Paramilitares desaparecen a reclamante de tierras y su hijo
Viernes 23 de marzo , en horas de la tarde, Manuel Ruíz, de 56 años, miembro del Comité de Censo del Consejo Comunitario de Apartadocito, cuenca de Curvaradó y Samir de Jesús Ruíz Gallo, de 15 años, fueron retenidos por paramilitares…
Desde esas horas se desconoce su paradero cuando paramilitares los obligaron a bajarse del vehículo en que se movilizaban desde Mutatá hacia Apartadocito, Curvaradó.
De acuerdo con testigos, uno de los paramilitares abordó con Manuel y Samir y otros pobladores el vehículo en que se transportaban. Minutos después el hombre que se identificó como paramilitar ordenó al conductor que se detuviera en el punto conocido como “El Basurero”, donde lo esperaban otros dos integrantes de esta estructura paramilitar.
Antes de la actuación paramilitar, en Mutatá, Manuel y su hijo fueron abordados por efectivos policiales y retenidos, mientras recargaban uno de sus teléfonos celulares 317 370 7029 y 311 337 2374.
A eso de las 4:30 p.m, del viernes 23 de marzo, Manuel se comunicó con su familia informando que habían sido obligados a descender del vehículo en el punto conocido como “El Basurero”, cerca al puente del Río Sucio, a 10 minutos de Mutatá, y que les exigían $ 2.000.000 millones de pesos para dejarlos en libertad. Agregó que el dinero debían llevarlo a un lugar de recepción y envío de giros llamado GANA de Mutatá.
Sábado 24 de marzo, a eso de las 10:30 a.m., en Apartadocito, uno de los miembros de la comunidad de Apartadocito, solicitó al gobierno presente en el lugar, que debían aclarar lo que pasaba con Manuel y su hijo, pues él era quien iba a guiar el recorrido por Los Piscingos. El funcionario gubernamental manifestó que el secuestro pretendía sabotear la inspección de linderos y que buscaría a otra persona para que les guiara.
Efectivamente Manuel guiaría al gobierno en la inspección del área conocida como “Los Piscingos”, ocupada de mala fe por empresarios desde 1996 luego de operaciones paramilitares. La inspección se realizaría hoy en cumplimiento del Auto de la Corte Constitucional A-045 del 7 de marzo de 2012.
El gobierno nacional manifestó que la policía de Urabá sabía de la situación de Manuel y Samir a través de la Defensoría del Pueblo, precisó que efectivamente lo habían retenido por un intento de robo o estaba relacionado con sus teléfonos celulares.
Afirmó la policía que les extraña lo ocurrido, justo cuando don Manuel tenía que incorporarse en el día de hoy al proceso de caracterización con la delegación del gobierno nacional en Apartadocito.
Manuel es uno de los 37 miembros de la cuenca del Curvaradó víctimas de amenazas contra su vida por reclamar las tierras. El Ministerio del Interior realizó estudio de riesgo y como medida de protección le asignó un teléfono celular.
La ausencia de garantías, entre ellas el enfrentamiento al paramilitarismo es evidente. El gobierno colombiano debe exigir a las instituciones estatales la activación del sistema de búsqueda y enfrentar el enquistamiento de las lógicas de operación paramilitar en la fuerza pública.
Hacia las 5:30 p.m. del viernes 23 de marzo se conoció que paramilitares, entre ellos, José de Jesús Moya Asprilla, apodado el “Cucho” afirmaron a familiares de las víctimas, que Manuel y Samir habían sido asesinados hacia las 3:00 de la mañana y sus cuerpos arrojados debajo del puente de Río Sucio.
Manuel y su hijo antes de ser detenidos por más de 30 minutos por efectivos policiales habían sido acusados por paramilitares de ser guerrilleros.
Un modos operandi paramilitar similar se presentó en octubre de 2005. En esa ocasión el lider de restitución Orlando Valencia, después de haber sido detenido por la policía en Bajirá, fue desaparecido y posteriormente asesinado por los paramilitares.
Domingo 25 de marzo, en horas de la mañana la familia, en presencia de la policía hallaron una huella de sangre en el puente. En horas de la tarde la policía informó que sobrevoló la zona y debió suspender la búsqueda por malas condiciones atmosféricas.
La familia, con acompañantes internacionales y nacionales buscó en el lugar conocido como el “basurero” sin encontrar rastro alguno.
A la señora Trinidad Gallo esposa de don Manuel y madre de Samir, la policía en Mutatá pidió que firmara documentos, que ella no pudo identificar de qué trataban.
Don Manuel había denunciado al gobierno presiones de parte de uno de los administrados del empresario Víctor Ríos , conocido como el “Bicho”, para que se retirara del proceso de censo. Permanentemente Manuel venía siendo intimidado por este empresario, ocupante de mala fe, con quien compartía linderos.
En la actualidad se encuentran desplazados en Mutatá 7 niños/as y 12 adultos de la familia Ruíz Gallo.
A primera hora del día de mañana miembros de la familia, junto a miembros de la Zonas Humanitarias y de Biodiversidad del Curvaradó, con acompañamiento nacional e internacional, reanudarán la búsqueda de Manuel y Samir por el río Sucio.
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
Bogotá, Marzo 24 de 2012