RAFAEL GOMEZ, Trabajador de la cultura, con alma de indígena.

Ayer 27 de septiembre en la ciudad de Cali pasó a la historia RAFAEL GOMEZ, alma de afro, alma de indígena, cuerpo de mestizo. Acompañante de los pueblos del Chocó. Primero desde las opciones cristianas en la comunidad claretiana, y luego desde ese mismo espíritu en los espacios cotidianos de la gente del común. A través de la Diócesis de Quibdó y de iniciativas culturales en el Centro Mama Uma, con jóvenes y mujeres apostó su Vida, hasta el último momento en esta historia y hoy en la historia de los pueblos del Chocó.


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Foto tomada de la web de la Diócesis de Quibdó http://www.choco.org/index.php

RAFAEL síntesis de las culturas, de la construcción interétnica, en palabras, en imágenes, en juegos y en relatos llevó los sueños, las construcciones de los pueblos a espacios sin límites, donde los excluidos, los resistentes no eran reconocidos.

RAFAEL simple, alegre, sensibilidad plena. En su cuerpo, guardó, salvaguardó y expresó historias de horror de cuerpos mutilados por el río Atrato, las ocupaciones militares de las bellas selvas en que han habitado afros e indígenas. Su cuerpo en vida expresión de las voces negadas, de los bombardeos indiscriminados, de los descuartizamientos, en el fondo esa fue la razón de la enfermedad que padeció en su cuerpo. Su cuerpo fue la radiografía de la guerra existente, de la dureza, de la barbarie, de la impunidad que ha posibilitado que hoy el Estado se vista de seda. Sus imágenes, sus palabras son relatos de su propia vida

RAFAEL pasó a la historia, comparte el espacio de la memoria popular, de sus epopéyicas alternativas. Murió con la violencia que afecta al alma, y está al lado de los que murieron con la violencia militar la de IGNIGO y la de MIGUEL ANGEL. Junto comparten su sentido en la memoria de la solidaridad.

RAFAEL solidario en medio de la guerras a veces fratricidas de los agentes de la “solidaridad”, RAFA el fiel acompañante, el amante de la sabiduría popular, el utópico en los sueños afros e indígenas ha pasado de la historia.

Hoy extrañamos a RAFA, su presencia está en parte de nuestra memoria, está en muchos de los sentidos sobre los que seguimos afirmando la vida, la dignidad, el derecho a la Verdad y la Justicia como camino de paz.

RAFA ha pasado a la historia.

Bogotá, D.C. septiembre 27 de 2007

COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ