Narváez y los crímenes de los ‘paras’
Jose Miguel Narváez fue acusado por el asesinato del periodista Jaime Garzón, pero no ha sido la única sindicación que pesa sobre el exsubdirector del DAS quien tiene un largo historial con paramilitares.
El exsubdirector del DAS José Miguel Narváez Martínez es investigado por los asesinatos del periodista Jaime Garzón y el exsenador Manuel Cepeda. Foto archivo Semana.
Un fiscal de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario decidió llamar a juicio a Narváez como autor intelectual del asesinato del periodista Jaime Garzón en agosto de 1999. Para el organismo de investigador, Narváez influyó para que el jefe paramilitar Carlos Castaño ordenara el crimen.
Éste no es el único caso por el que el exfuncionario del organismo de inteligencia es investigado y su historial está ligado a varias sindicaciones con paramilitares.
Los testimonios de por lo menos cinco ex jefes paramilitares señalan que Narváez fue quien influyó en que Carlos Castaño ordenara el asesinato de Garzón. Pero los señalamientos en su contra van mucho más allá del homicidio del humorista.
Desde el 19 de octubre de 2009, Narváez fue vinculado al asesinato del senador de la UP Manuel Cepeda Vargas, el 9 de agosto de 1994. Por esta razón, en junio de 2010 la Fiscalía ordenó su detención sin beneficio de excarcelación por lo que desde entonces permanece preso en una cárcel de Facatativá, Cundinamarca.
Según versiones libres de varios ex paramilitares, el exsubdirector del DAS también está relacionado con el secuestro de la exsenadora Piedad Córdoba, cometido el 21 de mayo de 1999 y quien sería liberada por Carlos Castaño días después.
Narváez es un exempresario, oficial de la reserva del Ejército, que durante varios años trabajó como asesor del Ministerio de Defensa en temas de inteligencia. Fue catedrático de la Escuela Superior de Guerra y subdirector del DAS durante unos pocos meses en la era de Noguera. En diferentes épocas ha sido asesor de la Federación de Ganaderos (Fedegán), cargo que ocupó hasta hace poco antes de ser arrestado. En las Fuerzas Militares siempre ha estado relacionado con los sectores más cuestionados, como el general Rito Alejo del Río.
Narváez trabajó como subdirector del DAS del 1 de junio de 2005 al 25 de octubre del mismo año hasta que fue declarado insubsistente. Antes de desempeñar ese cargo, Narváez había trabajado como asesor externo del Ministerio de Defensa durante la administración de Martha Lucía Ramírez y posteriormente como asesor externo del DAS hasta 2004.
Salpicado por paramilitares
Uno de los primeros en mencionar a este polémico exfuncionario fue el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, a cargo de Bloque Catatumbo, quien dijo en una versión libre que Narváez fue instructor, ideólogo y un hombre que pudo influir en los paramilitares para ejecutar muchas de sus acciones. “Se reunió en varias ocasiones con Carlos Castaño y conmigo para enseñarnos a combatir a los comunistas. Estuvo en algunas escuelas de formación de cuadros de mando y tuvo la oportunidad de adoctrinar ideológicamente a esos hombres”, dijo Mancuso.
Mancuso aseguró que lo conoció en 1996 en un campamento de Carlos Castaño y desde entonces se encontraron en varias reuniones convocadas por diferentes jefes paramilitares. El extraditado paramilitar dijo que ex funcionario del DAS se presentó a las Auc como profesor de la Escuela Superior de Guerra, y como tal, les dio instrucción militar en más de una oportunidad.
“Él disparaba contra todo el mundo y decía que era lícito combatir comunistas, sin importar dónde se encontraran. Nos sorprendió por la fogosidad con la que habló. Luego nos dijo que tomáramos nota y sacó una lista de 50 ong que, según él, eran propiedad de la guerrilla. Después le dije a Carlos: ‘ese señor es un gran terrorista’”, contó el exjefe paramilitar desde una cárcel en Estados Unidos, a donde fue extraditado en mayo de 2008.
“Me sorprendió cuando lo vi de segundo de Noguera (Jorge Noguera) en el DAS”, dijo a diferentes medios de comunicación el también exjefe paramilitar Freddy Rendón, alias el ‘Alemán’, refiriéndose a Narváez. ‘El Alemán’ delinquió en el Urabá antioqueño y chocoano a cargo del Bloque Élmer Cárdenas.
Testimonios similares a los de estos dos ex paramilitares también han rendido ante las autoridades Diego Fernando Murillo alias ‘Don Berna’, Iván Roberto Duque alias ‘Ernesto Báez’ y Jorge Iván Laverde alias ‘El Iguano’. Son estas versiones, entre otras pruebas, las que tienen tras las rejas al exfuncionario del organismo de inteligencia.
Como hecho especial, el ex jefe paramilitar habló sobre una oportunidad en la que Carlos Castaño le pidió a Narváez que lo “ayudara” con un comandante del Ejército en Urabá que estaba propinando fuertes golpes a las estructuras paramilitares en esa zona del país. (Ver La despachada de Mancuso)
En otra versión libre desde Estados Unidos ante la Fiscalía, alias ‘El Mono Mancuso’, aseguró que, entre 1998 y 2002, Narváez, que para ese entonces se desempeñaba como profesor de la Escuela Superior de Guerra, dictó una cátedra llamada “¿Por qué es licito matar comunistas en Colombia?” a un grupo de paramilitares entre los que se encontraban él y Carlos Castaño.
El contenido de las cátedras iba orientado a justificar el exterminio de sectores sociales involucrados con la guerrilla, entre ellos, hacía énfasis en sindicatos, políticos activos y miembros desmovilizados de la guerrilla. Dentro del grupo de personas estudiadas en la clase figuraba Wilson Borja, quien fue declarado como objetivo militar por parte de las AUC. Borja fue víctima de un atentado el 15 de diciembre de 2000, por los que fueron responsabilizados militares en complicidad con paramilitares.
Según Mancuso, Narváez tenía influencia sobre Carlos Castaño, pero que el jefe paramilitar tenía reservas sobre el ex subdirector del DAS y sus conceptos porque le parecían demasiado radicales: “Cree que todos son guerrilleros”, le dijo.
A lo largo de su Versión Libre, Mancuso aceptó haber recibido de manos de Carlos Castaño una lista con los nombres de varias personalidades nacionales que debían ser asesinadas por sus presuntos nexos con la guerrilla. En el listado figuraban los nombres de Álvaro Leiva Durán, Wilson Borja, Gustavo Petro, Piedad Córdoba y un ex parlamentario de Arauca de quien no supo referir el nombre: “Puede ser Octavio Sarmiento o Luis Alfredo Colmenares, tal vez, las autodefensas mataron a los dos”, aseguró.
El ex jefe paramilitar confesó que las autodefensas que comandó en Córdoba recibían semanalmente informes de inteligencia de las manos de alias ‘Caballo’ y Wilfredo Ortiz, este último identificado por el ex jefe paramilitar como un miembro activo de la policía de Córdoba en 1994.
En junio de 2008, alias ‘El Iguano’ también había hecho referencia a las clases que impartió Narváez a paramilitares en campamentos del Sur de Bolívar y Córdoba, coincidiendo con el relato de Mancuso.
El ex jefe paramilitar aseguró al despacho octavo de la Unidad de Justicia y Paz, que se reunió en más de cinco ocasiones con Narváez en las fincas “Veintiuno” y “Quince” de las autodefensas en Urabá, entre los años 1998 y 2002. “El hombre encargado de difundir los ideales de la democracia y la paz a los mayores de Colombia, se reunió en varias ocasiones con Carlos Castaño y conmigo para enseñarnos a combatir a los comunistas”, dijo.
Narváez y el juicio contra Jorge Noguera
A raiz de todas estas sindicaciones el ex subdirector del DAS ha tratado de defenderse y en varias procesos, como el que se adelanta contra Jorge Noguera, ha señalado que el fue quien hizo varias denuncias de infiltración del paramilitarismo en los organismos de seguridad del Estado.
Sobre su desempeño en el DAS, ha negado cualquier vínculo con grupos paramilitares, así como nexos con el ex jefe de informática del DAS y ficha clave de los paramilitares en el organismo, Rafael García. Narváez aseguró que durante su administración en el DAS se adelantaron más de 17 operaciones en contra de grupos paramilitares.
Narváez reconoció en una audiencia la existencia del denominado ‘G-3’, grupo de análisis de inteligencia al interior del DAS que monitoreaba actividades de ONG en el país, pero negó su participación en las actividades de este grupo o como creador del mismo, afirmaciones hechas por el coordinador de ese grupo, Fernando Ovalle.
Narváez está preso por el delito de concierto para delinquir en el caso de las ‘chuzadas’ del DAS desde el 3 de agosto de 2009, bajo custodia del Ejército Nacional en Facatativá. Su caso está asignado al juzgado Sexto Especializado de Bogotá y se encuentra en etapa de interposición de recursos de nulidad.
Contra Narváez se adelantan también investigaciones en la unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía por el asesinato de Jaime Garzón y Manuel Cepeda Vargas, iniciadas con base en los testimonios de alias ‘El Iguano’ y ‘Don Berna’ respectivamente.
En la audiencia del juicio contra el exdirector del DAS Jorge Noguera, celebrada en mayo de 2010, Narváez habló sobre algunas irregularidades cometidas al interior del DAS que nunca fueron investigadas por la justicia. Entre ellas, la creación de una agencia de inteligencia anexa al DAS que robaba información y expedientes para paramilitares y narcotraficantes, y que además cometía asesinatos.
Según dijo el ex funcionario, el 11 de febrero de este año solicitó a la Corte Suprema de Justicia declarar en el proceso que se adelanta contra Jorge Noguera con el propósito de establecer “la verdad de lo ocurrido” con relación al DAS”.
Aseguró que algunos hechos e irregularidades fueron denunciados por él cuando trabajaba como subdirector del DAS y que nunca fueron investigados por la Fiscalía. La mayoría de estos hechos se relacionan con la supuesta infiltración de paramilitares en el DAS.
Varela, Miguel Arroyave y el DAS
Narváez habló también sobre dos reuniones que tuvo en 2005 con un ex funcionario del DAS, llamado Carlos Moreno Roa, quien fue declarado insubsistente por Noguera ese mismo año, y quien presuntamente tenía información sobre la infiltración de paramilitares en el DAS.
En esas reuniones, grabadas por Narváez, el ex funcionario le dijo que había asesinado gente por orden del entonces jefe de inteligencia del DAS, Enrique Ariza. Se refirió también a expedientes del DAS que había sido robados del organismo y que vinculaban al narcotraficante Wilber Varela alias ‘Jabón’ con funcionarios de la fuerza pública. Estos expedientes, según el relato, fueron entregados a Varela.
El ex funcionario habló de otras irregularidades que vinculaban a Ariza con los paramilitares, entre ellas, sus nexos con el Bloque Centauros de las AUC y con su ex comandante Miguel Arroyave a quien supuestamente le vendió información de inteligencia por 150 millones de pesos.
Tras estas reuniones, Narváez aseguró que hizo las respectivas denuncias ante el entonces fiscal general, Mario Iguarán, pero hasta hoy, cinco años después de esas presuntas denuncias, “nada ha pasado”.
‘Macaco’ y el DAS
Narváez habló sobre una grabación que le fue entregada en 2005 por una agente del DAS, Sonia Rodríguez Briceño, en la que dos agentes de inteligencia del DAS conversaban sobre un supuesto plan de los paramilitares comandados por alias ‘Macaco’ para crear una agencia de inteligencia paralela al DAS que sería coordinada por Enrique Ariza, en ese momento, Director de Inteligencia del organismo.
La grabación, según Narváez, incluía un plan para atentar contra él y contra un general de la Policía que eran considerados un obstáculo para la creación de esa agencia.
Según Narváez, con esta grabación se dirigió a la oficina de Jorge Noguera y tras explicarle la situación, ordenaron una investigación interna sobre estos hechos. Narváez asegura que hasta hoy no se ha dado ningún resultado sobre estas grabaciones. “Mi deseo es saber qué pasó con las denuncias que hice porque parece como si se estuviera ocultando la investigación” señaló Narváez.