron su desacuerdo con algunas declaraciones o enseñanzas de la Iglesia, fueron castigadas por “estar fomentando un escándalo”.
La ‘Valoración” de Roma, cita que hay dos niveles de dificultad doctrinal en la Conferencia: uno es el del “error positivo” –aseveraciones de expositores que chocan con aspectos básicos de las doctrinas de la fe, y el otro, un “silencio” y falta de “iniciativa” frente a temas nombrados como importantes por la jerarquía, tal como el aborto o la vida sexual dentro de la familia. Y hablando de la sexualidad: ¿Cómo puede ser que el Vaticano está más preocupado con la forma de operar de una conferencia de religiosas que con el conducto irregular, ilegal y abusivo de su propio clero?

En todo caso, debemos creer que todo esto ha pasado por una razón que tal vez hasta ahora no entendemos. Pero no hay duda de que el Espíritu de Dios está presente en en esta situación, en alguna forma…y algo BUENO va a surgir, aún en medio de bastante lucha y sufrimiento.
En la semana de Pentecostés, la Junta Directiva nacional de LCWR se reunió (siendo la primera oportunidad desde el anuncio del 18 de abril para un verdadero intercambio cara a cara entre los miembros líderes de esta Junta) para rezar, dialogar y formular un “plan” para responder a esta Valoración Doctrinal. (Ver su “Comunicado de Prensa” compartido con los medios el 1 de junio de este año.)

La Conferencia anunció el plan de una reunión en Roma entre la Presidenta de LCWR, la Hna. Pat Farrell, OSF, la Directora Ejecutiva de la Conferencia, la Hna. Janet Mock, CSF con el Cardenal Prefecto William Levada de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Delegado del Vaticano, el Arzobispo Peter Sartain, para compartir y discutir las inquietudes de la Junta Directiva nacional de LCWR.

Entonces, estamos invitados/as a expresarles nuestra solidaridad de todas las maneras que nos sea posible y a estar con ellas a través de MUCHA oración, implorando al Espíritu Santo que las ilumine y ayude a construir una posición y una respuesta a este gran llamado a seguir sirviendo la Iglesia con claridad y compromiso y con nuevas formas. Quizás va a resultar un verdadero diálogo que conduzca a nuevos horizontes en el ministerio y el magisterio de nuestra querida Iglesia.

Hna. Valerie Usher, OSF
Congregación de las Hermanas Franciscanas de Nuestra Señora de Lourdes