Los lotes de Lina Moreno que se beneficiaron con los diseños del Túnel de Oriente
En 2004, y siendo primera dama, Moreno de Uribe hizo permutas de lotes con la alcaldía de Sergio Fajardo, tras haber demandado al municipio de Medellín para conseguir una indemnización por más de 2.000 millones de pesos. #LasTierrasDeLosUribe (segunda parte).
Por: Equipo Vorágine
El 18 de diciembre de 2004, el periódico El Tiempo publicó una noticia en la que se decía que “gracias a la intercesión del presidente Álvaro Uribe Vélez” se había logrado suscribir un acuerdo para desarrollar un ambicioso proyecto que mejoraría la conexión vial entre Medellín y el oriente antioqueño.
Las gestiones del entonces presidente, reseñaba el artículo, habían servido para formalizar un convenio por 160 mil millones de pesos entre la Gobernación de Antioquia y la concesión para la construcción del Túnel de Oriente. La idea era que “a cambio del túnel” se construyera la doble calzada en la vía Las Palmas, “en el tramo de 11 kilómetros Chuscalito-Glorieta Alto Las Palmas”.
Sin embargo, la construcción del Túnel de Oriente no fue rechazada por Uribe, quien aseguró en esa nota periodística: “El túnel no se mata, se aplaza indefinidamente y los concesionarios tienen derecho de hacerlo”. El mandatario se había “puesto la diez” para destrabar unas obras que estaban paralizadas por falta de recursos desde que él era gobernador de Antioquia (1995-1997).
Lo que no se dijo en su momento es que esas gestiones de Uribe beneficiaban directamente a su esposa Lina Moreno, quien en 1999 había demandado al municipio de Medellín argumentando que un lote suyo había sido afectado desde 1985 por un decreto que frenaba proyectos urbanísticos en el perímetro en el que se construiría a futuro el túnel.
En otras palabras, hasta antes de 2004 los terrenos de Lina Moreno de Uribe estaban congelados. En aquel pacto de reinicio de las obras impulsado por el presidente Uribe se establecieron unos nuevos diseños para el túnel, con un trazado mucho más corto que el que se había pensado casi dos décadas atrás, y que ya no afectaría el lote de la entonces primera dama. A ella esto le abría una eventual puerta para urbanizar sus predios, ubicados en el barrio La Asomadera, justo al lado de donde se construiría la doble calzada de Las Palmas. La vía, de paso, valorizaría el lote.
Un artículo del diario El Colombiano publicado en agosto de 2019, época en la que finalmente se inauguró el Túnel de Oriente, citó unas declaraciones del secretario de Infraestructura de Antioquia, Gilberto Quintero, quien recordó que la obra se había pensado, años atrás, mucho más extensa en kilómetros de lo que finalmente quedó.
Según Quintero, cuando se concibió el túnel por primera vez en 1997, el inicio del soterrado en Medellín estaba contemplado por el sector de Los Balsos, más al sur de la boca actual, e “incluso se pensó en la intervención de algunas vías secundarias en el corregimiento de Santa Elena y, apenas en 2004, se llegó al trazado con el que se construyó el proyecto”.
¿Cuál es la historia del lote de Lina Moreno y por qué le convenía que por allí pasara la doble calzada de Las Palmas y no el Túnel de Oriente?
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Pedía indemnización por 2 mil millones
El 11 de agosto de 1999, Lina Moreno de Uribe, su hermano Carlos Enrique Moreno Mejía y cinco dueños más presentaron una demanda de reparación directa contra el municipio de Medellín ante el Tribunal Administrativo de Antioquia, “con miras a obtener la indemnización de los perjuicios que nos han sido ocasionados”.
Según los demandantes, la ciudad les había congelado 25.789 metros cuadrados de tierra desde el 15 de mayo de 1985 para las obras de infraestructura del Túnel de Oriente, que uniría a Medellín con Rionegro. En ese momento, Carlos Enrique Moreno era el asistente del gobernador de Antioquia, Alberto Vásquez Restrepo.
Esa decisión les impidió urbanizar como ellos querían. Al final, la ciudad no usó esas tierras para el proyecto vial del Túnel del Oriente, pero el Área Metropolitana del Valle de Aburrá afectó el predio en 1997 y compensó a los dueños con 524 millones de pesos de la época, “poniendo fin a cualquier proyecto de urbanización”. Dos años más tarde llegó la demanda de Moreno de Uribe por $2.129.995.528, unos 6.000 millones de pesos al día de hoy.
“La actividad de la Administración (municipal) al negarles y restringirles las licencias -vías obligadas e hilos- necesarias para urbanizar y construir el lote, les ha ocasionado graves perjuicios económicos, toda vez que han sido compelidos a mantener el capital invertido congelado y a merced de la Administración por más de doce años, sin recibir ninguna indemnización, por el contrario, han perdido todas las oportunidades de desarrollo directamente o a través de terceros, pues sin las licencias es imposible construirlo”, reza la demanda presentada.
En primera instancia, el Tribunal Administrativo de Antioquia negó, en 2011, las pretensiones de la exprimera dama de la nación. En segunda instancia, en 2019, el Consejo de Estado confirmó esa decisión. Según los magistrados, la demanda se debió presentar contra el Área Metropolitana y no contra la Alcaldía de Medellín.
En ambas ocasiones fueron rechazados los argumentos de la defensa de Lina Moreno y sus vecinos, quienes advirtieron que de no ser compensados “por el sacrificio sufrido […] se produciría un empobrecimiento a favor de la comunidad”, es decir, a favor de los siete demandantes.
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2004, el año de las buenas noticias
Lina Moreno y su hermano Carlos Enrique Moreno Mejía heredaron de su padre, el empresario Darío Moreno Restrepo, el 27% del mencionado lote que mide cerca de 26.000 metros cuadrados en La Asomadera, un barrio con una ubicación privilegiada pues es allí donde el camino se abre hacia Rionegro, el aeropuerto internacional, el Túnel de Oriente y el desarrollo inmobiliario más costoso del Valle de Aburrá.
Y aunque ambos demandaron a la Alcaldía en 1999, también se movieron por otras vías para sacarle provecho a sus predios. En 2004, cuando se plantearon los nuevos diseños del túnel, la entonces primera dama hizo varias diligencias con su lote.
Como parte de una investigación más amplia titulada #LasTierrasDeLosUribe, Vorágine encontró cuatro matrículas inmobiliarias del año 2004, que se desprenden del lote original y en las quedaron registradas compraventas y permutas entre Lina Moreno y la Alcaldía de Medellín durante la administración de Sergio Fajardo. Los movimientos tenían como objeto organizar los linderos de los terrenos por donde pasaría la doble calzada de Las Palmas, un corredor estratégico por cuanto es la vía que conecta a Medellín con Rionegro, el aeropuerto y Llanogrande, precisamente donde la familia Uribe también tiene su casa de residencia.
En esta historia las fechas son importantes. En ese momento Álvaro Uribe era el presidente de Colombia; Sergio Fajardo, el alcalde de Medellín; y Lina Moreno, la primera dama de la nación. No eran trámites entre ciudadanos del común. El certificado de tradición de la primera matrícula inmobiliaria dice que el 31 de mayo de 2004, Lina Moreno, su hermano y cuatro personas más adquirieron por permuta 1.478 metros de tierra divididos en dos lotes que estaban a nombre del municipio de Medellín. El negocio tuvo un valor de 321 millones de pesos. Según esa misma matrícula inmobiliaria, ese predio el municipio se lo había comprado a cuatro miembros de una familia el 16 de septiembre de 2003, por un valor de 654 millones de pesos.
Una segunda matrícula inmobiliaria muestra que los hermanos Moreno y los mismos cuatro socios del primer negocio adquirieron un nuevo lote de 664 metros cuadrados. Las características del negocio fueron exactamente las mismas: la permuta la hizo la Alcaldía de Medellín el 31 de mayo de 2004 y se pagaron 321 millones de pesos. Para este trámite entre Lina, sus socios y el municipio, la alcaldía designó al entonces secretario de Hacienda, Horacio Vélez de Bedout, para que asistiera a la Notaría 20 de Medellín y firmara las escrituras.
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Lo curioso es que esta vez, en la historia del predio, lo que aparece registrado antes de la permuta a favor de Lina Moreno y su hermano es una expropiación por vía administrativa a por lo menos diez miembros de una misma familia de apellido Posada Restrepo, ocurrida el 10 de octubre de 2003. Quiere decir que, en la reorganización de los terrenos, Lina Moreno y sus socios quedaron con una porción de tierra de 664 metros cuadrados que había sido expropiada a los Posada por parte de la Alcaldía.
Las restantes dos matrículas repiten los mismos datos: permutas por parte de la Alcaldía de Medellín a favor de Lina Moreno de Uribe, su hermano y sus cuatro socios, por valor de 321 millones de pesos, realizadas el 31 de mayo de 2004 y en predios subdivididos del gran lote ubicado en el barrio La Asomadera.
Todos esos negocios se hicieron, además, durante el transcurso de la demanda de reparación instaurada en 1999 por Moreno de Uribe. El entonces alcalde Fajardo Valderrama, quien con su firma le dio poder el 20 de enero de 2005 a la abogada Delma Inés Jaramillo Jaramillo para que representara los intereses del municipio de Medellín, no le informó al Tribunal Administrativo sobre la transacción que había hecho con la primera dama y sus vecinos, y la demanda siguió su curso normalmente hasta 2019, cuando el Consejo de Estado denegó la millonaria pretensión de los dueños.
Vorágine se comunicó con el exalcalde y hoy precandidato presidencial Sergio Fajardo, quien dijo no recordar nada al respecto. “Yo no recuerdo haber hablado en mi vida de lotes de Lina Moreno de Uribe, fue hace 18 años. Nunca supe nada de ese tema. ¿Hay algo irregular en eso?”, se preguntó. Poco después, a través de su oficina de prensa nos confirmaron que esos lotes sí son parte de la ampliación de la vía Las Palmas, contratada en la gobernación de Luis Pérez (2016-2020), quien también tiene predios a su nombre en el sector.
Este medio también trató de comunicarse con el secretario de Hacienda de la época, Horacio Vélez de Bedout, y con la exprimera dama Lina Moreno de Uribe. Ninguno de ellos contestó nuestras llamadas y mensajes.
Además de ya no tener congelado su lote, ahora valorizado con la ampliación de Las Palmas, Lina Moreno obtuvo otra muy buena noticia en 2010, cuando la Alcaldía de Medellín expidió el Plan Parcial de La Asomadera. Esto ocurrió durante la administración de Alonso Salazar, a quien Moreno le expresó su apoyo durante la campaña. “Según la señora Moreno de Uribe, se destaca que el candidato Alonso Salazar propone ‘continuidad y es importante que a los proyectos y a los programas se les dé la oportunidad de consolidarse para seguir soñando la ciudad’”, reseñó Caracol Radio el 24 de agosto de 2007.
Pues bien, el lote de Lina Moreno quedó dentro de los polígonos del Plan Parcial que permitía la urbanización, atendiendo a las características particulares de la zona. Esto daba vía libre para que las constructoras que hacía años estaban detrás de esos lotes pudieran comenzar a solicitar licencias de urbanización de uso mixto. En el Plan Parcial de 2010 quedó consignado que en la zona donde Lina Moreno tiene su tierra se haría una vía. “Para esta unidad se plantea vía de acceso”, dice. Así fue como, después de muchos años, el lote de Lina Moreno -ahora valorizado en la tierra más exclusiva de Medellín- ‘vio la luz al final del túnel’.