Marco real y marco teórico

El ‘gana-gana’ es bastante particular porque los campesinos dueños de la tierra asumen todo el riesgo del negocio.


Algo va de la propaganda a la realidad. Hoy hablaremos del contraste entre un marco teórico y un marco real. El marco real se llama Marco Antonio Rodríguez Peña y es un pequeño propietario de tierra en Santander. El marco teórico sostiene que la agroindustria genera progreso y prosperidad para
todos, en contraste con el minifundio que solo deja pobreza y frustración.

La empresa Indupalma se ha dedicado por años a lo que ellos llaman “ampliar la frontera palmera de Colombia”. Con un ahínco parecido al de los misioneros, Indupalma ha esparcido su evangelio palmicultor por varias regiones del país y ha ganado millones promoviendo la palma como la fe verdadera.

Uno de los videos con los que esa empresa se promociona muestra una de sus formas de redención. Los pequeños dueños de tierra ahora son invitados a “pensar en grande”. En el video aparece el testimonio de un Juan Crisóstomo Mesa que cuenta cómo empezó a hacer parte de este grupo de redimidos.

Don Juan narra inicialmente cómo unos vecinos llegaron a convencerlo de meterse en el negocio de la palma: “Dijeron que eso era como una pensión para uno”. En seguida cuenta que él tuvo que endeudarse para entrar en el próspero esquema: “Hicimos un préstamo para Indupalma con las escrituras de nuestra tierra y ella como socio nos ofreció los colinos”.
(Ver video Propaganda Indupalma 1)

El resultado no se parece mucho a la pensión de la que le habían hablado a don Juan Crisóstomo. Él cuenta que ahora “Indupalma me paga un jornal para cuidar mis palmas”. (Ver video Propaganda Indupalma 2)

Marco Antonio Rodríguez Peña, en cambio, no quiere pasar de propietario a jornalero. Para él, Indupalma está implementando un esquema ventajista frente a los campesinos que ahora son más pobres que antes y quiere hacerle pagar con nuevos créditos los errores de planeación de la compañía palmera.

Marco Antonio es uno de los 38 propietarios de las fértiles tierras de Sabana de Torres a los que Indupalma convenció de dejar los cultivos comestibles, las vacas y las gallinas, para asociarse con ellos y dedicarse a una actividad ‘gana-gana’: crear una cooperativa y juntar sus 1.300 hectáreas para sembrar palma de aceite y convertirse en ‘empresarios’ y ‘socios estratégicos’ del gigante palmero.

Por su parte Indupalma les vende las plántulas para empezar la plantación y se convierte en el ‘operador logístico’.

El ‘gana-gana’ es bastante particular porque los dueños de la tierra asumen todo el riesgo del negocio. Ellos respaldan el endeudamiento del proyecto con los títulos de sus propiedades. Mientras tanto el ‘operador logístico’, alias Indupalma, se paga por la derecha sus servicios y traslada el precio de cualquier error a los campesinos.

El riesgo es de los ‘socios estratégicos’ (los campesinos); los ingresos del ‘operador logístico’ (Indupalma) en ningún caso se afectan.

Don Marco Antonio escribió una larga y razonada carta a Indupalma explicando la evidente ‘ley del embudo’ que gobierna el contrato entre la palmera y sus ‘socios estratégicos’.

Indupalma argumenta que el capital de los antiguos pequeños propietarios ha aumentado porque –pese a las deudas– ahora son dueños de una parte de una plantación y no de un simple pedazo de tierra.

Don Marco señala: “¿Será que ese campesino que antes vivía de sus vacas, la leche y sus gallinas, podrá llegar a la tienda del pueblo y con solo decir que ha duplicado su capital por ser palmero, inmediatamente le dan una libra de lentejas, una cebolla y un frasco de aceite?”. (Ver carta a Indupalma.jpg)

En una reunión de Indupalma con esos mismos campesinos para hablar de estos temas, uno de ellos exclamó: “Tenemos dos veces hipotecada la finca y nos manda el doctor Lizarralde a buscar otro crédito para comer”. (Ver video reunión Indupalma 1)

El doctor Lizarralde, quien luce muy enfadado con los ‘socios estratégicos’, (ver video reunión Indupalma 2) alega: “Ustedes pueden decirle al banco présteme a tanto tiempo y de una manera inteligente (…) ¿Parte del préstamo lo pueden utilizar para qué? Pues precisamente para eso que están diciendo, para sobrevivir y al mismo tiempo pagar”. (Ver video reunión Indupalma 3)

Hasta hace unos días el doctor Lizarralde promovía el ‘gana-gana’ como gerente de Indupalma. Ahora es el ministro de Agricultura.