Policía tortura y amenaza con “picar” a joven de Espacio Humanitario

Mientras se desarrollaba una asamblea de las familias del Espacio Humanitario de la Calle Puente Nayero, dos policías detuvieron al joven afrocolombiano Wiston Stiven González Castillo, que se encontraba departiendo en una tienda.


De acuerdo con testigos hoy domingo, aproximadamente a las 6;15 p.m, el joven Wiston accedió a presentar su cédula y a ser registrado por los policías. Uno de los uniformados le expresó: “¿te enamoraste de mi o qué?” y otro manifestó: “éste pelao está visajoso, te vamos a llevar al calabozo”.

Los dos uniformados le llevaron por la fuerza casi a rastras tomándolo cada uno por los brazos conduciéndole hacia la esquina a 15 metros fuera del Espacio Humanitario donde lo esperaban más uniformados en una camioneta.

Los participantes de la asamblea comunitaria alertados reaccionaron masivamente ante la situación exigiendo buen trato y la explicación del por qué era detenido injustamente.

El líder comunitario Orlando Castillo, ante las exigencias fue agarrado bruscamente por el cuello por tres policías.

La indignación de la comunidad aumentó y tanto la policía como la infantería dispararon al aire en varias ocasiones, mientras Wiston era subido por la fuerza a la camioneta.

Uno de los militares que disparó fue abordado por miembros de la comunidad para llamar la atención sobre su acción y éste respondió:” suerte con ustedes hijueputas yo hago lo que se me da la gana, no me importa, que llamen a la Comisión Interamericana”

Por su parte, el Intendente Pérez de la policía afirmó: “si quieren demándeme que no me interesa”

La comunidad afrodescendientes regresó al Espacio Humanitario y ante la acción agresiva de la policía motorizada, quienes con armas desenfundadas pretendieron reingresar, les cerraron el portón de manera preventiva.

Entre tanto, Winston fue trasladado en la camioneta oficial con cuatro uniformados, uno de ellos expresó: “¿tenés carga? Vamos a divertirnos”, el otro saca un aparato negro semi cuadrado y proceden a descargarle electricidad en el hombro y cuello izquierdos y en los testículos. Otro policía expresó: “vamos a picarlo y lo tiramos al mar”, “nosotros somos la ley”.

Uno de los uniformados manifiesta“dale en la cabeza que tiene el pelo como mujer”

Wiston les suplicaba que no le hicieran más daño, pero los policías continuaron con los abusos y las presiones psicológicas. Uno de los uniformados expresa que quería más voltaje para chamuscar el cabello del joven.

Wiston fue conducido en la camioneta oficial por los sectores conocidos como punta y caco, Alfonso López, La Ruñidera, Casa Blanca, Capricho. Los policías dijeron que le daban cinco minutos para que se bajara y corriera para salvar su vida, en estos sectores de reconocida presencia y control paramilitar.

Finalmente Wiston fue conducido a la estación de la SIJIN y antes de que llegaran los policías se quejaron porque la máquina de choques se quedó sin carga.

En la instalación de la SIJIN le presionaron para aceptar que él era “malo”, que él conocía al paramilitar alias “barrabas” y le obligaron también a firmar un documento.

En medio del sometimiento a interrogatorios y falsas acusaciones fue fotografiado. A la petición de una llamada, lo amenazaron con pegarle con unas esposas.

En las instalaciones de la SIJIN minutos después, de que se corroboró que era inocente y no tenía antecedentes, un uniformado agregó: “agradezca que no lo tuvimos las 24 horas”.

Hacia las. 8:00 p.m Wiston fue entregado a un familiar que se dirigió hacia las instalaciones de la SIJIN.

El joven afrodescendiente, manifestó además, que en el automotor de la policía , le pusieron los pies con botas policiales sobre su cuerpo.

Wiston presenta en su cuerpo los hematomas en las partes donde fueron puestas las descargas.

Medicina Legal no desarrolló las actuaciones técnicas que permitan el sustento de la prueba de tortura y tratos crueles, argumentando que debían esperar una orden de la fiscalía. Wiston y sus familiares acudieron a un hospital donde fue valorado y se sostiene que tiene lesiones por choques eléctricos.

Desde el 13 de abril a pesar de la respuesta presencial de la policía en la puerta Principal del Espacio Humanitario, las amenazas y las agresiones paramilitares han ido en aumento, sin que la policía se haya ubicado en cuatro puntos más para prevenir el ingreso paramilitar.

La desconfianza por la actuación por motorizados ha aumentado. En abril pasado unos motorizados dieron aviso a los paramilitares de la instalación del Espacio Humanitario y de la presencia de ONG, por lo que los armados reclamaron e intimidaron a los líderes, el hecho ocurrió mientras defensores de dh, dialogaban en una Estación de Policía sobre la iniciativa.

Éste es el segundo hecho grave de responsabilidad directa de la policía con abuso de autoridad, amenazas de muerte con “picada” del cuerpo y torturas.

Si éste es el trato que se brinda a un ciudadano, joven, que no participa de estructuras parainstitucionales, ¿qué será de los sujetos que delinquen?, si los habitantes del Espacio Humanitario son perfectamente identificables y están pidiendo protección de la Comisión Interamericana ¿qué será de los habitantes de Buenaventura qué no están acudiendo a la CIDH?.

Después de más de un mes de tan angustiosos llamados a la Fiscalía General de la Nación, el ente investigador continúa haciendo caso omiso en su responsabilidad para investigar eficazmente la estructura criminal y el aparato institucional que es cómplice.

Bogotá, D.C. 1 de Junio de 2014
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz