Por nuestro presente y futuro de Vida Digna, espacio de Vida y espacio humanitario
Ante la barbarie de la que hemos sido testigos, el asesinato de integrantes de nuestra comunidad por parte de paramilitares desde noviembre del año pasado hasta hoy, ante el terror que vivimos diariamente, las 800 familias que habitamos en 500 viviendas en el sector Puente Nayero, antes San Francisco, en el barrio La Playita, hemos declarado nuestro territorio de habitación como Espacio de Vida, Espacio Humanitario y Zona Humanitaria de protección.
Desde hoy hacemos esta Constitución de un espacio humanitario como mecanismo de autoprotección de nuestra vida física, de nuestra existencia cultural para evitar el desarraigo territorial, para nuestras nuevas generaciones, presentes y futuras.
Nosotros no queremos que se siga usando nuestra calle para que se siga asesinando gente, porque no queremos que nuestros hijos sean involucrados en la violencia paramilitar, porque no queremos que nuestros hijas sean usadas por los paramilitares como objeto sexual, porque no queremos por falta de alternativas nuestros niños y jóvenes sirvan como juguetes a una maquinaria de muerte.
Nosotros tomamos esta decisión como alternativa posible y real ante el reinado de los poderes del terror que niegan la alegría, ante los intereses económicos que quieren imposibilitar nuestra calidad de vida de las comunidades negras que habitamos en Buenaventura.
Nosotros constituimos desde hoy está iniciativa de Espacio Humanitario escuchando a nuestros ancestros africanos, a nuestros familiares asesinados y desaparecidos, escuchando a la madre territorial en la que hemos habitado y hemos construido con ella una relación particular aquí en Buenaventura desde hace 25 años.
Nosotros desde este Espacio de Vida invitamos al Estado colombiano y a los sectores empresariales que escuchen nuestras propuestas ecoambientales, de protección de los animales, de las fuentes de vida y apuestas eco turísticas que respetan nuestro usos y costumbres y que posibilitarían ingresos dignos para nuestras familias y las de todos los colombianos.
Nosotros desde éste Espacio de Vida esperamos que el Estado Colombiano ante la deuda histórica de una reparación integral a los afrocolombianos pueda asumir que éste derecho, derecho que es una obligación ética con nuestro pueblo.
Nosotros hemos tomado esta decisión porque queremos enfrentar el miedo y el terror que ha producido la violencia y solicitamos al Estado de Colombia respete nuestra decisión autónoma de autoprotección después de haber conocido diversas experiencias de población organizada en defensa de la Vida y el Territorio.
Nosotros solicitamos al Estado colombiano presencia perimetral permanente de la Policia Nacional y en la parte fluvial de la Fuerza Naval del Pacífico, igualmente, la iluminación permanente sobre los puntos a través de los cuales los paramilitares acceden a nuestra calle.
Nosotros hemos derruido en el día de hoy una de las Casas de Pique en que partieron a personas en pedazos, enfrente de mujeres y niños y hemos creado en éste lugar en espacio de memoria y de alegrìa en esperanza.
Nosotros hemos exigido el retiro de los paramilitares de nuestra Calle Sagrada temiendo, por supuesto, su retaliación.
Nosotros como integrantes de Comunidades Constrruyendo Paz en los Territorios, CONPAZ, construimos apuestas de justicia social y ambiental con una democracia incluyente, invitamos a la solidaridad nacional e internacional para que nuestra propuesta de Vida sea respetada.
Nosotros agradecemos a las demás comunidades de CONPAZ, a la Comisión de Justicia y Paz, a la Parroquia Perpetuo Socorro y Diócesis de Buenaventura, a Witness For Peace, a Brigadas Internacionales de Paz, a Wola, Asokatio, a Mundubat, Christian Aid, Iepala, Hernani, Poder Ciudadano, a la Red de Alternativas, a Noticias Uno, a Contagio Multimedia, a Telesur, a Yubarta TV y a los Representantes MGovern
Nosotros agradecemos la disposición de la Inspección General de la Policía de cumplir con sus responsabilidades institucionales y respetar nuestras iniciativa de protección perimetral.
Lamentamos que antes de iniciar nuestra Constitución de Espacio de Vida, los paramilitares hayan conocido de nuestra iniciativa, hayan puesto en cuestión nuestra autonomía y hayan manifestado que la policía les haya informado que en nuestra calle iban a habitar ciudadanos de los Estados Unidos y organismos de derechos humanos.
Situación grave, que reitera nuestras preocupaciones, a la que se suma que a poco menos de 50 metros, anoche, haya sido asesinado Carlos Andrés Angarita, joven de 16 años, cuerpo que fue desmembrado por paramilitares.
A todos ustedes contamos con ustedes, no nos dejen solo, ante esta decisión de enfrentar el miedo y luchar por un Buenaventura distinto para nuestros herederos, una Buenaventura en paz y justicia.
Suscribimos este documento cada uno de los integrantes de las familias de nuestro Puente Nayero, que asumimos el compromiso de la paz, de no callar ante la violencia, de no ser parte de las operaciones armadas, de proteger la vida nuestra y de cada uno de los integrantes de nuestra comunidad negra.
Habitantes Puente Nayero, barrio La Playita, abril 13 de 2014