MARIA LUCERO HENAO Y YAMID DANIEL HENAO
6 de febrero 2004 – 6 de febrero 2007
Memoria y Justicia
Tres años después el crimen se encuentra en la impunidad. La fiscalía se ha negado a vincular a integrantes del Batallón 21 Vargas, enfocando la responsabilidad en integrantes de la estrategia paramilitar que solo se ha desarrollado en la región como parte de las operaciones institucionales contrainsurgentes, en realidad contra la población en este caso LUCERO y su hijo YAMID.
Dentro de la actuación del ente investigador se han vinculado “civiles” armados de la estrategia paramilitar varios de ellos se beneficiaran de ley para la impunidad, ley de “justicia y paz”.
En la noche de un viernes 6 de febrero de 2004, “civiles” armados de la estrategia militar encubierta llegaron hasta la casa de la defensora de Derechos Humanos MARIA LUCERO HENAO en el caserío de Puerto Esperanza, municipio El Castillo (Meta), golpearon en la puerta y llamaron a MARIA LUCERO quien al principio se negó a abrir. Los armados amenazaron con tumbar la puerta si no abrían inmediatamente, por lo que MARIA LUCERO se ve obligada a abrir y se la llevan a la fuerza los hombres armados mientras ella grita llamando a su madre, a sus hijas e hijo YAMID DANIEL HENAO, quienes salieron tras ella intentando arrebatarla de las manos de los victimarios.
En el trayecto intentaron amarrar a MARIA LUCERO con unas cuerdas de nylon mientras le gritaban “desde hace tiempo le teníamos ganas pero no se había presentado la oportunidad” y a la familia que la acompañaba “ustedes son unos h.p guerrilleros”. Ella se abalanzó al cuerpo a uno de los armados impidiendo que la amarraran. Al llegar a las afueras del caserío, a 5 minutos de la casa, obligaron a las niñas y abuela a regresar y forzaron a quedarse con MARIA LUCERO a su hijo, YAMID DANIEL, de 16 años de edad, estudiante de la Unidad Educativa el Encanto de Puerto Esperanza.
Minutos más tarde, su familia escuchó varios disparos, pero por temor a la presencia de los “civiles” armados de la estrategia militar encubierta, no salieron de la casa hasta la madrugada en que se encontraron los cuerpos con impactos de bala. El rostro de YAMID DANIEL se encontraba desfigurado, con impactos en la boca y con una oreja mutilada.
Las verdades enunciadas por Maria Lucero siguen vivas, resuenan en la conciencia de los pobladores que resisten en medio de la institucionalización paramilitar de la región. Sus palabras siguen vigentes en medio de los campesinos que llegaron al Ariari en búsqueda de tierra para vivir, para trabajar, hoy un puñado de ellos han regresado, varias familias a las veredas y un grupo de familias de la Comunidad Civil de Vida y Paz a la Zona Humanitaria en El Encanto. Conservan la memoria, la dignidad de MARIA LUCERO expresada en la dignidad de los que no ceden. Por eso en el Meta aún está viva la resistencia, la impunidad no ha sido la última palabra, aún existe la memoria.
MARIA LUCERO y YAMID… en la Memoria
MARIA LUCERO y YAMID … Sin Olvido
Bogotá D.C., 6 de febrero de 2007
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz