Preso asesinado a golpes en la Picota
El día 25 de junio de 2019, según fuentes anónimas, entre las cuales están personas privadas de la libertad y funcionarios de la Cárcel Picota, el pasado martes entre las 7:00 y 8:00 de la noche se encontró muerto a Rodolfo Cuello Cabria, interno que se encontraba en aislamiento en la denominada Unidad de Tratamiento Especial.
Según las denuncias formuladas, varios internos se habían rehusado a ser encerrados en sus celdas como protesta por la demora en la llegada de los alimentos, razón por la que el cuerpo de custodia y vigilancia decidió lanzarles gases. Al no ser suficiente dicha medida, un guardián procedió a golpear a Rodolfo Cuello Cabria con un bastón de mando, lo que provoco una reacción por parte del interno, en ese momento varios guardianes se sumaron a la golpiza con las “tonfas”, puños y patadas, lo que le causó la muerte.
También, comentaron que al momento de realizar la inspecciones medico legales se encontró rastro de múltiples hematomas, fracturas en las costillas y varias contusiones en órganos internos, lo cual le habrían causado la muerte.
Adicionalmente, se han generado diversos rumores acerca de la alteración a la escena del crimen, y algunos funcionarios penitenciarios han intentado desviar la atención sugiriendo que fue una riña entre presos.
El Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, manifiesta su preocupación por la ocurrencia de dichos actos al interior de la cárcel Picota y exige a las autoridades, en especial a la Fiscalía General de la Nacional y el Instituto de Medicina Legal, para que asuman la investigación con máxima rigurosidad y celeridad, con el fin de establecer los responsables de dicho asesinato.
Además, instamos a que el INPEC tome medidas de precaución con el personal de custodia y vigilancia presente en los hechos para que no intervengan en la investigación, y extremen las medidas de protección sobre las personas privadas de la libertad , para que les sean respetados sus derechos fundamentales a la vida y la dignidad humana.
IImagen: El Espectador.