Paramilitares atracan y amenazan a campesinos de la Zona de Reserva Campesina del Valle del Río Cimitarra
El día martes 12 de febrero de 2013, aproximadamente a las 3:30 de la tarde, en la zona conocida como Boca Caño Casto, o como todos los campesinos lo denominan la Tronquera, brazo que sale al Río Magdalena, un grupo de cinco hombres con armas cortas y encapuchados, detuvieron un motor canoa en el cual se transportaban alrededor de 5 personas entre ellas 3 mujeres y dos hombres, los cuales fueron abordados por estos hombres y señalados de recibir dineros de la guerrilla a la vez de decirles “ustedes todos de allá son guerrilleros”
Fueron despojados de todo su dinero producto del trabajo y la venta de gallinas y queso, además de encargos que hacen a los motoristas las persona de las diferentes veredas así como queso, pescado que traían de sus veredas y a las mujeres les quitaron su ropa dejándolas en ropa interior. Después de robarlos,los dejaron abandonados a orillas de uno de los brazos que lleva del río Cimitarra al río Magdalena.
Todas estas personas eran provenientes de la Zona de Reserva Campesina del Valle del Río Cimitarra, y habían partido de la vereda Cuatro Bocas a orillas del río.
Además los criminales buscaban insistentemente a un hombre, que al no encontrarlo en la canoa, seguían insultando y señalando a los pobladores de esta región de colaboradores de las guerrillas.
Las pérdidas en dinero y elementos como la canoa y el motor que también fueron hurtados superan más de 2 millones de pesos que para los campesinos y campesinas de la Zona de Reserva Campesina es una gran pérdida ya que han sufrido en todos estos años las fumigaciones y además de las dificultades por la falta de vías y garantías de vida digna en la región por parte del Estado colombiano; esto enmarcado en un sistemático y permanente asedio por parte de grupos paramilitares que vienen asesinando, desplazando y señalando en diferentes lugares de la zona de reserva Campesina del Valle del Río Cimitarra así como permanentes sobrevuelos y presencia del ejército en la región.
Para complicar más la situación de los campesinos y campesinas, una de las víctimas del robo y las amenazas se dirigió a la fiscalía y allí le manifestaron que para recibirle la denuncia del robo de su dinero y sus pertenencias debía hacer llegar recibos y facturas de los elementos hurtados. Luego de ver la negativa, regresó nuevamente acompañada de un abogado y de esta manera fue atendida su denuncia.