Movimientos sociales ayudan al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas a crear un tratado vinculante para las empresas transnacionales
Decenas de organizaciones y movimientos sociales se movilizaron esta semana en Ginebra para enviar un mensaje contundente al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, llamándole a tomar medidas contra la impunidad corporativa. La negociación de un instrumento vinculante sobre las Empresas Transnacionales (ETN) y los Derechos Humanos es una oportunidad única para proporcionar acceso a la justicia a las víctimas de abusos contra los derechos humanos corporativos.
10 de julio 2015, Ginebra –
La Campaña Global para desmantelar el Poder Corporativo y Poner Fin a su Impunidad- una coalición de 190 movimientos sociales, redes y organizaciones de todo el mundo – organizó una semana de movilizaciones junto con la Alianza Tratado y movimientos sociales suizos. Varias actividades se llevaron a cabo dentro y fuera del Palacio de las Naciones, con el fin de dar publicidad a este esfuerzo y demostró a los Estados que están bajo la mirada de los pueblos y que estos no permitirán que las transnacionales descarrilen el proceso o capturen a los gobiernos.
Además de tener presencia dentro de las reuniones del Consejo de Derechos Humanos (CDH), a través de numerosas intervenciones ante el Grupo de Trabajo Intergubernamental, la Campaña ocupó durante una semana la Plaza de las Naciones, facilitando el debate sobre los abusos de poder por parte de las transnacionales y la necesidad de un Tratado que ponga fin a su impunidad. Las principales demandas de la Campaña se basan en una presentación 8 puntos para el Grupo de Trabajo Intergubernamental (GTI), que fue constituido a partir de las recomendaciones y exigencias de las víctimas, las comunidades afectadas, de los movimientos sociales y otras organizaciones de la sociedad civil de todos los rincones del mundo.
En su intervención al GTI, Rosiane Mendes, representante de los/as afectado/as por las operaciones de la minera brasileña Vale de la comunidad de Santa Rita, Estado de Maranhao (Brasil) , hizo hincapié en la necesidad de un tratado diciendo que ” no tenemos medios o mecanismos para tener acceso a la justicia o para reclamar nuestros derechos , por lo que debemos pedir a otras organizaciones y movimientos que reporten los hechos y presenten nuestras propuestas a los Estados, que deben escuchar las voces de las personas y no a las corporaciones ” .
La oportunidad de hablar acerca de las violacions perpetrades por las ETN dentro del CDH constituye un avance histórico, aunque el comportamiento de ciertos Estados durante este proceso todavía plantea problemas. La Campaña no puede sino lamentar que los estados de origen de la mayoría de las empresas transnacionales no mostraran ningún interés en discutir las normas vinculantes de derechos humanos para las empresas transnacionales. Mientras que Canadá, Estados Unidos y Noruega estuvieron ausentes de todas las sesiones, la Unión Europea (UE) intentó hacer descarrilar el proceso durante la sesión de apertura del IGWG por oponerse a la agenda de la reunión y exigir una modificación del mandato del Grupo de Trabajo Intergubernamental establecido en la ONU Derechos Humanos Resolución 26/9. Las tácticas de bloqueo causado un callejón sin salida que finalmente fue superado cuando se hizo evidente que no había consenso de los Estados participantes a adoptar la propuesta de la UE.
En respuesta a las maniobras de la UE, Brid Brennan del Transnational Institute (TNI) y de la la Campaña Global para Desmontar Poder Corporativo y Poner fin a su Impunidad señaló que “como organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales, aquí presentes en la ONU, protestamos ante el comportamiento de la UE, y emplazamos a los estados miembros a declarar su posición sobre este asunto. El bienestar de millones de personas en el mundo que han sufrido la violación sistemática de sus Derechos por parte de las transnacionales depende del GTI para poder seguir y cumplir con su mandato, a pesar de las acciones de la UE”.
La posición de los Estados poderosos es también una cuestión democrática. Como la Europarlamentaria de Podemos Lola Sánchez señaló al comienzo de la sesión, “la UE está actuando más como un embajador de las grandes corporaciones que como un defensor de las normas internacionales de derechos humanos. Un claro ejemplo de esta posición preocupante es la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión propuesta entre los EE.UU. y Europa que podría contener un acuerdo de protección de inversiones que le dará a los intereses económicos priman sobre los derechos humanos”.
Ahora que la sesión concluyó con la adopción de un primer informe que tenemos que prepararnos para los próximos pasos. “Los Estados ahora deben continuar las consultas entre reuniones significativas, sobre todo con las personas afectadas por los abusos de las empresas transnacionales, para asegurar un progreso real en la próxima ronda de negociaciones”, continuó Brid Brennan, lo que subraya la importancia de fomentar la participación de los estados y en este proceso para poner fin a la impunidad de las empresas y crear mecanismos fuertes para hacer cumplir los derechos humanos.
Más información:
http://www.stopcorporateimpunity.org/