Lo acusan de fomentar la creación de un grupo paramilitar
Según los testimonios del jefe paramilitar Salvatore Mancuso, actualmente encarcelado en EEUU tras ser extraditado por Colombia, Santos se reunió al menos cinco veces con dirigentes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), ofreciendo su influencia para la conformación de un grupo paramilitar en Bogotá que “contaría con el auspicio y la colaboración de la Fuerza Pública”. Finalmente, el “Bloque Capital” de las AUC fue organizado y armado.
Salvatore Mancuso declaró en su versión libre ante la fiscalía que “me sorprendí porque lo noté muy identificado con la causa (paramilitar), y porque manifestó que le gustaba el modelo de las Autodefensas de Córdoba y quería que se repitiera en Bogotá”.
Santos ofrecieó su influencia para la conformación de un grupo paramilitar
Otros jefes de ultraderecha, como Fredy Rendón, alias El Alemán, y el extraditado a EEUU Diego Murillo Don Berna, el último gran capo de Medellín, ratificaron esta versión aportando detalles significativos. Murillo remitió en setiembre una carta a la Corte Suprema de Justicia, en la que, por “sentirse traicionado”, expresaba su negativa a seguir colaborando con la Justicia colombiana. Don Berna no sólo ratifica las denuncias de Mancuso contra Francisco Santos, sino que añade que en algunas de las reuniones también participó su primo, el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, máximo aspirante a suceder en la presidencia a Álvaro Uribe en el caso de que no pueda presentarse a un tercer mandato. Ambos defendieron la conformación de un bloque paramilitar en Bogotá “al que apoyarían desde la institucionalidad del Estado”.
Los Santos constituyen una influyente familia de la clase dirigente colombiana, propietarios, hasta su compra por el Grupo Planeta, del diario El Tiempo, el de mayor difusión del país y sobre el que siguen teniendo una gran influencia. Durante su exilio en Madrid, tras su secuestro por Pablo Escobar, Francisco Santos se vinculó al Grupo Prisa.
Ley de Justicia y Paz
Según el presidente de la Comisión Colombiana de Juristas, Gustavo Gallón, los testimonios que empezaban a verter los jefes paramilitares contra importantes dirigentes de la vida política y económica colombiana en el marco de Ley de Justicia y Paz, precipitaron su extradición a EEUU, donde se les reclamaba por narcotráfico. Fue la fórmula utilizada por los responsables políticos para interrumpir incómodas revelaciones sobre los miles de crímenes aún sin juzgar.
“Ni siquiera investigó las pruebas que él mismo había pedido”
La investigación abierta al vicepresidente Santos por fomentar presuntamente la creación de grupos paramilitares fue cerrada de forma irregular mediante carpetazo. Según el propio fiscal general, Guillermo Mendoza, el abogado del Estado en esta causa “ni siquiera investigó las pruebas que él mismo había pedido”.
En medios jurídicos colombianos, se destacaba ayer que por declaraciones procesales mucho menos contundentes que las realizadas por Salvatore Mancuso y Don Berna, se han dictado autos de prisión contra decenas de dirigentes políticos en los últimos meses. Pero Santos está sentado a la derecha del trono presidencial colombiano.