Luis Fernando Arias: “En Colombia es asesinado un indígena cada 72 horas”
La región suroccidental de Colombia sigue siendo una zona convulsa. Esta se encuentra afectada por la violencia desde hace décadas, un problema que no ha disminuido a pesar del Proceso de Paz que fue firmado en La Habana (Cuba) en el año 2016. Durante la última semana de octubre, varios indígenas fueron asesinados por lo que sus líderes piden mayor presencia del Estado, no sólo con intervención militar sino con políticas que permitan cambiar completamente a la sociedad.
La violencia sigue sin disminuir en la región del Cauca, en la zona suroccidental de Colombia. De acuerdo con cifras de la Organización Nacional Indígena del país (Onic) desde la llegada a la presidencia de Iván Duque, un total de 129 integrantes de los pueblos indígenas han sido asesinados.
La situación es compleja debido a que los indígenas han establecido doctrinas para defender su territorio. Por otro lado, la zona es frecuentemente epicentro de enfrentamientos de grupos armados que buscan tomar el control de territorios dejados por la exguerrilla de las Farc, algo que perjudica a los indígenas habitantes de la zona.
“Detrás de estos crímenes están narcotraficantes, las disidencias de las Farc. Hay asesinatos cometidos por efectivos de la fuerza pública, por paramilitares, es decir se ha abierto el ciclo de violencia y se ha centrado en nuestras comunidades (…) En Colombia es asesinado un indígena cada 72 horas”, dijo Luis Fernando Arias, consejero mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) durante una conversación con el periodista de France 24, Davíd González.
Para Arias, una de las principales razones por las cuales los indígenas son blanco de estos asesinatos es por el hecho que han activado normativas para defender su territorio. “Los pueblos indígenas somos un obstáculo para los grupos armados porque hemos definido defender nuestros territorios, ejercer el control social y no permitir grupos armados”.
Durante la última semana del mes de octubre un total de nueve miembros de la comunidad indígena colombiana fueron asesinados. El Gobierno ha mostrado preocupación por lo ocurrido e informó que envió más de 2.000 efectivos militares para ofrecer mayor seguridad en la zona.
“La militarización va a traer más conflicto. Lo que quieren los pueblos indígenas es que realmente llegue la inversión social que llegue el acuerdo de paz, que llegue la sustitución de cultivos ilícitos. Esta guerra se puede ganar pero con la presencia del Estado en todo su conjunto”, explicó el representante de la Onic.
Como un respaldo a las labores del Estado y en pro de garantizar mayor seguridad, las sociedades indígenas instan a la comunidad internacional a que participen de mayor manera en la región. Por otro lado, piden a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la activación de medidas que permitan proteger a los pueblos indígenas de la zona.