ORLANDO FALS BORDA

Maestro de búsquedas de alternativas desde la sociología. Nacido en Barranquilla, en julio de 1925, en un puerto sobre el Atlántico. Su relación con la realidad le permitió formularse preguntas, construyendo la propuesta investigativa de la Acción Investigación Participativa.


El encuentro de saberes, la interacción pensamiento-acción definió el carácter de sus opciones éticas y políticas en la construcción de la justicia, en el análisis de la realidad social. Directa e inderectamente participó en espacio de formación de nuestra Comisión de Justicia y Paz con nuevas generaciones de comunicadores y de defensores de derechos humanos.

El Maestro Fals Luego de realizar sus estudios en Estados Unidos, fundó, al lado de Camilo Torres, la Facultad de sociología de la Universidad Nacional de Colombia. Gestor incansable de formas de socialismo proyectadas en sus escritos, en fundaciones, en círculos de estudio en los que abrió escenarios de encuentro entre diversos sectores sociales, el mundo de la academia y el mundo de los excluidos o empobrecidos por sistemas de injusticia. Desde sus opciones analíticas intentó construir espacios de discusión política y de concreción en partidos con Colombia Unida, Alternativa Democrática y el Polo Democrático, del cuál era su Presidente Honorario. Su opción al lado de los movimientos sociales, campesinos, urbanos lo llevó a replantear la redefinición del concepto de Estado Nación con modelos de sociedad región.

Al lado del maestro Eduardo Umaña Luna y Monseñor Guzmán Campos escribieron el clásico libro de la violencia en Colombia, un análisis integral de la llamada “Primera Violencia” que se desató luego del crimen de JORGE ELIECER GAITAN. Una especie de testamento o de memoria colectiva que nos permite comprender nuestro presente. Pasado, presente y futuro del que el Maestro Orlando Fals se hizo alfarero de pensamientos y de heterotopías.

A sus 83 años de edad, su labor académica, investigativa y de política popular es parte de la memoria social de Colombia, es parte de nuestra memoria, en donde ante lo establecido y la consolidación de la lógica del Estado criminal y mafioso es urgente, es prioritaria la objeción, la persistencia, la ética de la mujer y el hombre nuevo que se resiste a morir sin dignidad. “La persistencia de la idea de subversión como algo inmoral frente a la evidencia histórica que demuestra que la subversión puede ser moral, plantea un problema para la epistemología. Un concepto que pierde su sentido al cabo de unos años, es inútil o incompleto, porque no responde a la realidad. Esto nos indica, en cambio, que el subversor no sólo destruye lo que cree incongruente, sino que quiere reconstruir dentro de nuevas pautas morales. Por eso no es un criminal común. No parece ser ese tampoco el sentir de los tiempos modernos, cuando se tiende a revaluar las bases tradicionales de todas las sociedades” Orlando Fals Borda.

Sentimos el vacío de su presencia, arañamos en nuestra memoria, en su rica memoria escrita, lo que es parte de la historia, historia de dignificación, de creatividad, de discusión crítica.
Orlando Fals Borda ha pasado a la historia.


Bogotá, D.C. 12 de agosto de 2008
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ