Paramilitares ingresan a San Juan y Bajo Calima

Los anuncios días atrás del desarrollo de operaciones paramilitares en el bajo Calima y el San Juan se han cumplido en los últimos días.

Las acciones de paramilitares que operan bajo el nombre de los Urabeños se realizaron en medio de una militarización con efectivos regulares entre Buenaventura y la parte baja del Calima en el punto conocido como La Colonia.


En este caserío ingresaron 25 hombres desconocidos que días después se observaron en los límites de San Juan y del Calima. En los caseríos de La Palestina y Coco los hombres autoidentificados como paramilitares cortaron toda comunicación de sus habitantes. Ordenaron el cese de llamadas y de movimientos de los pobladores.

Simultáneamente los panfletos de los Urabeños se han regado en la casi totalidad de los barrios de la zona rural de Buenaventura con mensajes amenazantes y mensajes de muerte. Se conoció que las operaciones de esta estructura pramilitar se realiza en medio de las operaciones de la policia y de militares en el municipio.

El desplazamiento intra urbano, la zozobra continúan apoderándose de la población.

Según reportes de medios el control territorial lo quieren asumir los paramilitares de los Urabeños frente a los llamados Rastrojos o “empresa” debido a la ineficacia de estos para asegurar procesos poblaciones favorables a asegurar las operaciones empresariales en Buenaventura.

El ingreso de los urabeños con sus previas amenazas de muerte contra la población indígena y afrodescendiente, sus lideres sociales y acompañantes de derechos humanos han generalizado la situación de terror.

A pesar de la información conocida por las más autoridades de gobierno y de Estado nada se ha asegurado para proteger la vida e integridad de los habitantes del Calima y de sus acompañantes humanitarios de las iglesias y de nuestra organización. El temor de daños irreparables a la vida e integridad es patente.

La militarización de los efectivos regulares no está asegurando la vida y libertades de afros e indigenas. Por el contrario, su presencia en caseríos esta semana, como ocurrió en La Colonia, es una evidente infracción al derecho humanitario.

Efectivos militares se ubican en medio de la población, luego que se explota un artefacto cerca de la población sostienen, falazmente que fueron atacados por la guerrilla de las FARC.

Los afrocolombianos que mantienen una protesta pacífica en razón de la militarización que ha acompañado abusos empresariales del proyecto Agua Dulce han sido cuestionados por el gobierno local, desconociendo los derechos vulnerados de las comunidades negras, como el derecho a la consulta previa y la reparación por los daños causados por los abusos empresariales.

Bogotá, D.C. 10 de noviembre de 2012

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz