Persistentes operaciones armadas en Calima y San Juan en medio de ineficacia de FFMM
Las comunidades ribereñas indígenas y afro sobre el río San Juan siguen siendo blanco de operaciones de control por parte de grupos criminales que controlan la movilidad.
Hombres armados se movilizan en embarcaciones con motores fuera de borda de alto cilindraje.
El lunes 23 de marzo a las 6. 45 p.m. en una embarcación tres indígenas de la comunidad Wounaan de Pitalito, entre ellos una mujer adulta, una niña y el motorista se dirigieron de la comunidad de Chachajo hacia su comunidad.
Al pasar por la comunidad indígena de Cuéllar, distante a 10 minutos de Puerto Pizario, observaron a unos 300 metros una embarcación grande de color blanco con dos sujetos en su interior.
Ante el temor generalizado por la operación de grupos armados, los indígenas decidieron buscar refugio en la comunidad indígena de Puerto Pizario siendo seguidos por los hombres desde la otra embarcación.
Los hombres al no lograr alcanzarles merodearon desde la orilla durante tres minutos el caserío de Puerto Pizario y se retiraron en dirección hacia el Bajo Calima.
Aproximadamente entre las 9:00 p.m. y 9:30 p.m. los armados regresaron hacia resguardo de Puerto Pizario ubicándose en frente sobre la entrada a Docordó desde donde proyectaban luces de linterna sobre la comunidad.
Las comunidades étnico territoriales han denunciado desde hace dos años operaciones armadas criminales de control sobre los ríos y los diversos embarcaderos entre el Calima, San Juan y Docordó.
Hace unos días se produjo el asesinato de un hombre de la comunidad de Valledupar, después de haber sido seguido por hombres armados.
La ausencia de operaciones militares eficaces sigue siendo evidente.
Bogotá D.C., 27 de marzo de 2020
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.