Masacre del 16 de Mayo de 1998 en Barrancabermeja
Asesinados
Pedro Julio Rondón,
Germán León Quintero,
Jesús Argüello Solano,
Diomidio Hernández Pérez,
Eliécer Quintero Osorio,
José Javier Jaramillo Díaz,
Nayr Enrique Guzman.
Desaparecidos Forzadamente
Jesús Valdivieso Pabón,
Orlando Martínez,
José Octavio Osorio,
Wilfredo Pérez Serna,
José Milton Cañas,
Diego Fernando Ochoa,
María Alejandra Ochoa,
Geovanny Herrera,
Oswaldo Vázquez,
Ender González,
José Reinel Campos,
Fernando Landines,
Oscar Leonel Barrera,
Luis Fernando Suarez,
José Javier Jaramillo,
Nayr Guzmán,
Eliécer Javier Quintero,
Robert Wells Gordillo,
Diomido Hernández,
Daniel Campos Pérez,
Carlos Escobar,
Wilson Pacheco,
Gary De Jesús Pinedo,
Jaime Yesid Peña,
Daniel Campos Pérez,
Juan Carlos Rodríguez,
Luis Argüello Solano,
Carlos Enrique Escobar Jiménez,
Melquisedec Salamanca Quintero,
Carlos Arturo Alaix Prada,
Ricky Nelson García,
Eliécer Javier Quintero Orozco,
Luis Fernando Suarez,
Wilson Pacheco,
Gary Pinedo Rangel.
“El 16 de mayo de 1998, a eso de la 20:30 hora local, tres vehículos penetraron en la parte sur oeste de Barrancabermeja. Uno de los vehículos era de tipo “pick-up” y otros dos, modelos 350 eran más grandes. Los camiones transportaban entre 30 y 50 hombres armados de armas cortas y largas. Los hombres llevaban también machetes y otros tipos con armas blancas.
Los camiones siguieron su camino hacia el noreste por el perímetro sur de la ciudad. Se detuvieron primero en el bar La Tora y ahí los paramilitares maltrataron a dos jóvenes y en seguida los obligaron a subir en uno de los camiones. Uno de ellos fue identificado como JESÚS VALDIVIESO PABÓN. Un ciudadano que pasaba por ahí en motocicleta fue detenido y golpeado por un miembro de las fuerzas paramilitares.
Los camiones cambiaron después de rumbo dirigiéndose al norte, hacia una cancha de futbol en donde se realizaba un bazar popular. Más de cien personas estaban presentes y participaban en las actividades festivas, organizadas con el objetivo de recoger fondos para financiar un grupo infantil de danza.
Los paramilitares bajaron entonces y cercaron la cancha. Otros entraron a un salón de billar cerca de la misma y obligaron varias personas a seguirlos mientras que los otros en el exterior, obligaron a todo el mundo a tirarse boca-abajo en el suelo, mientras los calificaban de “guerrilleros” y les anunciaban el inicio de una guerra.
Los paramilitares golpearon salvajemente a varias personas dándoles puñaladas y patadas. Después de haberle dado la vuelta a la cancha, los paramilitares escogieron algunas personas y las obligaron a seguirlos hasta los camiones. Una de las personas así escogidas, PEDRO JULIO RONDÓN, no quiso subirse al camión y por haber resistido, un miembro del grupo paramilitar lo degolló delante de todo el mundo reunido con motivo de la fiesta.
Los testimonios le permitieron al Tribunal determinar el nombre y la identidad de las personas secuestradas en Barrancabermeja el 16 de mayo de 1998. El número exacto es desconocido, pero se admite que las personas secuestradas en la cancha y que no se han vuelto a ver desde entonces son:
ORLANDO MARTÍNEZ, JOSÉ OCTAVIO OSORIO, WILFREDO PÉREZ SERNA, JOSÉ MILTON CAÑAS, DIEGO FERNANDO OCHOA, MARÍA ALEJANDRA OCHOA, GEOVANNY HERRERA, OSWALDO VÁZQUEZ, ENDER GONZÁLEZ, JOSÉ REINEL CAMPOS, FERNANDO LANDINES, OSCAR LEONEL BARRERA, LUIS FERNANDO SUAREZ, JOSÉ JAVIER JARAMILLO, NAYR GUZMÁN, ELIÉCER JAVIER QUINTERO, ROBERT WELLS GORDILLO, DIOMIDO HERNÁNDEZ, DANIEL CAMPOS PÉREZ, CARLOS ESCOBAR, WILSON PACHECO Y GARY DE JESÚS PINEDO.
Cerca de veinte minutos más tarde, los camiones se dirigieron nuevamente hacia el sur. Un joven, llamado JAIME YESID PEÑA, quien se encontraba en frente de su casa, fue también secuestrado por los grupos paramilitares.
Minutos más tarde, los camiones entraron al barrio 9 de abril. Ahí, los paramilitares penetraron en un salón de billar, obligaron al dueño a ponerse de rodillas, el cañón de un fusil en su boca. Después detuvieron a los tres clientes que se encontraban en el lugar y se los llevaron a la fuerza. Los tres clientes fueron identificados como DANIEL CAMPOS PÉREZ, JUAN CARLOS RODRÍGUEZ y LUIS ARGÜELLO SOLANO.
Paseándose a pie por el barrio, los paramilitares se acercaron después a un grupo de personas que jugaban tejo y tomaban cerveza. Uno de ellos intentó huir y fue perseguido por un paramilitar que disparaba su fusil en dirección de la casa en donde el civil trató de refugiarse. Otro que intentó huir recibió una bala en la pierna, mientras que otro paramilitar lo acabó acribillándolo de cuatro balazos. Esta víctima fue identificada como GERMÁN LEÓN QUINTERO.
En el mismo sitio, tres personas fueron capturadas y metidas en un camión. A CARLOS ENRIQUE ESCOBAR JIMÉNEZ, su hermano MELQUISEDEC SALAMANCA QUINTERO y CARLOS ARTURO ALAIX PRADA, no se les ha vuelto a ver desde entonces.
Habiendo bloqueado la ruta principal, los paramilitares empezaron a disparar después hacia un pequeño bosque, en donde ciertas personas se habían escondido. Subrayemos aquí, que los disparos se podían escuchar perfectamente desde la instalación militar llamada el Pozo Siete; la barricada de los paramilitares montada en la ruta era, en cuanto a ella, visible desde otra instalación militar que custodia la “Termoeléctrica”, una productora de electricidad. A pesar de todo, las fuerzas militares colombianas que se encontraba en el lugar, escogieron permanecer inmóviles y permitir que se perpetrara una masacre, sin intervenir. Las personas desaparecidas en ese momento fueron identificadas como RICKY NELSON GARCÍA, ELIÉCER JAVIER QUINTERO OROZCO, LUIS FERNANDO SUAREZ, WILSON PACHECO y GARY PINEDO RANGEL.
Cerca de una hora y media después de la entrada de los paramilitares en Barrancabermeja, los camiones pasaron el retén de las fuerzas armadas que controla el acceso a la ciudad y continuaron su camino hacia la ciudad de Bucaramanga.
En medio del terror, varias personas intentaron desesperadamente pedir ayuda a las fuerzas de policía y militares. A pesar de todo, las tentativas resultaron vanas puesto que ninguna ayuda les fue prestada, e inclusive, en repetidas veces no hubo ninguna respuesta a sus llamadas.
Al día siguiente, a lo largo de la carretera que tomaron los paramilitares, fueron encontrados los cuerpos de algunas de las personas secuestradas, mientras que otro fue encontrado cerca de la plaza La Esperanza : JESÚS ARGÜELLO SOLANO, DIOMIDIO HERNÁNDEZ PÉREZ, ELIÉCER QUINTERO OSORIO, JOSÉ JAVIER JARAMILLO DÍAZ y NAYR ENRIQUE GUZMAN.
A pesar de que los periódicos informaron que las víctimas habían muerto por balas, ninguna autopsia fue efectuada por las autoridades del gobierno. En efecto, no se tomó ninguna fotografía, no se buscaron las balas y las autoridades tampoco reclamaron prueba balística alguna.
(Fallo del Tribunal Internacional de Opinión celebrado en Montreal el 3 y 4 de mayo/99)”
Bogotá D.C., 16 de mayo de 2005
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz