Paramilitares reiteran amenazas y su apoyo a militares

Paramilitares intimidaron nuevamente a los conductores de una lancha que se movilizaba desde Turbo hacia Río Sucio por el río León en la desembocadura al rio Atrato cerca al caserío de Tumaradó


El hecho ocurrió el pasado domingo a media mañana sobre el río el León, a 50 minutos (en lancha) del caserío de Tumaradó.

Los paramiliitares arribaron primero en una panga pequeña (lancha), quitaron los celulares a las personas que se encontraban en la lancha. Luego abordaron a los tripulantes de la embarcación a quienes intimidaron y les preguntaron si llevaban bienes a Cacarica. Minutos después se les autorizó a continuar el recorrido.

Unos kilómetros más adelante aparece nuevamente un grupo de paramilitares provenientes de Tumaradó. Estos les obligan a acercarse sobre un lado de la orilla. El mando paramilitar reitera, si vuelven a ingresar cosas a Cacarica, “van a tener graves problemas”.

De acuerdo con los paramilitares, tienen la orden de no permitir ingresos de bienes de supervivencia a Cacarica, “porque allá todos son guerrilleros”. Igualmente indicaron que por las denuncias les ha tocado cambiar la forma de hacer las cosas. “No podemos permitir que dañen la imagen de los militares”.

Desde hace 16 años el retén paramilitar se mantiene en Tumaradó, caserío sobre el Atrato. Las operaciones de estas estructuras armadas se han expandido entre Turbo y Río Sucio con puntos de control en los cascos urbano de estos municipios y sobre el río Atrato en Tumaradó, en Palo Blanco, La Honda, La Larga, y regularmente en Puente América.

A pesar de las denuncias elevadas desde hace más de 10 años no solamente se toleran los puestos de control paramilitar sobre el Atrato por parte de las fuerzas militares; también se les ha visto en connivencia y departiendo en operaciones armadas y en actividades varias en el municipio de Río Sucio y Tumaradó.

Bogotá, D.C. Marzo 14 de 2013

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz