Orientación del trabajo psicosocial de la C.I.JyP
El trabajo psicosocial de la Comisión parte del
principio de acompañamiento a comunidades víctimas de la violencia socio-política y de las violaciones sistemáticas de los DDHH. Desde este acompañamiento y estar con las comunidades nacen las directrices de nuestro trabajo:
Realizamos nuestro trabajo desde una postura ética comprometida, donde se reconoce a los demás como seres iguales desde su dimensión humana, pero teniendo siempre presente un enfoque diferencial, puesto que los efectos de la violencia y las maneras de afrontarlas varían si se trata de mujeres, hombres, niños, niñas, jóvenes, personas de tercera edad, población afro, indígena o mestiza. Así mismo nuestra postura frente al conflicto en Colombia es una postura desde y para las víctimas.
1. Comprendemos al ser humano como un ser digno, integral y multidimensional, que se construye en la interacción con su entorno social y cultural. Esta multidimensión comprende los planos físicos, mentales, sociales y culturales.
2. Comprendemos la salud como el bienestar de la persona en los planos físico, mental y de relación con los demás (Organización Mundial de Salud 2002). Ese bienestar pasa también por la relación de las personas con su territorio, el cual para las personas de origen rural sean afros, mestizas e indígenas es un elemento importante para la concepción del mundo, por lo tanto primordial para su bienestar y resistencia frente a la violencia.
3. Entendemos la violencia socio-política dentro de un contexto histórico específico, la violencia y la violación sistemática de DDHH están marcadas por la impunidad y por el interés político y económico sobre el territorio, los cuales se logran por medio de estrategias de control y dominio de la población y las regiones.
4. Las estrategias de la violencia impactan a nivel individual, familiar, comunitario y social y causan la inmovilización social, la destrucción del tejido social, generando silencios y miedos individuales y colectivos. Es en este sentido que podemos hablar de trauma psicosocial, término introducido por Martin Baró, para hacer referencia al trauma que ha sido producido socialmente, y se alimenta y mantiene en la relación entre individuo y sociedad, creando relaciones sociales que tienden a mantener la dinámica violenta.
5. Con el acompañamiento y trabajo psicosocial buscamos entonces ayudar a prevenir, atender y afrontar las consecuencias de la violencia socio-política en todas sus dimensiones, con el objetivo de promover el bienestar emocional, apoyo social y soporte emocional de las víctimas, estimulando su empoderamiento en la búsqueda por la Verdad, Justicia, Reparación Integral y garantías de no repetición y afrontando activamente su situación. Estamos conscientes que en muchos casos se trata de mitigar los daños de la violencia sociopolítica porque no son reparables.
6. Con base en esto, creemos que el trabajo psicosocial debe comenzar facilitando a las personas a que comprendan el por qué de lo que les ha sucedido, qué es la violencia socio-política y a partir de allí darle sentido a las experiencias vividas. Sólo a partir de esta comprensión se puede comenzar a construir estrategias de resistencia y superación frente a la violencia.
7. Desde nuestro acompañamiento sabemos que el impacto de la violencia socio-política se atenúa fortaleciendo en las comunidades y personas su capacidad para exigir sus derechos, fortaleciendo su autonomía y soberanía alimentaria, manteniendo la memoria viva, reafirmando así su dignidad e identidad. Las capacidades para lograr esto, se encuentran dentro de cada persona y su proceso comunitario y el trabajo psicosocial está pensado para ayudar que cada persona las halle.
8. Desde nuestra observación en el marco del acompañamiento integral vemos que la mayoría de las personas que viven situaciones traumáticas logran sobreponerse positivamente a éstas desarrollando resistencia ante la adversidad. Muestran reacciones normales ante situaciones anormales por lo tanto vemos con distancia y cierta crítica conceptos como el trastorno de estrés postraumático –TEP, que estigmatiza a las personas como enfermas sin tener en cuenta los orígenes y el contexto del sufrimiento y de las reacciones. En ese sentido nuestra labor se enfoca mas en lo comunitario que en un trabajo individual, clínico – terapéutico aunque no desconozcamos que hay personas que requieren apoyo terapéutico y en la medida de lo posible se le brinda o si hay la posibilidad se remite a otras entidades.
9. Los procesos jurídicos son complejos, demorados, el testimonio muchas veces es cuestionado por el aparato de justicia, las víctimas son convertidas en victimarios a través de la judicialización, y como consecuencia la impunidad son escenarios posibles de re-victimización y empeoren el bienestar emocional de las personas. Así mismo acciones de reparación pueden llevar a aumentar tensiones al interior de familias y procesos comunitarios. Desde un enfoque psicosocial en el acompañamiento buscamos preparar a las personas para esos escenarios, fortaleciendo en la medida de lo posible decisiones colectivas en aras de limitar el impacto negativo, apoyarles para mantener sus legítimas exigencias.
10. Consideramos que para realmente afrontar la violencia y sus consecuencias, en el marco de un proceso verdaderamente democrático, en donde se pueden elaborar políticas públicas acerca de los derechos de las víctimas, hay que trabajar no sólo con ellas y ellos, sino también con la sociedad en general, buscando cambios estructurales que transformen las causas de fondo que dan origen a la violencia, buscando una sociedad más justa y equitativa, donde las víctimas tengan garantías reales y las políticas permitan el acceso a sus derechos. También es necesario crear en la sociedad una sensibilización hacia las problemáticas del país e incluso del mundo como se refleja en la lucha por los derechos ambientales y la justicia climática cada vez más importante en tiempos del cambio climático y del negocio con la madre tierra.
11. Teniendo en cuenta esto, también se participa en espacios académicos, mesas y plataformas donde se articula nuestro quehacer con el de otras organizaciones y entidades como la Mesa de Acción Psicosocial, Mesa Interinstitucional de Asistencia Psicosocial a víctimas de desaparición forzada, Comité de Impulso (ahora Comité de Seguimiento) del II Congreso Mundial en trabajo psicosocial en Desaparición Forzada, Justicia y Verdad, el MOVICE
entre otros.
12. Este acompañamiento integral en el contexto actual colombiano, el ser testiga /o de mucha barbarie e injusticia, la carga laboral y las condiciones de trabajo, las amenazas debido a las posturas éticas y políticas claras tienen también su impacto en las y los integrantes de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz. Buscamos por ende también espacio de afrontar esos impactos al interior de la organización, reafirmándonos en nuestro compromiso, como parte de un proceso de auto-cuidado a las y los que realizamos el acompañamiento integral.
Líneas de trabajo:
*Formación de promotores psicosociales en comunidades afectadas por la violencia sociopolítica
*Comisión Ética como propuesta de trabaja de memoria
*Acompañamiento psicojurídico
*Trabajo psicosocial con victimas de desaparición forzada
*Atención individual de personas acompañadas
*Autocuidado del equipo de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz (en construcción)
*Fortalecimiento interno y autoformación del equipo psicosocial