Paramilitares bloquean ingreso de alimentos en Curvaradó y Jiguamiandó
Se cumplen 16 días del bloqueo de alimentos a Jiguamiandó y de la imposibilidad acceso a transporte en Curbaradó a los integrantes del consejo comunitario de Caño Manso.
Ampliación ilegal de siembra de palma y Banano
Los paramilitares que se encuentran en Brisas de Curbaradó, en Cetino, y Belén de Bajirá ordenaron a los integrantes de los consejos comunitarios que no podrían ingresar alimentos sin que hubiera presentación personal. La restricción a bienes de supervivencia al Jiguamiandó está comenzando a generar crisis a sus habitantes
Si los habitantes quieren llevar sus alimentos desde el Curbaradó deben hacerse presentes y contar con la autorización de los paramilitares para su traslado hasta Jiguamiandó. En Jiguamiandó los paramilitares continúan intimidando a la población y aseguraron que van a ingresar a la Zona Humanitaria de Nueva Esperanza en Jiguamiandó para asesinar a algunos líderes.
Los paramilitares reiteraron que no les va a pasar nada porque de sus actuaciones conoce la brigada 17. ‘Estamos aquí para asegurar el progreso, la coca, la palma, el banano y la ganadería extensiva y proteger de la guerrilla”.
En los límites de Jiguamiandó y Curbaradó continúa avanzando la siembra de coca. El ingreso de insumos para el procesamiento de cocaína se hace en horas de la madrugada por lugares donde existe presencia militar.
En Curbaradó, los paramilitares prohibieron la movilidad y el acceso al servicio público de transporte para los integrantes del consejo comunitario que habitan en la Zona Humanitaria de Caño Manso
Las operaciones de control paramilitar se desarrollan en medio de las manifestaciones de la brigada 17 que indican que tienen el control en el Curbaradó y una presencia importante en el Jiguamiandó. En desarrollo de las operaciones regulares de esta brigada han hurtado bienes de los integrantes del consejo comunitario de Jiguamiandó.
Mientras el control social y bloqueo paramilitar se mantiene dentro de Curbaradó y Jiguamiandó, tolerado y conocido por la brigada 17, ocupantes de mala fe que apoyados por estos, por paramilitares y empresarios bananeros, se mantienen en predios colectivos de Curbaradó.
Han destruido siembras de pan coger, especies forestales y animales de la Zonas de Reserva y de Biodiversidad y han sembrado cerca de 150 hectáreas e instalado 60 casas de habitación provisional.
En este mismo territorio colectivo se conoció del avance en 100 hectáreas de tierra de siembras de palma por el empresario bananero Jesús Correa, sin el consentimiento de los integrantes del consejo comunitario y en desacato de los Autos de la Corte Constitucional.
Bogotá, D.C. octubre 4 de 2011
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz