Persisten amenazas y daños a propiedad de familia Polo reclamante de tierras
Continúan daños ambientales de bosque primario y fuentes de agua por el desarrollo del proyecto platanero de la cuestionada empresa Agromar en predios colectivos en Pedeguita y Mansilla y la Zona de biodiversidad de la familia Polo.
A pesar de de la serie de denuncias por amenazas, abusos de autoridad de la junta directiva del Consejo Comunitario, los negocios arbitrarios siguen su curso. Se ha negado el derecho de consulta, las disposiciones de derecho a la propiedad que contempla ley 70, así como la legislación ambiental actuaciones contra derecho del representants legal que no han tenido ninguna intervención instuticional.
Es más estas actuaciones arbitrarias se legitiman por la Agencia Nacional de Tierras que cofinancian el agronegocio platanero que ya completa 30 hectáreas con afecciones sociales y ambientales de predios despojados por operaciones paramilitares que datan de 1996.
El pasado jueves 6 de septiembre una visita de verificación observó como a la propiedad del líder de restitución Eliodoro Polo ubicada en el Territorio Colectivo de Pedeguita y Mancilla ingresaron de manera ilegal trabajadores de Baldoyno Mosquera a realizar mantenimiento al proyecto inconsulto que se desarrolla la Agencia Nacional de Tierras.
Hace tres días se constató como la construcción de un cable para conectar la platanera con la quebrada Bijao está inundando los terrenos comunitarios y destruyó la Zona de Biodiversidad La Esperanza de la familia Polo.
Días antes en el mes de agosto el lider de restitución Eliodoro Polo fue amenazado por trabajadores de Baldoyno Mosquera, el cuestionado representante legal del Consejo Comunitario.
Como se recordara, la empresa Agromar fue denunciada por la deforestaciòn ilegal d bosque primario 25 hectáreas sin ninguna reacción institucional para proteger los derechos de los pobladores.
A pesar de vinculos denunciados en Panamá de integrantes de la empresa con el narcotráfico ninguna medida efectiva se ha adoptado de investigación.
Hoy continúa siendo evidente como los derechos de uso y disfrute del territorio colectivo es una quimera debido a la ausencia efectiva del Estado para garantizarlos o por su participación activa en operaciones ilegales que niegan derechos
Bogotá D.C., 17 de septiembre de 2018
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz