Neoparamilitares desaparecen a José Merlín Murillo 

Ayer sábado a las 2:15 p.m., habitantes de Cacarica, observaron el cuerpo sin vida de un hombre, flotando sobre el río Atrato. El cuerpo presenta signos visibles de haber sido golpeado o torturado. El cadáver flotó cerca del puesto de control permanente de la armada, ubicado en la comunidad de Travesía.

Se presume que el cadáver si vida es el de José Merlín Murillo, según indican testigos.

 

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El viernes 13 de octubre, a las 6:00 p.m. se logró denunciar, debido a problemas de comunicación por el intenso invierno, por pobladores de la Zona Humanitaria de Nueva Vida, de la desaparición forzada de José Merlín Murillo por parte de cuatro integrantes de las autodenominadas “Autodefensas Gaitanistas de Colombia”, AGC.

El miércoles 11 de octubre, hacia las 8:00 a.m., ingresó al lugar humanitario, un miembro de las autodenominadas AGC, vestido de civil, quien se dirigió al lugar de habitación de José. El integrante de las AGC obligó por la fuerza a José a salir de su residencia y de la Zona Humanitaria, según informaron, algunos de los testigos.

José fue subido a un bote donde se encontraban otros tres neoparamilitares quienes al parecer se dirigieron hacia predios de la comunidad de Montañita, territorio colectivo de Cacarica, unos de los 17 puntos en donde las AGC tiene control en el territorio colectivo.

José Merlín Murillo, afrodescendiente, de 33 años de edad, vestía buzo color negro y pantalón azul oscuro; de complexión delgada y tez morena; como señas particulares tenía una cicatriz en el hombro derecho y labios muy gruesos.

Hoy domingo, familiares de José se dirigen a Riosucio para confirmar si se trata del cuerpo de su ser querido.

Urge la acción oportuna y eficiente de Medicina Legal en el cumplimiento de los protocolos de identificación de las personas dadas por desaparecidas.

La comunidad de Cacarica repudió estos execrables hechos en medio del control neoparamilitar; así mismos, reiteran el respeto a su propuesta humanitaria y de protección ambiental y territorial.

Además, exigen del Estado y en particular de la Comisión Nacional de Garantías su eficaz y oportuna actuación.

La desaparición de José Merlín Murillo y los controles de las ACG obedecen al desamparo del Estado que desde noviembre ha sido tolerante, cómplice e ineficaz para proteger la vida, integridad y libertades de afrocolombianos en Cacarica.

Bogotá, D.C., octubre 15 de 2017

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz

 

Foto cortesía del Heraldo