Presión de milicianos en zona humanitaria “NUEVA VIDA” y de los militares en “ESPERANZA EN DIOS”
“Hasta cuándo Señor seguirás olvidándome?, hasta cuándo me esconderás tu rostro?, hasta cuándo he de estar cavilando con el corazón apenado todo el día?, hasta cuándo va a triunfar mi enemigo?, atiéndeme y respóndeme Señor Dios mío. Sigue dando luz a mis ojos y líbrame del sueño de la muerte para que no diga mi enemigo, le he vencido, ni se alegre mi adversario de mi fracaso, pues yo confió en tu lealtad, mi corazón se alegra con tu salvación y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho” (Salmo 13)
Mientras persisten las presiones militares de las Fuerzas Militares a las familias que aún viven en lo que fue la Zona Humanitaria de “Esperanza en Dios”, en la Zona Humanitaria de “Nueva Vida un grupo de milicianos de las FARC EP y un “civil” presionaron a una familia e ingresaron al lugar humanitario.
* Martes 16 de septiembre, en horas de la madrugada, llega a la Zona Humanitaria de “Nueva Vida” un poblador del Truandó de nombre JHON JAIRO, al tiempo ingresaron con él tres milicianos vestidos de civil, quienes en la misma madrugada abandonaron el lugar. A la 01:00 de la madrugada JHON JAIRO ofreció cien mil pesos ($100.000) a un poblador para que lo llevara a “Esperanza en Dios”, ninguno aceptó, y le recordaron que él había sido expulsado de la propuesta comunitaria por haber incumplido las Normas Internas con el consumo excesivo de alcohol y negarse a asumir el Proyecto de Vida, luego de haber sido atendido humanitariamente por la comunidad en el segundo semestre del año anterior.
A primeras horas, la comunidad asumiendo la defensa de su Proyecto de Vida y conociendo de la situación por la familia, se reunió inmediatamente en Asamblea, sancionó a la familia y rechazó la actuación de los milicianos.
Hacia las 08:00 horas, JHON JAIRO apareció en lo que fue la Zona Humanitaria de “Esperanza en Dios”, expresando que: “Me voy a entregar. No sé si a los paramilitares o a los militares”. Los afrodescendientes se negaron a seguirlo escuchando. Otros afrodescendientes le expresaron que no entendían por qué se iba a entregar ni que era lo que tenía que hablar, si ellos son pobladores civiles que no participan en la guerra.
A eso de las 10:00 horas, los militares llegaron a lo que fue el llamado lugar humanitario “Esperanza en Dios” y le manifestaron a los pocos pobladores que allí se encuentran que “Aquí ya está todo limpio, todos los milicianos están en Nueva Vida”.
Los afrodescendientes de este lugar escucharon que JHON JAIRO expresó: “Yo noté un mal ambiente en Nueva Vida, yo me sentí mal y me vine y me entrego a ver qué ofrecen … a mí me dispararon como seis veces, pero no me dieron porque escape gracias a mi agilidad”. Agregó que: “la guerrilla estaba cerca”.
Simultáneamente se conoció que dos jóvenes mujeres y JHON JAIRO, iban a ser recogidos en las próximas horas por un helicóptero del Ejército.
Los habitantes de la Zona Humanitaria de “Nueva Vida” y los desplazados de lo que fue la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios”, se encuentran sometidos a una estrategia militar que ha usado técnicas y métodos perversos.
La judicialización de CAVIDA continúa soportándose sobre la compra de testimonios, sobre la ruptura de lazos comunitarios de los habitantes de CAVIDA con los de su entorno. La propuesta de afirmación integral de los Derechos de la población asumiendo el principio de distinción ha sido afectado por la presencia de milicianos de las FARC EP, que presionaron a una familia e irrespetaron la Zona Humanitaria aprovechando la noche.
La actuación guerrillera dentro de su modelo de guerra no presenta ninguna ventaja militar y por el contrario coloca en alto riesgo a la población civil.
A la presión militar ejercida desde el 13 de mayo contra la población civil de CAVIDA, aumenta su vulnerabilidad por la actuación de los milicianos.
Hoy la comunidad afrodescendiente de CAVIDA se encuentra en un alto riesgo por las actuaciones armadas del Estado y de la guerrilla que pretenden involucrar a la población civil.
Persiste una ausencia institucional del Estado civil que no ha respondido humanitariamente a los desplazados de CAVIDA, que sometidos a una persecución sistemática de los militares se vieron obligados, para sostener su principio de distinción, a abandonar el lugar humanitario “Esperanza en Dios”.
Desde el 05 de septiembre, los pobladores de CAVIDA, le expresaron al Doctor Carlos Franco que es necesario evitar un nuevo Bojayá, que es urgente el respaldo gubernamental a la presencia institucional de la Defensoría del Pueblo.
Hoy urge que la Vicepresidencia y organismo de control se hagan presentes en la Zona Humanitaria “Nueva Vida” y esclarezcan los hechos ocurridos.
Hoy urge la presencia humanitaria nacional e internacional que posibilite el fortalecimiento de la iniciativa de la población civil en la guerra, el ejercicio de su desobediencia civil y su objeción moral y ética a modelos de guerra que destruyen la posibilidad de Vida de la población civil y la defensa de su Territorio.
Bogotá 17 de septiembre del 2003
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz