Movimiento Nacional de Víctimas del Estado

Días después de que en el Congreso de la República, en medio de un zafarrancho contra la oposición a la aprobación del proyecto de ley, mal llamado, de “justicia y paz”, del festejo con licor de los representantes, más del 35%, de los que fueron elegidos por los “civiles” armados de la estrategia militar encubierta, más de 800 delegados de las más diversas regiones del país, víctimas de Crímenes de Lesa Humanidad, de Genocidio, de violaciones de Derechos Humanos conformaron el Movimiento Nacional de Víctimas.


En un salón atiborrado de mujeres y de hombres, adultos, jóvenes, niñas y niños, delegados internacionales de Europa, de Estados Unidos, de Canadá y de América Latina, testificaron en rituales que exhumaron la memoria, el dolor, la esperanza la necesidad de que se conozca la verdad histórica de lo que en Colombia, Nunca Mas, debe volver a repetirse.

El tiempo fue insuficiente para la catarsis colectiva, el desbordamiento de testimonios, de dolores que se hicieron públicos, palmas y llantos, silencios profundos tocaron la piel, la mente, el corazón de todas y de todos. Los análisis técnicos eran innecesarios, las experiencias vividas configuraron una verdad única, común, el paramilitarismo es una estrategia de Estado. No eran planteamientos ideológicos o políticos, era la verdad vivida, experimentada en toda Colombia. Las palabras testificaron la paramilitarización del país, la asunción del paraestado, el copamiento de los campos y de las ciudades, para imponer un modelo de Estado y de Sociedad. El sentimiento de exclusión de las discusiones frente a un proyecto de ley, era una evidencia, no era necesario hablar de eso, es claro, que la ley mal llamada de “justicia y paz” era una herramienta más de la represión, una clara Ley de Impunidad. Más allá de eso, se percibió la implementación de un modelo de Estado y de sociedad basada en el terror, en la solidaridad criminal, en la apropiación de territorios por la sangre y el fuego. La gente hablo, desbordó en palabras porque el modesto salón del Hotel se construyó en recinto de la dignidad, de la libertad.

Los consensos eran precisos, ciertos, verdaderos, imperioso allanar caminos de afirmación, de objeción ética y política frente al poder ilegitimo e ilegal parainstitucional. Se recrea un espacio de sanción pública de los victimarios, de las estructuras criminales, del desarrollo de apuestas frente a los mecanismos y técnicas de destrucción y de impunidad. Encuentro de soledades en esperanza, constancia histórica ética, agenciamiento de solidaridad en la construcción de un nuevo país. El Acta de Creación del Movimiento es una expresión pública, es un signo de un algo, que es más allá de las palabras, de los aparatos; un algo más allá de denuncias; un algo más allá de las propuestas.

A la salida, los testaferros empapelaron postes de luz eléctrica, algunos se acercaron a la entrada del Hotel Bacatá, entregando a algunas personas los papeles de la amenaza, de la advertencia, de la intimidación, por supuesto se escabullían por el temor a ser descubiertos, y caminaban o se subían en vehículos de organismos del Estado. Esa presencia por fuera del recinto donde se exhumaron sueños y vidas, la expresión de los no pocos obstáculos, amenazas que van a continuar. Los victimarios y los que se ocultan tras de ellos, andan en las mismas, no pueden creer en la vida, solo aman la muerte, el silencio, la barbarie, la impunidad. Poco cambian en el lenguaje, son monotemáticos, poco creativos. Hojas de colores, el amarillo, el azul y el rojo, el tricolor de la bandera con una expresión “Crímenes de Lesa Humanidad – Terrorismo en el Nogal – Puerto Rico Caquetá”, unas fotografías, y las expresiones “FARC – ¡asesinos de trabajadores! Derechos Humanos…? Y no hacen nada…. Y …. La sociedad civil muda. Unámonos ¡así derrotaremos la violencia! Ya viene…Frente Social común por la paz”.

Ellos tal vez olvidan, que la vida está por encima de la muerte, que el encuentro de soledades, que la libertad de la palabra es la vida, que hoy nos convoca la memoria, la búsqueda de la Verdad, una Justicia y reparación Integral, que desde ya las víctimas de los crímenes del Estado están en movimiento.

ADJUNTO Acta de Creación del Movimiento Nacional

Bogotá, D.C. 26 de junio de 2005
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ

*************************************************

ACTA DE CONSTITUCION DEL MOVIMIENTO

Hoy sábado 24 de junio de 2005, en la ciudad de Bogota, más de 800 delegados asistentes al II Encuentro Nacional de Víctimas de Crímenes de Lesa Humanidad, violaciones graves a los derechos humanos y Genocidio, tomamos la decisión de crear el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado como una expresión de AFIRMACIÓN DEL DERECHO A LA AUTENTICA VERDAD, JUSTICIA Y REPARACION INTEGRAL

El movimiento nace en medio de la paramilitarización del país, constatado por organismos internacionales y nacionales de derechos humanos, dinámica que tiene como uno de sus últimos signos, la ley de impunidad mal llamada de “justicia y paz”, la que refrenda la ilegalidad y la asunción publica en el poder, de criminales y de la estrategias armadas del Estado. Paramilitarización que se ha ido cualificando en lo político, en lo jurídico, en lo social imponiendo un modelo de sociedad con un Estado autoritario, en que el aparato judicial es parte de esta estrategia

El movimiento nace en medio de la militarización territorial y cotidiana por la política de seguridad. Subraya la responsabilidad del Estado colombiano y de quienes financian, apoyan, se benefician y promueven de los graves danos irreparables que la guerra ha generado sobre millones de colombianos. El fortalecimiento de aparatos militares y el desarrollo de planes y estrategias como el Plan Colombia y el Plan Patriota, al lado del tratamiento militar y policivo de las manifestaciones populares y de toda expresión de resistencia civil, y la judicialización son signos de la imposibilidad de la construcción de la paz y la democracia. La intervención extranjera y otros medios agudizan la confrontación militar interna con destrozos sobre las vidas de millares de inocentes, injerencia que objetamos ética y políticamente

El movimiento constata que las reales causas de la guerra se arraigan en los intereses económicos de capitales nacionales y transnacionales, de acuerdos comerciales inequitativos y expoliadores como el TLC y el ALCA, de proyectos agroindustriales, de infraestructura y explotación de recursos de las comunidades. Intereses, protegidos y conquistados, en muchos casos, a través de estrategias paramilitares.

I. Identidad del movimiento:

Del movimiento hacemos parte mujeres y hombres, comunidades de diverso origen étnico, cultural y generacional, organizaciones sociales y políticas que hemos vivido el impacto de la violencia generada por el Estado colombiano, a través de violaciones masivas y sistemáticas de sus derechos fundamentales individuales y colectivos, políticos, económicos, sociales, culturales, la destrucción de proyectos de vida, de entornos comunitarios, destrucción ambiental y apropiación de los territorios, perpetradas por estructuras armadas estatales en su estrategia regular e irregular de la estrategia paramilitar

De este modo el movimiento reúne a:
1. Víctimas de crímenes de Lesa humanidad prácticas sistemáticas, generalizadas de torturas y otros tratos crueles e inhumanos y degradantes, desapariciones forzadas, asesinatos selectivos, masacres, violaciones, expulsiones y traslados forzosos, detenciones arbitrarias, encarcelamientos por motivos políticos y de opinión, persecuciones políticas, extradiciones, exilio, destierro perpetrados por el Estado o estructuras armadas amparadas por este, y que hieren la conciencia de la humanidad

2. Víctimas de crímenes de guerra cometidos por el Estado prácticas de persecución, torturas, desaparición forzosa, asesinatos, bombardeos, desplazamientos o sitiamiento ilegítimo de una población civil; muertes o tratamientos inhumanos relacionados con prisioneros de guerra, pillaje de bienes públicos, destrucciones de bienes civiles en operaciones militares, tratos crueles inhumanos y degradantes.

3. Víctimas de Genocidio de orden político y étnico practica de persecución sistemática y planificada de exterminio de un grupo humano por razones étnicas o políticas

4. Organizaciones de sobrevivientes de estos crímenes, familiares de víctimas de estos crímenes, organizaciones sociales, políticas y jurídicas que han sido victimizadas que dentro y fuera del país, afirman su derecho al esclarecimiento, a la memoria, la Verdad, la Justicia y la Reparación.

5. Organizaciones acompañantes de Víctimas de violaciones de derechos políticos, sociales, económicos, sociales, culturales y ambientales.

II. NOS PROPONEMOS COMO MOVIMIENTO

* actuar por una transformación social e histórica planteando y construyendo alternativas contra la impunidad de los Crímenes contra la Humanidad, el Genocidio y las Violaciones a los Derechos Humanos perpetrados por el Estado a través de sus estructuras militares y paramilitares, de sus modelos represivos, de sus leyes arbitrarias y, en general de todas las expresiones del terrorismo estatal.

* trabajar porque los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación, se respeten y realicen plenamente como condición de una paz duradera y de una autentica democracia.

* buscar que las víctimas y sobrevivientes del terrorismo de Estado sean reconocidas como sujetos de derecho, testigos históricos, y sectores participantes en la vida política del país, preservando y reconstruyendo desde la memoria histórica iniciativas que posibiliten que en Colombia Nunca Mas se repitan crímenes contra la humanidad.

* abogar porque los movimientos, partidos políticos, ejerzan con plenas garantías la oposición política como condición básica de una democracia real

* develar las estrategias, mecanismos, métodos y técnicas desarrolladas por el Estado que pretenden la perpetuación de la impunidad política, jurídica y social con leyes, políticas públicas que legalizan el paramilitarismo, la expropiación de tierras y territorios, y el lavado de recursos del trafico de drogas.

* exigir el desmonte de todas las estructuras de la guerra, y buscara la solución política negociada al conflicto social y armado del país, y la suscripción de acuerdos humanitarios que disminuya el impacto del conflicto armado contra la población.

* animar la unidad de las organizaciones de víctimas en torno al desarrollo de acciones políticas, jurídicas, sociales, económicas, culturales y de recuperación de la memoria en contra de la impunidad de los crímenes bajo la responsabilidad del Estado.

* exigir como derecho de los ciudadanos a los propietarios, directores y periodistas de los medios masivos de información que cesen en la manipulación, la tergiversación que legitima el terror estatal, institucionaliza el paramilitarismo y avala a sus representantes en los poderes públicos

* demandar justicia integral, para que se investigue, esclarezca, juzgue y sancione a los autores materiales e intelectuales, que por acción y omisión han financiado y se han beneficiado de los crímenes. Se exige por ello la creación de un nuevo aparato de justicia con autonomía e independencia.

* constituir una comisión de esclarecimiento pleno e histórico de los crímenes que documente e investigue, todos los hechos de violencia política a partir de 1.945

* exigir el reconocimiento individual y colectivo del derecho a la verdad histórica, que dignifique el nombre de las víctimas y sus historias de vida en lo político, social, moral, material, y familiar.

* dignificar a la víctimas a través de propuestas de reparación integral de las víctimas y las organizaciones victimizadas con garantías en lo político, social, moral, material, familiar, individual y colectivo. También apunta a que el Estado garantice la no repetición de los crímenes y de sus prácticas de terror.

* realizar acciones jurídicas nacionales e internacionales en el corto, mediano y largo plazo en la búsqueda de la Verdad, la Justicia y la Reparación Integral. En el plano nacional, internacional, comités convencionales de la ONU, sistemas de protección de derechos humanos existentes en la Comisión y la Corte Interamericanas de Derechos Humanos de la OEA, la Corte Penal Internacional y en el marco de la jurisdicción universal

* objetar y desobedecer la ley de impunidad o mal llamada de justicia y paz y a cualquier disposición o norma legal, administrativa, política que propicien el perdón y el olvido

* desarrollar propuestas de afirmación de la verdad, de la justicia y de Reparación Integral a través de propuestas extrajudiciales, en prácticas de memoria, de sanción moral y política.

III. Miembros y organizaciones que conforman el movimiento

El movimiento tiene espacios locales, regionales y nacionales que coordinan sus acciones y planes. En esas instancias convergen iniciativas ya existentes, y las aprobadas en este Segundo Encuentro, a ellas pueden integrarse personas organizadas que se identifiquen con estos principios.

Bogotá, D.C.,junio 25 de 2005
MOVIMIENTO NACIONAL DE VICTIMAS DEL ESTADO