Presencia Neoparamilitar en resguardos indígenas de Jiguamiandó.
Una serie de operaciones de estructuras neoparamilitares de las AGC se desarrollan en territorios indígenas del Jiguamiandó durante el último mes.
Ayer martes 27 de marzo, pobladores sostienes que 200 paramilitares que circulan en el territorio colectivo de Jiguamiando y Resguardo de Urada Jiguamiandó se movilizaron hacia la Finca Bracharia en Ibudo, la cual está próxima a la carretera de Urada. Los neoparamilitares de las AGC portan armas largas y están uniformados.
Simultáneamente otro grupo de las AGC están ejerciendo control en la vía que conduce de Pavarandó a Urada, en el punto conocido como Corralejas que se encuentra en el camino a la Finca Bracharia y los resguardos indígenas.
Indígenas de los resguardos Ibudo Padado, Alto Guayabal, Idoquera y Urada, ubicados sobre la cuenca de Jiguamiandó, han sido hostigados, intimidados por operaciones de neoparamilitares fuertemente armados en movilidad permanente dentro de su territorio, desde comienzos de mes.
El jueves 1 de marzo, en horas de la mañana en el camino que conduce de Urada a Alto Guayabal, fueron vistos dos uniformados con brazalete rojos. El mismo día, hacia las 12:00 del mediodía, en el punto conocido como “La Dominga” en el camino que conduce de Urada a Bidoquera, Ancadia, se identificaron siete hombres uniformados con brazaletes blancos en el brazo.
De acuerdo con los pobladores se trata de grupos de irregulares vinculados a las AGC.
El sábado 3 de marzo a eso de las 9:00 p.m., cuando dos indígenas iban en una moto desde el caserío de Caucheras, en dirección a Mutatá, un hombre les hizo detener la marcha. Segundos después, el sujeto llega con otra persona e intentan retener a los indígenas, uno de ellos, logra escapar, y el retenido es llevado en moto hasta el Puente en Villa Arteaga.
El indígena es despojado de sus pertenencias, insultado y golpeado perdiendo el conocimiento. En la tarde del día siguiente, el indígena logra llegar hasta Mutatá pidiendo ayuda.
Los hombres se identificaron como miembros del Clan del Golfo, llevaban armas cortas y vestían de civil, y señalaron a los indígenas de ser integrantes de la guerrilla del ELN.
Días después, el lunes 19 de marzo, a las 2:00 p.m., en el Corregimiento de Pavarandó, municipio de Mutatá, un sujeto intimidó e interrogó al líder indígena de Alto Guayabal, Luis Eduardo Sinigui y a los escoltas asignados para su protección, preguntando si eran ganaderos o cocaleros. Finalmente asume que son ganaderos y los deja pasar.
El viernes 23 de marzo, la comunidad indígena del resguardo Urada Jiguamiandó informó que dos jóvenes indígenas Embera pertenecientes al resguardo de Alto Guayabal fueron abordados por seis sujetos fuertemente armados y uniformados, en el camino que conduce de Urada a Alto Guayabal, en los bordes de los límites entre el rio Tamboral y la finca de Doña Oliva.
Los sujetos pertenecientes a las AGC les preguntaron si tenían certificado de pertenecer al cabildo.
Durante las últimas dos semanas, las estructuras neoparamilitares en desarrollo de sus operaciones de control social territorial ante la movilidad de la guerrilla del ELN han pedido una certificación a los pobladores para evitar errores militares, sostienen.
Desde el pasado domingo 25 de marzo pobladores observan en el Resguardo Indígena Urada Jiguamiandó cerca de 200 hombres vestidos de camuflado y armas largas, movilizándose desde Ibudo hacía Padadó.
A las 4:00 p.m., el lunes 26 de marzo, en el Río Arenosa los integrantes de las AGC pasaron en dirección el camino real que conduce a los resguardo de Ibudo Padado, Alto Guayabal e Idoquera, en donde se ubicaron.
Sobre las 6:00 p.m., ingresaron hombres armados al Resguardo Humanitario Ambiental “So Bia Drua”, Alto Guayabal, violando el lugar humanitario y desconociendo las medidas cautelares de la CIDH.
Bogotá D.C., 28 de marzo de 2018
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz