Persecución y represión contra Astracatol y su dirigente Guillermo Cano
Recientemente hablamos con el compañero Guillermo Antonio Cano Borja, veterano luchador agrario colombiano, coordinador del área de derechos humanos de Astracatol (Asociación de Trabajadores Campesinos del Tolima) y miembro de la junta ejecutiva de Fensuagro, sobreviviente de la Unión Patriótica, actualmente militante de la Marcha Patriótica. Podríamos haber hablado por horas de su trayectoria social y política, así como de todo lo que ha tenido que ver en largas décadas de compromiso inquebrantable.
Sin embargo, nos remitimos al más reciente capítulo en la historia de vida de esta luchador social, desde la formación de Astracatol, marcada por la persecución y la represión oficial desde su nacimiento, hasta su reciente captura y el arresto domiciliario que padece. El 8 de Mayo fue capturado, junto a otros siete campesinos de Astracatol (Ramiro Bazurdo Gonzalez, Floricel Buitrago Cangrejo, Norberto García García, Gonzalo Ernesto Pastor Mora, Constantino Mayorga García, José Guillermo Pacheco Cruz y Edilberto Mayorga García), en un exagerado operativo militar que fue transmitido por todos los medios de comunicación. Ha sido sindicado de supuesto auxiliador y financiador del Frente 25 de las FARC-EP, acusación plagada de contradicciones. Por una parte, según el Ejército hace un par de años que este frente guerrillero había sido desarticulado; por otra parte, la Fiscalía fue incapaz de a la defensa las pruebas que tienen para sustentar la acusación, aunque se sabe que su origen serían testimonios de supuestos desmovilizados a sueldo. Dicho sea de paso, familiares de los campesinos presos de La Marina (Chaparral, Tolima), también afiliados a Astracatol, han puesto una denuncia ante la Unidad de Falsos Testigos de la Fiscalía General de la República, por la existencia de un “cartel de testigos” utilizado por la Fiscalía en Tolima para judicializar y perseguir a los campesinos tolimenses organizados.
Hay que resaltar que Astracatol es una organización sindical agraria, conformada para avanzar el derecho de los campesinos a la tierra, para luchar por el bienestar material y moral de las comunidades campesinas. Sin embargo, como en las peores tiranías, la más grande lucha de esta organización ha sido por su derecho a existir. Por ello el apoyo a cada uno de los presos de Astracatol es un clamor por la libertad, por el derecho a organizarse, pensar y luchar, negado cotidianamente al pueblo colombiano.
Dejemos ahora que Guillermo Cano hable de su propia boca, para que se sepa que nadie está solo y que nadie está olvidado.
José Antonio Gutiérrez D.
12 de Junio, 2013
1. Cuéntenos cómo fue el proceso mediante el cual se funda Astracatol…
Bueno esta organización es directamente compuesta por campesinos… se conforma en Octubre del 2007, más concretamente por una gran movilización de más de 20.000 campesinos que nos dirigimos a Ibagué, capital del departamento de Tolima. Allí estuvimos más de 20.000 campesinos luchando y reclamando nuestros derechos, la defensa de los derechos humanos violados constantemente a los campesinos por parte de las fuerzas represivas del Estado. La organización surge como una necesidad de defender la vida, el derecho a la vida, la salud, la educación, cosas consagradas en la Constitución pero que no se respetan.
¿Desde el comienzo ha habido represión en contra de Astracatol o es un problema reciente?
Precisamente es la constante violación al derecho a la vida por lo que nos movilizamos cuando nace Astracatol, y después de conformarnos como organización, y que hemos venido cumpliendo con nuestro deber como directivos, se ha venido agudizando la represión contra los líderes de Astracatol en todo el departamento. Hemos tenido muertos, el más reciente es Héctor Orozco, vicepresidente de la sección de Chaparral, de La Marina. En estos momentos está preso Saan Maceto de la directiva de esta seccional, también de La Marina, y hay otros compañeros de esa localidad que también están prisioneros. Digamos que se está dando una persecución contra la organización.
¿Cómo fueron las circunstancias de su arresto?
Primeramente quiero dejar en claro que yo estoy sufriendo una persecución política de hace muchos años atrás por mi defensa de los derechos humanos y de los trabajadores, de la clase popular. Por eso es que yo vengo sufriendo esa persecución en la vereda Vegas del Café, del municipio de Dolores, donde resido hace 12 años. Yo soy miembro directivo de Astracatol y pertenezco también al ejecutivo de Fensuagro, por eso se me ha venido amenazando de hace varios años.
Ya a principios de Mayo, el día nueve, me aborda la tropa, el ejército nacional… me invaden el lugar de residencia, me retienen. Luego llega un helicóptero con la policía judicial y me hacen el allanamiento… registraron toda mi vivienda y no hallaron ningún documento que me incriminara, solamente hallaron cosas pertenecientes a la Marcha Patriótica y Astracatol; de esos documentos, ninguno de ellos lo retiraron pero si estudiaron todos los documentos… y entonces es cuando proceden a leerme una orden de captura en mi contra del juzgado de Purificación, donde se me ordena la captura como sindicado de rebelión.
Me trasladan de ahí a la vereda La Chica, municipio de Prado, porque ahí hay una base militar de hace unos 10 años. Ahí es donde nos reúnen a los ocho detenidos antes de llevarnos hacia la Fiscalía hacia las ocho de la noche, en una buseta, custodiados por policía judicial y ejército. Nos conducen hacia la inspección de policía de Purificación y al otro día somos trasladados a la fiscalía, donde comienza el proceso de legalización de captura. El fiscal pide medida de aseguramiento carcelaria pero el veredicto que emite la juez de garantía da aseguramiento domiciliario. Entonces somos conducidos el viernes 10 a la cárcel de Purificación y luego al otro día nos hicieron el registro al INPEC y desde este momento tenemos la detención domiciliaria y dependemos del INPEC. Incluso para obtener asistencia médica tenemos que acudir a la dirección del INPEC en Purificación, es una situación muy complicada. El día 11 de mayo llegamos a nuestras casas por nuestra propia cuenta, porque ahí si que no hicieron ese gran operativo para traernos de vuelta a nuestros hogares…
Es inaudito que en nuestra nación, cuando hablamos de paz, se haga semejante despliegue de fuerza, que debe haber valido según calculamos más de cien millones de pesos (ie., €39.500) para llevar a enjuiciar a ocho campesinos. Es inaudito hacer un despliegue publicitario, con ejército, helicópteros y toda esa parafernalia, para capturar a ocho campesinos. Cuando la misma autoridad nos conoce en nuestros lugares de residencia hace mucho tiempo, y sin embargo hacen semejante despliegue para calificarnos de delincuentes.
Usted una semana antes había participado en el Foro de Participación Política auspiciado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en el marco del proceso de paz, ¿verdad?
Claro, yo fui delegado de esta región por Astracatol para participar en el Foro que se realizó en Bogotá los días 28, 29 y 30 de Abril, que lo hizo la ONU y la Universidad Nacional como parte del pacto que había acordado el 25 de marzo en La Habana entre el gobierno y delegados de las FARC. Se realizó ese foro, con la participación de más de 1500 delegados de las diferentes partes del país y todos estuvimos de acuerdo que en estos momentos la ruta es meterle a la paz. Y ahora nos hacen esto.
¿Cree usted que su situación refleja un problema más general como es la falta de garantías para quienes se comprometen, desde las organizaciones sociales, a participar en la paz?
Esto es una persecución, porque el gobierno habla de la paz pero al mismo tiempo está bombardeando, no entendemos cuál es su propuesta. A medida que la población civil y sus organizaciones sindicales, campesinas, nos unimos a favor de ese proceso tan importante para nosotros que en el campo vivimos el rigor del conflicto, ya los servicios de inteligencia de los militares comienzan a sindicar y perseguir a los líderes para hacer aparecer al mundo la noticia que el gobierno, según ellos, tiene voluntad de paz a la vez que combate las estructuras insurgentes…esto es todo un montaje, pues nos capturan el 9 de mayo y apenas ocurrido esto, el 10 de mayo, hace presencia en el departamento de Tolima un general con el ministro de defensa Juan Carlos Pinzón. Vinieron acá mismo a decir que habían desvertebrado estructuras del movimiento guerrillero. Entonces los servicios de inteligencia, para dar resultados a sus superiores, crean estos falsos positivos contra los líderes que defendemos los derechos de la población
¿Cómo se vive la militarización en el municipio de Dolores?
Acá continúa totalmente militarizada toda la zona del municipio de Dolores, también de Prado, Purificación, la parte alta de Cunday, Icononzo y también el departamento de Huila… digamos que en toda el área de la Cordillera Oriental se vive una represión dura, desde hace varios años. Esto empieza desde el 2003 en adelante, cuando se empiezan a desarrollar varias detenciones masivas. Acá tuvimos 23 campesinos detenidos en una redada el 2003; luego se asesinó a dos jóvenes en esta región, campesinos, unos muchachos nada más, por lo que la población se movilizó contra el casco urbano de Dolores. El 2004 hubo otra detención masiva, esa vez yo mismo fui detenido por 22 días. Desde entonces continúa ese terrorismo de Estado en estas veredas, en estos municipios… eso es constante y nosotros constantemente estamos haciendo denuncias de lo que se esta dando en la región. Son varios años, 7 u 8, de persecución permanente contra los campesinos.
¿Cuál es la razón que se da para justificar esta militarización?
Inicialmente se dice que porque esta es una zona guerrillera, supuestamente una de las denominadas “zonas rojas”, pero hay otros objetivos principales. Como en todas partes del país, aquí hay grandes riquezas naturales, y ahora que el gobierno viene hablando de locomotoras, están detrás de yacimientos mineros y otras riquezas que realmente existen en esta región, que además posee grandes fuentes hídricas. Nosotros, como organización, atribuimos lo que realmente está pasando a una política de Estado para generar desplazamiento de campesinos de las zonas donde están estas riquezas y hacer entrega de los recursos de los colombianos a transnacionales muy interesadas en las riquezas del sur oriente de Tolima.
También en el sur, en Ríoblanco, en Chaparral, tenemos la situación que se están construyendo hidroeléctricas y por eso persiguen a los campesinos allá. Más concretamente, en Dolores tenemos yacimientos de petróleo descubiertos hace poco y nos persiguen porque las comunidades organizadas hemos hechos resistencia contra la explotación de estos recursos porque nos afectan como campesinos que producimos alimento… En realidad, militarizan porque están detrás de las riquezas mineras y de las fuentes hídricas.
Siguen justificando la militarización, entonces, con el argumento de la presencia de la insurgencia, en circunstancias que el mismo Ejército ha dicho hace años que desarticuló al Frente 25 de las FARC-EP. Incluso, a ustedes los sindican de pertenecer a ese Frente que según ellos mismos ya no existe… ¿cómo es esto? ¿la guerrilla entonces existe o desaparece según su conveniencia?
Precisamente, mire, es claro lo que le acabo de decir: acá la gran militarización se inicia con esa finalidad de desarticular un frente guerrillero, pero ese frente según la misma versión de ellos, no de los campesinos, sino el Estado, ya no existe. Nos sindican de auxiliadores de ese frente, pero hace cinco años vienen diciendo que ese frente ha sido desarticulado. Pero aunque hace cinco años que dicen eso, sin embargo, sigue la militarización, siguen metiendo más tropa y reprimen a los campesinos, porque como ya no hay guerrilleros armados, entonces somos los trabajadores los que tenemos que pagar las consecuencias de esta política corrupta. El asunto no es, ni antes ni ahora, si ha habido o no guerrilla, es porque hay grandes recursos en la zona que quieren entregar a las transnacionales y nosotros les salimos al camino… porque nosotros sí que defendemos la vida y los recursos naturales, y los seguiremos defendiendo aunque nos repriman y violenten.
Recientemente hubo una masiva movilización en Ibagué contra la megaminería, representada en el proyecto de La Colosa, de la AngloGold Ashanti, que pretende hacerse en el municipio tolimense de Cajamarca. Hay quienes entonces hablaron de un paro cívico departamental incluso. ¿Qué opina usted de esta lucha que es muy semejante a la de ustedes?
Hace dos meses se hizo la Mesa por la Defensa del Ambiente en Cajamarca, donde está La Colosa… yo participé en esa ocasión como campesino en la defensa de los recursos que nos quieren robar y dejarnos solamente destrucción. Desde todos los rincones de Tolima seguimos movilizados en contra de ese explotación, porque si este proyecto sigue para delante, sería el acabose, acabarían con el 70% de la agricultura del departamento, de sus recursos hídricos, sería un daño inimaginable. Eso continúa, esa lucha va para largo, y desde acá condenamos este proyecto que no considera a los campesinos, a las necesidades reales del país y de las futuras generaciones, y le hacemos frente para que no se dé esa explotación. Vea, hace dos semanas renunció el gerente que tenía la empresa al frente de esa mina de oro y sigue la controversia, porque afortunadamente el director de Cortolima y hasta el gobernador se han manifestado a favor de los campesinos y su protesta… hasta las autoridades nos apoyan, no sólo en Cajamarca sino que en todos los municipios vecinos, así que continuaremos haciendo resistencia contra esta trasnacional minera, porque ese es un genocidio que se pretende cometer contra nuestra humanidad tolimense.
Muchas gracias por su tiempo, ¿tiene alguna última palabra?
Desde este medio y desde todos los medios nacionales e internacionales, quiero decirle a las organizaciones sociales y defensoras de los derechos humanos de que hagamos un pronunciamiento real, sincero, en la defensa de las fuerzas populares que estamos al frente reclamando nuestros derechos. Que se oiga ese eco en todos los rincones del mundo y que ojala nos acompañen en este proceso de paz y en nuestra lucha desde el Tolima por la vida. Muchas gracias.