Paramilitar departe con militares.

Hace dos horas en Brisas de Curvaradó, José de Jesús Moya, alias ” El Cucho”, fue observado en diálogos con militares del batallón de selva No 54 de la brigada 17.

Para sorpresa de muchos, el reconocido paramilitar, conversó amigablemente con los militares mientras esperaban el ferry que cruza el río Curvaradó.


Los militares que se encontraban en el camión expresaron afectuosamente su despedida antes de continuar su camino hacia la base militar instalada ilegalmente en predios comunitarios de Llano Rico.

Como se recordará, la base militar se está terminando de adecuar en predios ocupados de mala fe por el empresario Darío Montoya. Montoya es identificado por muchos como beneficiario de operaciones paramilitares y cedió el terreno para la base..

Además, de esta condición de ilegalidad avalada por los militares, la base se ha instalado sin información, consulta y consentimiento de los consejos comunitarios que habitan en el territorio colectivo.

Tanto el ejecutivo como las fuerzas militares con esta base desconocen fallos de tribunales que ordenaron el desalojo de los predios ocupados por Montoya.

A lo largo de la semana los militares adelantaron el transporte de la dotación para la base militar.

Los militares han afirmado que la base es para la protección de las comunidades. Sin embargo, el tráfico de cocaína, la extracción madera, el transporte de ganado vacuno, el banano y la palma, y la circulación de paramilitares y BACRIM se realiza enfrente de estos, sin ninguna dificultad.

Los paramilitares mantienen el control social, el de personas y de bienes y los militares en absoluto algo hacen.

Continúan los abusos militares contra las comunidades sin que ninguna autoridad, a pesar de la aberrante y escandalosa situación tomen cartas en el asunto.

Bogotá, D.C. 3 de agosto de 2013

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz