Luis Miguel Gómez Porto
Desde el 3 de mayo de 2007 los tentáculos de la impunidad pretenden atrapar en el olvido judicial la ejecución extrajudicial de Luis Miguel Gómez Porto, de su crimen son responsables efectivos del Batallón No. 4 de Chalán, adscritos a la Brigada No. 1 de Infantería de Marina de Corozal.
Luis Miguel desde 2002 por amor a la libertad en la tierra denunció las violaciones de Derechos Humanos que ocurrían en las “Zonas de Consolidación y Rehabilitación” de los Montes de María, Sucre y Bolívar. Su liderazgo no tenía ninguna duda por eso fue presidente de las juntas de acciones comunales del municipio de Colosó, presidente del Sindicato Sindeagricultores de Sucre, filial de Fensuagro. Así mismo, fue militante político, siendo miembro del Partido Comunista y del Polo Democrático Alternativo.
Sus opciones políticas por un intento de cambios y de transformaciones por el campo político le trajo graves consecuencias, estigmatizaciones y persecuciones. En 2004 el propio sistema de justicia convertido en arma de guerra por la Infantería de Marina y la Sijín de la Policía, seccional Sucre, lo llevó a ser capturado injustamente con medida de aseguramiento sindicado de rebelión. En mayo 2006 fue absuelto, pero como ha hecho carrera en este y otros casos el plan de exterminio paso de la judicialización al asesinato.
Su cuerpo sin vida con impactos de arma de fuego fue encontrado en el caserío El Ojito, en el lugar conocido como Loma Loca, municipio de Colosó. Unidades militares del Batallón dispararon a Luis Miguel, modificando la escena del crimen colocaron a su lado un fusil, varias granadas y volantes alusivos a la guerrilla, afirmando que había muerto en enfrentamiento.
El 27 de noviembre de 2009, un Fiscal de la Unidad de Derechos Humanos decidió precluir la investigación que adelantaba contra los militares Paúl Eduardo García Lissa, el subteniente Moisés David Palermo Orozco, y los cabos Iván Andrés Mejía Guayara y Ever Enrique Pienda Micahan, del 27 del Batallón Fusileros de Infantería de Marina No 4 .
La absurda decisión judicial contra derecho indica que los militares adujeron que “le dispararon al campesino ya que este supuestamente portaba un fusil calibre 5,56, que habría usado contra ellos”, en el montaje para asegurar la impunidad, los “peritos “comisionados por la Fiscalía adujeron que “Gómez Porto sí había disparado contra los militares”.
El absurdo de la venganza militar, el asesinato de un civil en condiciones de indefensión , la modificación de la escena del crimen, ha quedado asegurado como un acto de derecho gracias a la también, absurda, actuación judicial. Esos eran justo los propósitos de la “Rehabilitación” en la seguridad democrática” asegurar por todos los medios posibles el control del alma, del cuerpo, del pensamiento, del territorio. Ellos sus gestores y sus artifices materiales, sin embargo, olvidaron que la memoria es más que la muerte. Luis sigue rondando, sigue arando en las utopías de los pueblos, el día de la santa cruz en la tradición popular, donde se hace memoria que la muerte se trasciende.
Luis Miguel Gómez Porto en la memoria
Luis Miguel Gómez Porto Sin Olvido