Operaciones paramilitares de las AGC en Jiguamiandó
El pasado viernes 3 de enero se han vuelto a hacer visibles las operaciones de hombres armados, con armas largas y vestidos de camuflado de los paramilitares de las AGC en el territorio de Jiguamiandó.
En desarrollo de sus operaciones armadas, el lunes 6 de enero a las 5:00 p.m. un grupo de paramilitares de las AGC ingresaron al Resguardo Humanitario Ambiental Alto Guayabal.
Los cuatro hombres armados fueron abordados por la Guardia ambiental, quienes, los persuadieron para que se retiraran del lugar.
El domingo 5 de enero, a las 3:50 p.m un grupo de más de 30 paramilitares de las AGC, hicieron presencia en la comunidad embera de Dearade en el territorio de Jiguamiandó.
Los AGC ordenaron reunirse a toda la comunidad y preguntaron por los líderes y lideresas, en la reunión manifestaron que debían deforestar y sembrar coca.
Según los paramilitares afirmaron tener control territorial y que estaban llevando el progreso y desarrollo. Luego de escucharles y a pesar de la objeción de la comunidad, la guardia ambiental exigió retirarse de su lugar de habitación.
De acuerdo con el reporte de la comunidad indígena este grupo armado se dirigió camino a la comunidad de Alto Guayabal.
Dearade es una de las comunidades embera que hace parte del Cabildo Mayor Embera de Urada-Jiguamiandó.
Es necesario recordar que en el territorio de Jiguamiandó fue desaparecida una persona que se negó en el mes de julio, a entregar las siembras de coca a los paramilitares de las AGC. Los pobladores embera han reiterado la ineficacia de las actuaciones militares dado que la operación de este grupo paramilitar pasa por lugares de presencia militar y policial.
En otras comunidades las AGC han ordenado a los líderes a guardar silencio sobre sus operaciones, han forzado a recibir los llamados “Puntos” hombres vestidos de civil, con armas cortas y radios de comunicación.
De acuerdo con pobladores afrocolombianos que se han visto obligados a salir de la región ante las amenazas de muerte, por denunciar a las operaciones de las AGC, en medio de la tolerancia de las fuerzas militares y policiales, esta estructura armada tiene un total control sobre el río Jiguamiandó y el río Tamboral.
Estos ríos son las que permiten la libre movilidad y tránsito de las comunidades indígenas, afrocolombianas y afromestizas hacia Murindó hacia Curbaradó y a Mutatá. El control sobre los sitios carreteables que permiten la salida de Urada a Pavarando y de Pavarando a Mutatá es evidente, de la misma manera desde el caserío de Llano Rico, Curbaradó, hasta Brisas de Curbaradó para acceder a Belén de Bajirá y desde Belén de Bajirá hasta el casco urbano del municipio de Riosucio hay “Puntos” en cada uno de los caseríos que se encuentran en estos sitios de tránsito terrestre.
Bogotá D.C. 7 de enero de 2020.
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.
Imagen: PBI