Militares continúan afectando a afrocolombianos

Las operaciones militares continúan afectando la cotidianidad de nuestra organización, sus operaciones han generado graves afecciones en las siembras de pan coger sin que hay respuesta alguna, ni rectificación frente a a sus actuaciones contra nosotros.

Como hemos escrito semanas atrás, hemos dicho que hay un plan de actuaciones contra los habitantes de Cacarica por parte de paramilitares que pretenden incursionar con algunos asesinatos y otras operaciones contra nuestras vidas. El gobierno no ha hecho nada para desmantelar los paramilitares que están en Riosucio, en Turbo y sobre el río Atrato


Desde el 20 de noviembre hasta la fecha permanece un reten del ejercito en los puntos de Travesía y Tumaradó. Los paramilitares transitan entre los puntos de Río Sucio y Tumaradó, sin ninguna actuación de la fuerza pública

Mientras paramilitares realizan el control de bienes y de personas, y controlan el río Atrato, que retienen a integrantes de las comunidades negras de Cacarica, los militares continúan afectando propiedades de integrantes de los consejos comunitarios

Un caso es el de la Zona de Biodiversidad de Cacarica de la familia Velázquez Ulloa, que desde el desarrollo de las operaciones militares en 2001, en operaciones con paramilitares, han hecho desde ese año hasta hoy un lugar de operaciones logísticas permanentes.

A finales del año 2003 en cabeza del Teniente Flórez, unidades militares tumbaron más de media hectárea de arroz, daño que nunca fue reparada, además, hurtaron plátano, yuca, caña de azúcar, frutales como el borojó, mango, Jaimito.

En el año 2005 en cabeza del teniente Lasso tumbaron un árbol de roble que medía 12 metros, destinado a la producción de semilla, es decir estaba en una lugar de reserva, lo tumbaron abusivamente para hacer un campo o pista de aterrizaje para helicóptero,

En el mismo año a la matriarca, Leopoldina Ulloa, habitante ancestral de esta mejora, el teniente Lasso se comprometió a reparar el daño por un valor de $100.000, el teniente le entregó un recibo por este valor pero realmente le entregó la suma de $80.000, aprovechándose de su mal estado de salud y la avanzada edad.

En el año 2006, en lesa misma propiedad hubo disparos entre militares, al parecer drogados, durante cinco minutos por parte de los militares de la brigada XVII. Allí murió un soldado y un teniente por problemas internos en sus tropas. Esto genero miedo entre la población.

Por estas razones la familia tuvo que hablar a través de la Defensoría del Pueblo, para evitar la presencia de actores armados en la finca, porque el riesgo es alto para quienes trabaja ahí y por los daños y deterioro ambiental que generan en los bienes privados.

En el año 2010, tropas de ejercito de la brigada XV que provienen de Quibdó, mocharon tres arboles de borojó en producción en la misma finca, a través de la defensoría se les mando una cuenta de cobro por los daños causados por la suma de $1.500.000. Un día cualquiera llama por el celular el Mayor Javier Mosquera a Marcos Velázquez, diciendo que fuera a Rio Sucio que el dinero ya lo tenía y debía ir a recibirlo. Se dirigió a Rio Sucio, y cuando llegó solo tenía $800.000 para subsanar el daño, entre otras palabras fue engañado, y le recibió esa cantidad por la necesidad.

En repetidas ocasiones han seguido llegando a la finca, en varias oportunidades se le ha exigido que ahí no se permite la presencia de ningún actor armado porque su estadía viola el derecho al trabajo, ellos saben que en este territorio hay presencia de otros actores armados, y al acampa mentar allí nos pone en riesgo.

Además que continúan hurtando los productos como plátano, yuca, frutales, entre otros. De igual forma haciendo daños ambientales en un área declarada Zona de Biodiversidad

El jueves 17 de noviembre aterrizó un helicóptero en la finca familiar, destruyendo con la brisa una hectárea de plátano ya produciendo, militares mocharon 25 árboles entre cedro y roble y un palo de achiote o bija. Se encontraron daños ambientales como basuras, huecos en la tierra, deterioro de arboles donde tenían los campamentos. Hurtaron además, frutales como coco, marañón, borojó, entre otros.

El día 19 de noviembre a las 11 de la mañana se presentó un hostigamiento a las ejército que estaba en la finca, mucha gente que estaba trabajando salieron despavoridos corriendo, con pánico, igual la gente de los alrededores con miedo que genera la presencia de cualquier actor armado cerca de la población civil.

La gente duró casi un semana sin ir trabajar, por miedo.

En repetidas ocasiones hemos solicitado al gobierno y exigido a comandantes del ejército en terreno que la familias no aceptan a los actores armados dentro de sus lugares de trabajo, a estas palabras les han puesto oídos sordos porque continúan haciendo permanencia y muchos daños.

Los daños ocasionados entre el 17 y el 20 de noviembre deben de ser reparados inmediatamente, y de igual forma exigimos una respuesta urgente a nuestras exigencias a la no presencia de actores armados en propiedades de las familias de las comunidades y exigimos que estos hechos no se vuelvan a repetir.

Los daños ocasionados esta vez suman mas de 12 millones de pesos, afección sobre siembras y lugares que nos permiten la satisfacción del derecho a la alimentación, pero también que genera afecciones sobre la riqueza biológica en nuestro territorio.

Comunidades de Autodeterminación, Vida y Dignidad del Cacarica, CAVIDA.