Las personas presas del país deben contar con garantías de participación en la mesa de diálogos que promete iniciarse
Por su parte, gobierno y ELN, hablan de la realización de gestos humanitarios y de hecho, algunas reconocidas voces desde la academia y las Ong han pedido a esta insurgencia la renuncia a las retenciones; mientras la realidad silenciosa en las prisiones y los escasos esfuerzos estatales para ponerle fin a la misma, le pasa altas cuentas de cobro a las y los presos tanto sociales como de la guerrilla y son pocos los que exigen del Estado el cumplimiento de sus obligaciones básicas en materia de derechos humanos en contextos de encierro.
En el marco de estos diálogos, celebramos la liberación de dos presos políticos recluidos en la cárcel de Palogordo quienes se encontraban en condiciones de vida indignas, cuya integridad física se encontraba en riesgo por literal abandono. Pero por coherencia, no podemos dejar de reiterar al Estado que su obligación, con o sin proceso de “paz”, es poner fin al tratamiento degradante e inhumano que se deriva de la situación carcelaria en general y en consecuencia hemos exigido que libere a quienes teniendo encarcelados no puede garantizar salud y vida digna (Ver más sobre este tema https://derechodelpueblo.blogspot.com.co/2016/11/ejp-pide-corte-constitucional.html). No puede convocarse a la sociedad a creer de verdad en nuevo estadio del país, cuando los derechos no dejan de ser un concepto abstracto que plasman los tratados internacionales, la constitución y la jurisprudencia, pero en realidad totalmente ajenos a las mayorías.
Menos aún puede hablarse de gestos que construyan confianzas (que no sólo pueden predicarse entre el Gobierno y la guerrilla), cuando en medio de los tensos y prolongados diálogos, presos políticos del ELN han sido sometidos a condiciones que dejan mucho que pensar del compromiso genuino de su contraparte. Varios de ellos, se presentan patologías que requieren tratamientos ininterrumpidos e integrales que nunca les han sido brindados. Tan sólo en los dos últimos meses Nelson Jaimes Quintero viene padeciendo una hemiplejia, fuertes dolores de cabeza y sangrado nasal y a pesar de la remisión a neurología por parte del médico tratante, ésta aún no se efectúa (Ver sobre el caso https://derechodelpueblo.blogspot.com.co/2016/12/en-riesgo-la-vida-del-preso-politico.html); José Guillermo Acevedo ha mostrado una recaída en su condición de salud por la cual ha requerido un diagnóstico con el que aún no cuenta pese a existir un fallo de tutela a su favor. Norberto Manrique, se ha visto afectado por una parálisis facial que empeora a pesar de recibir algunas valoraciones médicas. Por otro lado, Eufeminiano Niño Luque, se encuentra recluido en un patio donde su vida corre peligro y en condiciones infrahumanas (Ver más en https://derechodelpueblo.blogspot.com.co/2017/01/comunicado-de-los-presos-politicos-la.html) , sin que las peticiones de sus compañeros y organizaciones defensoras de derechos humanos como la nuestra, hayan hecho mella en la garantía de los derechos vulnerados.
En medio de este panorama, reiteramos, nos alegran los avances y próxima instalación de la mesa de diálogos entre el gobierno y el ELN. Aunque nos mantenemos escépticos, hacemos un llamado a las y los presos del país y sus familiares a participar como parte de la sociedad –como parte de uno de los sectores más excluidos de ella– en la construcción de propuestas acordes con un país en el que las condiciones que dieron lugar al levantamiento rebelde, sean superadas.
Fuente: https://derechodelpueblo.blogspot.com.es/2017/02/las-y-los-presos-del-pais-deben-contar.html