Mario Calderón, Elsa Alvarado y Carlos Alvarado
Murieron amándose, sus victimarios creyeron que la muerte podría vencer el amor, y no fue así. Sus amores superaron los límites hasta de los que pretendieron realizar un crimen perfecto. Elsa Constanza Alvarado Canchón y Mario Calderón Villegas, murieron en su recinto donde se amaron, donde soñaron, donde tejieron sus sueños, murieron al lado de su padre y suegro Don Carlos.
Elsa Alvarado nació en Bogotá el 4 de Diciembre de 1961, Comunicadora Social egresada de la Universidad Externado de Colombia, especializada en Tecnología Educativa en la Universidad Javeriana, integrante del CINEP, lugar donde conoció a Mario Calderón. Interesada sobre la democratización de la información, el peso de la opinión pública y el poder de los medios, poco antes de su asesinato, había empezado a trabajar en el Ministerio de Comunicaciones donde investigó la relación de las audiencia con los medios masivos, por lo que diseñó y dirigió numerosos talleres con el propósito de aportar datos en la investigación con niños y niñas y su acercamiento a la televisión.
Mario Calderón nació un 13 de Octubre de 1946, durante toda su vida luchó por la defensa de los más vulnerables, por los indígenas de Tierralta en Córdoba y por los campesinos del Páramo del Sumapaz. En los 60 entró a la Compañía de Jesús, donde estudió Filosofía e hizo un master de Teología en la Universidad Javeriana. Siendo integrante del CINEP por más de 15 años, combinó la religión, la lucha por los demás y la investigación social.
En 1987 junto al Padre Sergio Restrepo y en el marco del Programa por la Paz de la Compañía de Jesús, estuvo en Alto Sinú y en San Jorge región Tierralta en Córdoba , donde fue nombrado coordinador del programa, en donde promovió procesos organizativos y aportó en la construcción de bibliotecas, pero el 1ro de Junio de 1989, paramilitares asesinaron al Padre Sergio Restrepo, por lo que la Compañía de Jesús decidió retirar a Mario de la región y al llegar al Cinep decidió abandonar los votos sacerdotales y dedicarse totalmente a la lucha ambiental, trabajando con ecologistas y campesinos en la región de Sumapaz donde fundó la Asociación Reserva Natural de Sumapaz, durante la administración de Bogotá a cargo de Antanas Mockus fue asesor cultural local del IDRD para la localidad de Sumapaz.
Hace 24 años paramilitares acabaron con la vida de Elsa, Mario y el padre de Elsa, Carlos Alvarado, ese 19 de Mayo de 1.997 siendo las 2:00 a.m, 5 hombres armados vestidos de negro irrumpieron en su apartamento ubicado en el barrio Chapinero Alto en la Cuidad de Bogotá, la madre de Elsa, de 70 años, resulto herida gravemente pero fue la única sobreviviente junto con su nieto Iván de 18 meses, pues Elsa lo había logrado esconder en un closet.
Los asesinos haciéndose pasar por agentes de la fiscalía amordazaron al portero y al llegar al apartamento tumbaron la puerta obligando a Mario, a Elsa y a los padres de ella a arrodillarse antes de que les dispararan con fusiles y pistolas.
“Recuerdo ese día perfectamente, salí corriendo, me parecía mentira. Fuimos al apartamento, estaba lleno de policías. Fuimos al Cinep, estaba todo el mundo allá, decían que fueron los ‘paras’ en alianza con los policías de Chapinero pues llegaron al apartamento mucho después del crime…después del asesinato sentimos mucho susto, mucha paranoia. Colgamos una pancarta en la carrera Quinta que decía “Zona de masacre”. Sólo estuvo ahí dos horas, no sé quien la quitó”.
“El impacto de su muerte fue demasiado alto, un vacío enorme. Quedamos sin fuerza, con una tristeza absoluta. Teníamos todos bebés, ya no los dejábamos en la cama porque pensábamos que nos iba pasar lo mismo. Sentimos que el asesinato de Mario y Elsa fue un castigo a todas las ONGs” rememora María, vecina de Mario y Elsa.
La única persona condenada por este asesinato e imputado por ser autor material del homicidio fue Juan Carlos González, La Corte Suprema de Justicia le impuso 40 años de prisión. Sin embargo los señalados como coautores del crimen, Alexander Londoño y Edward Melguiza, fueron absueltos por duda probatoria, pero Salvatore Mancuso y Éver Veloza alias “HH” enfrentan una investigación por su responsabilidad como autores intelectuales.
Diego Fernando Murillo Alias “Don Berna” también fue vinculado al caso por la fiscalía en 2009 debido a las declaraciones de “HH” e Ignacio de Jesús Roldán alias “Monoleche”, quienes manifestaron que los jefes de los paramilitares que perpetraron los homicidios eran Don Berna y alias “Negro Elkin”, quien aparentemente fue asesinado.
Por su parte alias “HH” aclaró que Carlos Castaño ordenó el crimen, pero que ellos participaron de forma directa e indirecta con la fuerza pública.
Finalmente la extradición de los altos mandos paramilitares han obstaculizado la verdad y la justicia “Don Berna”, “HH” y Salvatore Mancuso se encuentran en Estados Unidos únicamente por el delito de Narcotráfico, “Doble Cero” y Castaño fueron asesinados y mientras tanto cientos de víctimas esperan que se haga justicia, que se sepa la verdad, que se dignifique la memoria de sus seres queridos, que se reparen los daños causados.
Hoy seguimos contando los meses de impunidad, volvemos a revivir el dolor, la impotencia ante el terror, hoy seguimos clamando justicia, desempolvando la verdad, esa verdad que hoy los medios de comunicación entre novelas, noticieros y realitis quieren desdibujar, borrar, desaparecer.
Por eso hoy recordamos a Mario, ese ser sensible, libertario, risueño, recordamos a Elsa la despampanante, ella, la de sonrisa amplia que le encantaba cocinar y bailar salsa, recordamos Don Carlos Alvarado, padre de Elsa asesinado junto a ellos.
Hoy recordamos a Mario y Elsa, por sus valores humanos, por sus compromisos con la vida en todas sus expresiones, por el amor al prójimo, a la naturaleza. Por los sueños de tantos y tantas por un mundo mejor, porque sus vidas y convicciones son para los que quedamos, un ejemplo de esperanza y fuerza.
Elsa, Mario y Carlos en la Memoria
Elsa, Mario y Carlos Sin Olvido