Manifiesto Iglesia de Sucumbios de Ecuador‏

Durante más de 40 años esta Iglesia, presidida por nuestro Obispo Gonzalo López Marañón, ha sido un signo de vida en medio de esta parte de la Amazonía ecuatoriana.


La Provincia de Sucumbíos, nuestra Iglesia de San Miguel de Sucumbíos, sus Comunidades, Ministerios, Agentes de Pastoral, Equipos Misioneros, Religios@s y sacerdotes y todo el pueblo de Dios queremos decir que:

Esa vida que ha ido surgiendo muchas veces a partir de situaciones de muerte, se manifiesta en comunidades cristianas en todos los rincones de la provincia, entre campesinos, indígenas, negros y urbanos. Con una gran riqueza de ministerios laicales y ministerios ordenados (diáconos permanentes y sacerdotes diocesanos) celebrando la fe en Jesús en torno a la Palabra y siguiendo el modelo de María, como Primera Discípula Misionera, manifestándose en las fiestas religiosas populares. La catequesis y la celebración de los Sacramentos son parte central de la vivencia de la fe del pueblo de Dios. Este camino es sostenido por estructuras de participación a distintos niveles desde las comunidades vivas hasta las diocesanas.

También se manifiesta en multitud de obras sociales, organizaciones populares nacidas en el seno de la Iglesia, en proyectos de promoción humana, en la existencia de comunidades de vida compartida en todos los rincones de la Provincia, en una defensa continuada de los Derechos Humanos y en la felicidad de tanta gente pobre que ha descubierto las fuentes de su dignidad humana y se ha puesto de pie como hij@s de Dios y herman@s.

En esta Iglesia de Sucumbíos se han ido produciendo en estos últimos años algunos hechos que no podemos ignorar:

En Octubre 2008, Gonzalo, nuestro Obispo, cumplió la edad jubilar de su ministerio episcopal, por lo que presentó la renuncia a la responsabilidad confiada por la Iglesia. En diciembre del año pasado (2009), tuvimos la Visita Apostólica, siendo Visitador Mons. Filipo Santorum – Obispo de Petrópolis-RJ. Nunca se recibió un informe de su visita hasta el día de hoy.

Transcurrieron dos años desde la renuncia de Gonzalo, y no se dio nombramiento al nuevo Obispo. Durante este tiempo ha habido un silencio total, no ha existido cercanía ni acompañamiento, ni unas palabras por parte de las autoridades competentes, solicitándole continuar acompañando a la Iglesia mientras se producía su sucesión.

El sábado pasado (23 oct.) el Nuncio Apostólico le comunica a Gonzalo, que en tan solo una semana, es decir, sábado 30 de octubre, se posesiona el nuevo Administrador Apostólico de Sucumbíos y mediante una carta del cardenal Mons. Díez, encargado de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, se le dice que tiene que entregar inmediatamente el Vicariato y se le pide que salga de la diócesis invitándole a regresar a su país de origen.

Es muy triste, que desde la Iglesia de la cual somos parte, a nuestro Obispo que es el símbolo de la Iglesia Comunidad, después de 40 años de dar su vida en estas tierras, y al final de su ministerio episcopal, reciba este trato, rompiendo así la tradición evangélica, que invita a la corrección oportuna y fraterna. (Mt 18,15-ss). Esperábamos al sucesor de Gonzalo en actitud confiada porque creemos con Juan XXIII que la Iglesia es Madre. Pero los hechos relatados nos duelen y cuestionan el ser de la Iglesia como Madre.

Ante esta situación:

DENUNCIAMOS con firmeza, pero con paz lo que sentimos con profundo dolor y tristeza:

 La forma en la que han sucedido los hechos y la manera tan despectiva con la que se ha despedido a nuestro querido amigo y hermano, Gonzalo.

 El hecho de que el Nuncio Apostólico nunca haya venido a visitarnos, a pesar de las diferentes invitaciones que se le han hecho.

 El que se haya pasado por alto la historia y el recorrido de una Iglesia participativa, comunitaria y ministerial, constituida según el espíritu del Concilio Vaticano II y el Magisterio de Iglesia Latinoamericana.

 El que la toma de posesión se convierta en un acto privado y formal sin la participación del mismo pueblo de Dios que está sosteniendo esta Iglesia.

También DESEAMOS en fidelidad creativa SEGUIR:

 Caminando como pueblo de Dios generando y trabajando por la VIDA en esta provincia de Sucumbíos.

 Realizando el proceso de conversión de la Gran Misión Continental a la que nos invita la Asamblea de Aparecida.

 Cultivando nuestra tradicional actitud de acogida a tod@s los agentes de pastoral y en especial a quienes se integran en este momento a nuestra Iglesia juntamente con el nuevo Administrador Apostólico.

Seguimos SOÑANDO con:

 La utopía de la liberación integral de varones y mujeres desde l@s pobres por la causa del Reino.

 Una Iglesia que camina con los dos pies (Evangelización y Pastoral Social) y que quiere vivir integradamente la experiencia de discípul@s y misioner@s de Jesús.

Agradecemos a Dios Madre-Padre que nos ha regalado la oportunidad de vivir estos cuarenta años la experiencia de Iglesia de las primeras comunidades cristianas (Hch 2,42-47)

Iglesia de San Miguel de Sucumbíos:

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iglesiapueblodediossucumbios@hotmail.com