Ofrecimiento y memoria: Evocando la vida desde las distintas sensibilidades
Estudio de cambio a largo plazo Christian Aid y Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
En este encuentro se evocó la vida de Juana Bautista, a través del ofrecimiento de algunos símbolos desde los distintos lugares del Valle del Cauca. Las personas delegadas a este espacio de memoria compartieron con su palabra lo que el sentimiento les inspiraba, depositando algunos objetos para evocar la vida y la necesidad de seguir construyendo Paz desde los territorios.
Como comunidad diferentes voces se pronunciaron y memorando la vida y su búsqueda por la Paz, las siguientes son palabras de resistencia, de unidad, de lucha por la vida y el territorio:
Klinger Chamarra, líder Resguardo Humanitario Biodiverso, Unión Agua Clara, Bajo san Juan manifestó:
“En este día se ha hablado desde la memoria sobre distintos hechos en las comunidades. Nuestro ofrecimiento aquí es por todos los líderes sociales que lucharon por sus comunidades, por su etnia como víctimas. Nosotros también como pueblo Wounaan somos víctimas de la guerra, estuvimos desplazados en Buenaventura. Por eso brindamos por la resistencia y porque existan las memorias en todas las comunidades.”
Angie Pretelt , docente comunitaria del Consejo Comunitario de Cabeceras, Bajo san Juan expresó:
“Estas flores las ofrezco por la memoria de personas y mis familiares que fueron asesinados en mi territorio, estaba muy pequeña cuando sucedió esto. En octubre del año pasado fue asesinado un primo mío, todos ellos han luchado por defender el territorio, hemos sido víctimas, y a pesar de esto aquí estamos compartiendo, trabajando por la Paz que tanto soñamos. Estas flores las dedico a todos ellos y a quienes estamos aquí.”
Jenny Guerra campesina familiar de víctima de los hechos violentos de Trujillo Valle del Cauca, es socia de la asociación ASAVIT dijo:
“Nosotros desde nuestra identidad campesina traemos para ofrecer algo que producimos en nuestra región y es el café. También traemos flores que cultivamos en nuestra región. Ofrecemos estos productos por nuestras víctimas, las de las comunidades que representamos y las de Trujillo.”
Manuel Becerra, representante legal Consejo Comunitario La Esperanza, en Buenaventura
“pertenecemos al Consejo Comunitario La Esperanza, desplazados el 17 de Marzo de 2003, traemos esta mata para ofrecerla en memoria de quienes ya han fallecido. Esta planta está retoñando, para entender que, así como retoña esta planta, ellos también siguen retoñando en nuestra memoria. Ofrecemos estas rosas blancas porque conmemoramos la paz, aunque estamos viviendo en una república que creo, es la única que ha votado en favor de la guerra, porque la paz, aunque con dificultades al fin es la paz.”
La comunidad del Naya y su vocera Nidiria Ruiz manifestó:
“A cada uno de quienes habitamos el territorio del río Naya entregamos una flor que se ha tomado del ramo, en resistencia, lucha, esfuerzo, hermandad, les invitamos a deshojar la flor que cada quien tiene, como símbolo de huellas que ha dejado la lucha por la reconstrucción de la memoria histórica, no olvidando esos momentos que nos han hecho llorar, sino, en resistencia por nuestro territorio para que lo disfruten las nuevas generaciones en paz. Que hoy sea el comienzo de la restauración, por aquellas personas que ya no están con nosotros, pero que como familiares y hermanos de comunidad hoy recordamos.
Este es un símbolo de hermandad y unidad, no podemos dividirnos, pues todos llevamos la misma historia, quienes ya no están entre nosotros quizá la sientan más. Tenemos familiares dados por desaparecidos, asesinados, Nayibe, Liliana, Marciana, Cesar, la hermana de Juana Bautista, Alfonso, y quienes llevamos casos, es para que sintamos el abrazo de la solidaridad por esto que ha marcado nuestra historia en la cuenca del río Naya. Por eso hoy como nunca antes reafirmamos que queremos cambiar lágrimas por sonrisas.
Queremos transmitir a cada una de los aquí presentes quienes han vivido el dolor de la violencia, nuestra huella de resistencia, que hoy en la defensa de nuestro territorio quiere hacer real ese sueño por la verdad y la justicia socioambiental, y esto debe partir desde la educación.
Una vez en Trujillo, en un acto de conmemoración me puse a pensar en qué lugar del mundo se encuentran nuestros familiares. En un mes de abril a Trujillo llegó la terrible y cruel desaparición, dejando a sus familiares en un gran dolor.
Nuestra pregunta sigue, ¿quién inventó la desaparición? Son nuestros seres queridos que nunca vamos a olvidar y aunque pasen los años siempre los vamos a recordar.
Cuando hablamos de desaparición, hablamos de víctimas y de dolor, la tristeza queda y nadie nos da razón.
Continuamos en el río Naya, en al año 2001 hubo un suceso de lágrimas y dolor, los paramilitares acabaron con nuestra ilusión. Llegaron al Alto Naya sin saber a quién buscaban, andaban con la muerte, no nos valió Dios, ni la fe. No quisiéramos recordar, pero no podemos olvidar.
Las mujeres del río Naya nos estamos organizando, y, de este territorio nadie nos va a sacar. Somos mujeres AINI de la cuenca del río Naya, trabajamos por amor al territorio y de él nadie nos va a sacar.
Pedimos Justicia, pedimos Verdad, no solo para el Naya, sino, para el país. Yo busco a mi primo, a mi cuñado y a mi hermano, que una vez salieron de la casa para no demorar, pero son 11 años de un largo esperar. Nidiria Ruiz
Son estos hechos, que nos han llevado a registrar más de 70 casos de desaparición forzada en nuestro territorio, hechos que han causado mucho dolor y a veces nuestro lema Cambiar lágrimas por sonrisas, le incumplimos, porque salen lágrimas de lo más profundo de nuestro ser. Pero a pesar de esto sale nuestra alegría y nuestro grito de “río Naya presente, presente, presente”.
La música y la cultura ha sido un vehículo transformador y esencial de la memoria, en el Naya y en conmemoración de la vida de Juana Bautista las comunidades cantan:
Juntos haremos la historia vámonos,
Pueblo oprimido adelante, liberación,
Pueblo Nayero adelante liberación,
Campesinos adelante liberación,
Pueblo indígena adelante liberación,
Juntos haremos la historia vámonos.
Suelta de ti las cadenas, suéltalas,
Juntos haremos la historia vámonos. Canto comunitario del río Naya
En este encuentro las mujeres y los niños son actores que aportan a la transformación de la memoria y a las manifestaciones por medio de la cultura: Nuestra poesía, nuestro canto, es nuestra expresión cultural, es nuestra alegría, y es lo que nos permite transformar, nos permite encontrarnos, cambiar la tristeza por la alegría, esto es cambiar lágrimas por sonrisas, sin olvidar lo que ha generado la violencia de la guerra. Esto es resistencia en nuestras comunidades del río Naya, que siempre estará presente, siempre hará eco, porque las personas que ya no están con nosotros siempre nos darán la fuerza y la resistencia para seguir adelante en el proceso organizativo.
Aida Mosquera, expresó:
Queremos compartir algo de nuestro trabajo realizado y es el libro Bosques de la Vida. ¿Qué contiene el libro de Bosques de la vida? Decirles que también se viene trabajando con las niñas y niños y con los hijos de las personas dadas por desaparecidas, a este trabajo le hemos llamado semillas de Paz. Entonces es para que les transmitamos mensajes de amor, de alegría, de solidaridad y de reconciliación a los familiares de las víctimas. Necesitamos transformar la realidad de violencia, de conflicto en Colombia y en nuestros territorios.
Imagen: Gabriel Galindo/Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.