Mario Castro Bueno
Memoria y Justicia
Han pasado 6 años, desde el asesinato de MARIO CASTRO BUENO, 6 años de impunidad, de ocultamiento de la verdad. Pero también 6 años de memoria presente entre sus familiares y amigos.
Personero del municipio El Castillo, departamento del Meta – Asesinado el 1 de noviembre de 2002.
MARIO fue asesinado un viernes 1 de noviembre en el municipio El Castillo, por “civiles” de la estrategia paramilitar. Era el día de todos los santos, cuando hacia las 2:30 p.m., MARIO fue obligado a bajar del vehículo de servicio público en el que se movilizaba hacia la ciudad de Bogotá para participar en un diplomado de Derechos Humanos. Los paramilitares interceptaron el bus a la altura del sitio conocido como La Bodega, en la vía entre Medellín del Ariari y Pueblo Sánchez.
MARIO fue llevado por los paramilitares, asesinado y sólo hasta el siguiente día su cuerpo fue hallado degollado en un paraje rural.
MARIO, Personero del municipio El Castillo, fue un hombre sencillo, de profundas convicciones, nacido en un hogar creyente, de cuna crítica, militante del Partido Comunista y de la Unión Patriótica. Hombre coherente, al lado de la justicia, en profunda insensibilidad con la impunidad. De sus miedos asumidos en coraje, defensor de derechos humanos, Personero Municipal, constructor de un nuevo país, en medio de la guerra, entre el oscuro socavón de la impunidad.
MARIO, un hombre querido por los campesinos y campesinas del Alto Ariari. Consecuente con sus convicciones y su labor fue el único funcionario público que escuchó los testimonios de las víctimas, asumió el inicio de investigaciones, de búsqueda por lo menos del esclarecimiento ante la imperante impunidad del departamento del Meta. Cuando EYDER QUIGUANAS fue asesinado por unidades del FUDRA del ejército, MARIO fue hasta la vereda La Floresta, habló con la familia, recogió los testimonios, algunas pruebas y colocó una denuncia por los hechos. Después del asesinato de MARIO, los testimonios, pruebas y denuncias, en su mayoría desaparecieron misteriosamente del despacho de la Personería, entre ellas las del caso de EYDER, el primer asesinato que generó el desplazamiento de los campesinos del Alto Ariari entre el 2002 al 2004.
MARIO, por su consecuencia, por cumplir con su labor de Personero, fue asesinado. Los victimarios quisieron con su muerte acallar, ocultar, enterrar la verdad y la búsqueda de Justicia. MARIO, testigo del desplazamiento del Alto Ariari, testigo de los operativos militares regulares e irregulares a través de la estrategia paramilitar.
Han pasado 6 años y la vida de MARIO sigue siendo presente, evocante y convocante entre sus familiares y amigos, entre los campesinos del Alto Ariari.
Bogota. D.C. 1 de Noviembre de 2008
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz