Los Medios y el Conflicto en el Catatumbo

El Observatorio de Medios de Información y Comunicación del ELN relata en cuatro tiempos el conflicto narrado por el teatro de operaciones de guerra contra el pueblo colombiano, representado cronológicamente en los titulares de las principales empresas de contenidos periodísticos colombianos que crean una realidad desfigurada y provocan un criminal desenlace.

La escenografía

El telón no se abre, la realidad es invisible ante el foco de los medios, esta región como tantas otras en Colombia vive la maldición de la abundancia. La riqueza natural y su ubicación estratégica debería representar el buen vivir de sus pobladores. Sin embargo para nuestra trágica realidad nacional, es sinónimo de miseria y represión.

El Catatumbo es un pueblo devastado por las masacres militares y paramilitares y vive al desgobierno. Sus once municipios viven en total abandono, no hay vías, educación, ni salud y su modelo económico es antagónico al campesinado. La organización popular reconstruye su tejido social y su historia de lucha y resistencia labra un nuevo levantamiento campesino.

El Inicio – La resistencia

Se abre una fisura en el telón, los principales medios nacionales mantienen el silencio y solo pequeñas notas dan cuenta del conflicto campesino, el 12 de junio el Tiempo registró: “Tras asonada, declaran toque de queda en Tibú, Norte de Santander” el mismo día RCN La Radio, victimizó a los agresores con el titular, “Decretan toque de queda en Tibú por disturbios que dejan dos policías heridos” y en otra nota de la misma fecha El Tiempo tituló, “Minagricultura visitará zona de protesta campesina en Tibú” En esta pieza periodística el protagonista es el ejecutivo nacional, no la protesta, ni sus causas.

Pasan los días y el conflicto se agudiza, los informativos ocupan su agenda en otros temas, entre los cuales una nota de El Espectador abre la primera carta del plan de pacificación en el Catatumbo. El 18 de junio tituló, ‘Militares podrían abrir fuego contra civiles que consideren guerrilleros’ en el comentario principal registró, “Según Ángela María Robledo, el concepto de ‘blancos legítimos’ posibilitaría abrir fuego contra personas que pierden su condición de civiles.

El Nudo – La voz de orden

Al día inmediatamente posterior, la agenda de los principales medios dieron a conocer al país, que en el Catatumbo se vivían intensas y masivas manifestaciones. Sin embargo el 19 de junio la protesta campesina no era la protagonista de la noticia, la fuente era Santos quien afirmó, como lo registraron muy coincidencialmente El Tiempo, Caracol Noticias y Noticias RCN con el mismo titular, “’Marchas en el Catatumbo están infiltradas por las FARC–EP: Gobierno”

Diferenciándose una de otras con el comentario resaltado por su redacción, la cual llama especial atención la resaltada por caracol noticias “El jefe de Estado calificó de “torpeza” que el grupo negociador de la guerrilla haya pedido que la fuerza pública no reprima las protestas en Norte de Santander.” Y la de Noticias RCN “La denuncia la hizo el Presidente tras las declaraciones de las FARC–EP en las que pidieron acabar con la “brutalidad” de “escuadrones” contra campesinos en la región.”

Solo hasta el 22 de Junio El Espectador, en una minúscula nota de relleno tituló: “Campesinos del Catatumbo preocupados ante estigmatización de Presidente Santos” y en el comentario su redacción resaltó “Aseguraron que están marchando de manera pacífica con el fin de que se les dé respuesta a sus propuestas.”

Entre tanto, otras pequeñas notas judiciales registraban: “Otro miembro de las protestas en el Catatumbo fue enviado a la cárcel” y su comentario principal rezaba: “Un juez de control de Garantías de Ocaña (Norte de Santander) envió a la cárcel a un hombre identificado por las autoridades como Ramón del Carmen Ortega, quien habría participado esta semana en las manifestaciones que se realizan en Tibú.”

Estas reducidas notas reforzaron la criminalización de la protesta social, junto a otras redactadas por el ministerio de defensa como la publicada en la W Radio: “Explosivistas de las FARC–EP infiltraron marcha de campesinos en Catatumbo: general Palomino”

El Desenlace – El blanco legitimo

La orquestación de la pacificación del Catatumbo llegaba a su esperado final. El 24 de junio El diario regional La opinión publicó: “Protestas campesinas en Ocaña se tiñen de sangre, dolor y muerte”, con un pie de foto en el que resaltó el siguiente comentario, “Escenas de dolor y llanto se vivieron al reclamar el cadáver del campesino Yonel Jácome Ortiz, muerto durante los disturbios en la vía al Aeropuerto. Su madre Carmen María Ortiz permaneció en silencio sentada en un andén”.

Al siguiente día, el 25 de junio, ya no pudieron seguir tapando el sol con un medio; las noticias se reproducían en la mayoría de los medios pero en un segundo plano en su presentación, el contenido redundaba en información criminalizadora de la protesta y su titular reflejaba la tragedia de la muerte pero callaba frente al perpetrador.

El Espectador tituló: “Dos campesinos mueren por disparos en la protesta del Catatumbo”, La agencia EFE vendía el titular: “Otro campesino muere en las protestas del Catatumbo” y resaltaba en el comentario “Hasta el momento, se conoce que tres personas han fallecido por impactos de bala”.

El mismo día la información competía con titulares que justifican el “blanco legítimo”, registrando como lo hizo el programa Hoy por Hoy de Caracol Radio: “Sí hay participación de la guerrilla en protestas del Catatumbo: Policía” y resaltó en su comentario: “El general Yesid Vásquez, comandante de la Regional No. 5, dijo que muchos campesinos han intentado regresar a sus parcelas, pero no los dejan”.

Entre tanto, el conflicto se recrudecía y la revista semana rompió su silencio cómplice con el titular “Cuatro muertos y 37 heridos dejan enfrentamientos en el Catatumbo” como si se tratara de una disputa entre iguales. De nuevo se calla frente al ejecutor y la forma en que asesinaban a sangre fría; por impactos de bala ejecutado francotiradores como lo demuestran los videos tomados por los manifestantes que circulan en las redes sociales con la etiqueta #CATATUMBORESISTE

El mismo día la agencia EFE difundió una pieza periodística titulada: “Protesta campesina en Catatumbo podría crecer”, con el fin de insistir en la supuesta infiltración guerrillera con comentarios como: “Miembros de la Fuerza Pública que se encuentran custodiando la región del Catatumbo insisten en la teoría que la guerrilla de las FARC–EP está detrás de las manifestaciones, que luego de dos semanas de protesta han generado grandes complicaciones.”

Matriz en la que hasta el defensor del pueblo aportó generando una pieza desinformativa que tituló: “Defensor del Pueblo cree que las protestas de Catatumbo sí están infiltradas”.

La orquestación que permitió el silencio cómplice de los medios y la tergiversación en su presentación obligada, justificó el asesinato premeditado de cuatro campesinos que reclamaban sus derechos junto a decenas más que sufrieron mutilaciones y heridas por impactos de fusil. Crimen ordenado por Juan Manuel Santos y acatado por francotiradores del ejercito amparados bajo el supuesto “blanco legítimo” ante la voz de orden: “’Marchas en el Catatumbo están infiltradas por las FARC–EP”.

El objetivo de desmovilizar con el terror del aparato del estado a la reprimida manifestación campesina no se logró, el Catatumbo resiste.

Este relato de guerra no podía tener otro remate, varios medios publicaron el titular vendido como un supuesto escandalo bajo la frase: “Director de la Policía dice que los colombianos extrañan a Uribe Vélez”, resaltando amañadamente el siguiente comentario: “El general José Roberto León Riaño, director de la Policía Nacional, afirmó en una conferencia revelada por la emisora La F.M. que los colombianos extrañan mucho al ex presidente Álvaro Uribe porque acababa con las alteraciones de orden público, mientras el presidente Juan Manuel Santos hace mesas de diálogo mientras la protesta crece.”

La operación de desinformación sería aún mayor si los medios alternativos no hubiesen dado una dura batalla frente a los gigantes de la manipulación y los activistas no hubiesen contado con las redes sociales que permitieron compartir la verdad. (Ver #CATATUMBORESISTE)

Sin embargo la orquestación se fraguó, el gobierno Santos asesinó cuatro campesinos desarmados para mantener sus privilegios y no cederle ni un espacio al pueblo. ¿La violencia del régimen se repite en el Catatumbo como lo ha hecho en otras regiones del país, en contraste con su aparente discurso de paz? Estos crímenes de estado no son muestras de paz sino de guerra. No se puede tapar el sol con un medio.